tag:blogger.com,1999:blog-42577363231032965462024-03-14T14:47:24.140+01:00La canción de MalapataDejad que os cuente una historia.Malapatahttp://www.blogger.com/profile/17206865855336437551noreply@blogger.comBlogger498125tag:blogger.com,1999:blog-4257736323103296546.post-39115424690315988752018-06-29T19:28:00.000+02:002018-06-29T19:28:04.247+02:00El problema de la longitud<div style="text-align: justify;">
Acabo de terminar el libro <i>Longitud</i>, de Dava Sobel, una amena exposición del que fue el gran problema de su época, hoy caído en el olvido: la determinación de la longitud. Y no me refiero a la longitud de medir con una regla, sino a la terrestre, la que determinan los meridianos.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUcNGob8bR7o844yzguWfkSKkXa36WOa-NjeQWr-GpfRCjVqj3Qoo1lVNG0hXfG3mNGdudIY6HyrQT9D41sodKt_RsmgYiQgBbyksDmS1hvXMyRTQFjeOiamZ_Gdhyc2_CCRDkUlNNtMkN/s1600/2.5.LatitudLongitud.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="340" data-original-width="580" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUcNGob8bR7o844yzguWfkSKkXa36WOa-NjeQWr-GpfRCjVqj3Qoo1lVNG0hXfG3mNGdudIY6HyrQT9D41sodKt_RsmgYiQgBbyksDmS1hvXMyRTQFjeOiamZ_Gdhyc2_CCRDkUlNNtMkN/s640/2.5.LatitudLongitud.png" width="640" /></a></div>
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Veréis, a la hora de determinar vuestra posición es relativamente sencillo calcular la latitud a partir del sol o las estrellas. Pero la longitud es harina de otro costal: durante mucho tiempo uno podía determinar que estaba a la altura (latitud) de Castellón, pero no saber si estabas en Valencia o, unos cuatro grados más al oeste, en los alrededores de Madrid. Este era un problema que, en general, podía solventarse echando mano de otras estrategias, como preguntar, fijarse en los accidentes naturales (el mar Mediterráneo sería una buena indicación para descartar Madrid) o pedir una paella y ver si lo que nos traen es arroz con cosas.</div>
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Claro que el asunto se volvía más peliagudo si, en lugar de recorriendo la meseta, estabas en medio del océano, a la latitud de la isla donde pensabas cargar agua y dejar que tu tripulación se repusiera del escorbuto, pero no tenías claro si para encontrarla debías navegar hacia el este o el oeste. O, como le ocurrió al almirante Sir Clowdisley en 1707, cuando un error al determinar la longitud podía llevar a tu flota de cabeza (o de proa, más bien) contra unas islas que no sabías que estaban allí, perdiendo cuatro barcos y dos mil hombres en el mayor desastre de la historia de la armada inglesa.</div>
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<div style="text-align: justify;">
En la época de los grandes viajes oceánicos la determinación de la longitud se convirtió en uno de los grandes problemas a resolver, si no en EL problema. Tanto que en 1714 el parlamento británico decidió establecer un jugoso premio de 20.000 libras para quien lo solucionara.</div>
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<a name='more'></a><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJdAzdNUH1cO7AwWxwOp0APxSlP_tQUawq1i1AQCmG2VYDqUWubhyphenhyphenJi_bIFgFK7epaK4F8iLVmS1p_uzi6Tkfoeh7BnpcVVcHelcvAwtgMhSk1sQx4Ggn29ecxhkuwM34gTBkZ7C7ZZoU-/s1600/Por-qu%25C3%25A9-se-mide-en-nudos-la-velocidad-de-los-barcos.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="238" data-original-width="202" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJdAzdNUH1cO7AwWxwOp0APxSlP_tQUawq1i1AQCmG2VYDqUWubhyphenhyphenJi_bIFgFK7epaK4F8iLVmS1p_uzi6Tkfoeh7BnpcVVcHelcvAwtgMhSk1sQx4Ggn29ecxhkuwM34gTBkZ7C7ZZoU-/s1600/Por-qu%25C3%25A9-se-mide-en-nudos-la-velocidad-de-los-barcos.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Kit de medición de velocidad en el mar<br />
consistente
en un reloj de arena y una corredera.</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
Cierto que había métodos: si uno iba apuntando la dirección y velocidad de su barco podía calcular, más o menos, en qué longitud se encontraba. Y no, los barcos no tenían un cuentakilómetros al lado del timón, sino que la velocidad se estimaba mediante un método más artesanal: se lanzaba un trozo de madera atado a una cuerda con nudos a intervalos regulares y, reloj de arena en mano, se contaba cuántos nudos iban cayendo por la borda por unidad de tiempo (de ahí que la velocidad de los barcos se mida aún hoy en nudos). Se trataba de un método más bien artesanal, que daba lugar a frecuentes errores. E inútil cuando te encontrabas con una tormenta que te zarandeaba durante varios días para dejarte vete tú a saber dónde.</div>
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<div style="text-align: justify;">
Otro método que se contempló fue usar una brújula medir la discrepancia entre el Polo Norte geográfico y el magnético. Pero se comprobó que ni la brújula ni el campo magnético eran lo suficientemente fiables.</div>
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<div style="text-align: justify;">
Al final quedó claro que la manera para problema de la longitud había que encontrar una forma adecuada de medir... el tiempo. Y es que si aquí son las cuatro de la tarde, hora solar, y justo en ese momento en Sevilla son las seis, eso quiere decir que, como cada incremento o disminución de una hora equivale a quince grados de longitud, estoy a treinta grados al oeste de Sevilla, a puntito de llegar a las Azores.</div>
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<div style="text-align: justify;">
No sé si os habéis dado cuenta de que he usado como referencia Sevilla en lugar del meridiano de Greenwich. En aquella época no había consenso acerca de qué meridiano tomar como referencia, así que normalmente se usaba el del puerto de partida o la capital del reino.</div>
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<div style="text-align: justify;">
El problema se reducía entonces a ser capaz de calcular, no la hora actual, que puede determinarse a partir del sol o las estrellas, sino qué hora es en este preciso momento en mi lugar de referencia. La solución que se nos ocurre a vuelapluma es llevarnos un reloj. Desafortunadamente los relojes de la época no estaban preparados para un viaje por mar. El vaivén del barco afectaba al mecanismo, especialmente si era de péndulo. Y aunque se lograra aislar del movimiento quedaba el problema de la temperatura, que no solo dilataba o contraía sus piezas metálicas, sino que también afectaba al aceite que se usaba de lubricante, haciéndolo más fluido o denso y acelerando o retrasando el mecanismo. </div>
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<div style="text-align: justify;">
La solución vino del cielo. En 1610 Galileo descubrió cuatro lunas orbitando a Júpiter y comprobó como sus evoluciones alrededor del planeta actuaban como una suerte de reloj sideral. Tras una concienzuda labor de recopilación se logró que cualquier observador pudiera enfocar al planeta y, consultado una tabla, saber a qué hora del día se daba esa posición en la ciudad que tuviera como referencia.</div>
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0cx-BsOjKPJrEJzEM2bOEBseZSEunHSEJ0y_rlECJWTdkhfpLNW3-12tMim6le_JxLiL7T-WLtgwqC-TbaCls7VkYU4DbBCD1lZgSY_R1rmo8Oexydgtd5wYdQEHquCiAX5aiytRsbhJ5/s1600/512px-Jupiter_family.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="407" data-original-width="512" height="317" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0cx-BsOjKPJrEJzEM2bOEBseZSEunHSEJ0y_rlECJWTdkhfpLNW3-12tMim6le_JxLiL7T-WLtgwqC-TbaCls7VkYU4DbBCD1lZgSY_R1rmo8Oexydgtd5wYdQEHquCiAX5aiytRsbhJ5/s400/512px-Jupiter_family.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">¿Ya están así las lunas? ¡Llego tarde!</td></tr>
</tbody></table>
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El descubrimiento fue una auténtica revolución: los geógrafos se lanzaron a rehacer los mapas, sabiendo al fin cuál era la posición real de cada ciudad, monte o río, y descubriendo cosas como que los continentes estaban más lejos entre sí de lo que se pensaba. Aunque no todos estuvieron contentos con el resultado: Luis XIV, el Rey Sol, al ver el menguado mapa de sus dominios se quejó de que había perdido más territorio a manos de los geógrafos que de sus enemigos.</div>
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Una curiosidad: el astrónomo holandés Ole Roemer se dio cuenta de que en ocasiones las alineaciones de las lunas galileanas parecían ir adelantadas o retrasadas con respecto a las tablas, dependiendo de si la Tierra estaba más cerca o más lejos de Júpiter. Dedujo que se debía a la velocidad de la luz y lo utilizó para dar una primera estimación de esta en 1676.</div>
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Pero espera, si Galileo había dado con la solución en 1610, ¿por qué Sir Clowdisley había equivocado su posición en 1707? ¿Es que no había hecho bien sus deberes? ¿No llevaba las tablas que permitían conocer su posición? No exactamente. El problema es que hacía falta mucha precisión para mantener enfocado algo tan distante como Júpiter. Nada que pudiera hacerse con manos temblorosas o sobre la cubierta de un barco.</div>
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Aunque la observación de las lunas galileanas no resolvió el problema de la longitud en el mar, sí vino a confirmar que era posible encontrar una forma de determinar el tiempo mirando al cielo. Sucesivos astrónomos fueron progresando en la idea, hasta que en la segunda mitad del siglo XVIII se presentaron las primeras tablas lunares que permitían determinar la longitud observando la posición de este astro con respecto al sol o a ciertas estrellas.</div>
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<div style="text-align: justify;">
Al mismo tiempo un relojero autodidacta, de nombre John Harrison, presentaba el Reloj, así, con mayúsculas, el primer (si exceptuamos tres prototipos previos del propio Harrison) cronómetro capaz de resistir las penurias de un viaje oceánico sin despeinarse.</div>
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPNqHXeiQh6whvrDfpH4DQntKaNrNnyUiJqCZFTLr7kZm0-Fynxpun1z6LGVG3XwBb9X4CNy5CX-FeJ9mTy09zM1rPQQWm7KsZQD__VgWoju2N_xpDs8eodvWrJ7c-OGQhc0aatQ1V5Cqk/s1600/H4_timekeeper.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="384" data-original-width="512" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPNqHXeiQh6whvrDfpH4DQntKaNrNnyUiJqCZFTLr7kZm0-Fynxpun1z6LGVG3XwBb9X4CNy5CX-FeJ9mTy09zM1rPQQWm7KsZQD__VgWoju2N_xpDs8eodvWrJ7c-OGQhc0aatQ1V5Cqk/s400/H4_timekeeper.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El H4 de John Harrison está expuesto en el museo del observatorio de Greenwich. Imagen de <a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/Category:H4#/media/File:H4_timekeeper.jpg" target="_blank">Wikipedia Commons</a>. </td></tr>
</tbody></table>
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<div style="text-align: justify;">
La historia de Harrison y los obstáculos que tuvo que enfrentar para sacar adelante su idea son el tema central del libro de Dava Sobel y darían para otra entrada más. Pero lo importante fue que en el último tercio del siglo XVIII los marineros de todo el mundo dispusieron por fin de las herramientas para hacerse a la mar sin temor a perderse en las inmensidades del océano: tablas astronómicas y cronómetros que poco a poco fueron bajando de precio hasta que cada barco podía contar con el suyo (o, habitualmente, con una buena colección).</div>
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<div style="text-align: justify;">
Para terminar otra curiosidad: ¿Sabéis dónde se completaron las primeras tablas lunares para orientar a marineros de todo el mundo? Pues en el observatorio real de Greenwich, Inglaterra, que tomó su posición como referencia o meridiano cero, puesto de honor que ha mantenido hasta nuestros días.</div>
Malapatahttp://www.blogger.com/profile/17206865855336437551noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4257736323103296546.post-80517050373820235952018-05-03T18:38:00.000+02:002018-05-03T18:38:01.177+02:00Esclavos en el Mediterráneo<div style="text-align: justify;">
Hace poco leía sobre la piratería en el Mediterráneo y me sorprendió bastante un capítulo sobre el comercio de esclavos (el libro es <i>The Barbary Corsairs: Warfare in the Mediterranean, 1480-1580, </i>de Jacques Heers<i>)</i>. Cuando pensaba en esclavos me venía a la cabeza barcos cargados de africanos con destino a América, pero, por lo visto, en el Mediterráneo fue algo bastante común durante toda la Edad Media y parte de la Edad Moderna. Y, como todo lucrativo negocio, atrajo a multitud de <i>emprendedores</i> dispuestos a sacar tajada de una u otra forma. </div>
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<div style="text-align: justify;">
Los esclavos podían ser tanto infieles, ya fueran cristianos o musulmanes, como de la propia religión. Por ejemplo, tras una victoria en 1353, los aragoneses se trajeron de vuelta a miles de genoveses prisioneros que repartieron por Cataluña, Valencia y Baleares. Prisioneros que debían trabajar para resarcir a las comunidades de acogida por sus gastos de manutención.</div>
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<div style="text-align: justify;">
En la Península los esclavos solían provenir, hasta el fin de la Reconquista, de cabalgadas en territorio moro o expediciones marítimas. El reparto del botín podía llegar a ser algo confuso: mientras que un saco de grano se puede repartir, una persona es algo más complicada. Así un capitán de barco de Barcelona llegó a escribir que debía a un mercader un quinto de un sarraceno y la mitad de otro.</div>
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Una vez clara la propiedad del esclavo ya se podía empezar a sacar beneficios. Podías usarlo para trabajar en casa o venderlo, pero siempre después de haber pagado el correspondiente impuesto, lo que llevaba a algunos mercaderes a desembarcar a las afueras o de noche para evitarlo. O, si lo tuyo era más la inversión a largo plazo, podías arrendarlo durante un tiempo a un artesano y, de camino que sacabas un dinero, el esclavo aprendía un oficio. Eso sí, con cuidado a donde se mandaba: había quien especificaba que no podría usarse en las salinas de Mallorca, que tenían fama de acabar <i>estropeando</i> la inversión.</div>
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A tanto llegaba esta concepción mercantilística de las vidas humanas, que los genoveses llegaron, a principios del siglo XV, a hacerles seguros de vida a sus esclavos para proteger su inversión. </div>
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8bYd6KtrUirhuQFGFHeKzjWQXK2HwnNT2nVnApljiMWaLGthA1udC0RTMCCHf5zzGzlfaWz8V5W1eLvp_OPKXEZfAq3H_BDUa53RO_3LSX-1gXMv808XgMXwi4dnG_Fnoxpn927uLtQsX/s1600/Geromeslavemarket.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="599" data-original-width="446" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8bYd6KtrUirhuQFGFHeKzjWQXK2HwnNT2nVnApljiMWaLGthA1udC0RTMCCHf5zzGzlfaWz8V5W1eLvp_OPKXEZfAq3H_BDUa53RO_3LSX-1gXMv808XgMXwi4dnG_Fnoxpn927uLtQsX/s400/Geromeslavemarket.jpg" width="297" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El mercado de esclavos, <a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Geromeslavemarket.jpg" target="_blank">óleo de Jean-León Gérôme</a>.</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
También había que tener ojo con las fugas. Para evitarlas se tomaron varias medidas, como pagar a los delatores o establecer patrullas para vigilar los caminos. En Portugal los barqueros tenían prohibido transportar esclavos a través del Tajo salvo con el permiso escrito de sus dueños. Y en Cataluña los dueños de esclavos debían pagar una tasa por esclavo recuperado, cuya cuantía dependía del número de ríos que hubieran sido necesario cruzar para atraparlo.</div>
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<div style="text-align: justify;">
Por cierto, en los reinos cristianos la esclavitud no era hereditaria. El nacido de esclavo era libre, así que no era raro que en la puerta de los hospicios aparecieran recién nacidos, hijos de esclavos a los que los dueños de la madre no querían mantener. Esto llevó a las autoridades de Perpiñán a exigir que se abriera una investigación cada vez que se abandonara a un infante ante las puertas del hospital de San Juan para que el padre colaborase en la manutención, que no estaban ellos para subvencionar bastardos.</div>
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<div style="text-align: justify;">
Pero, con el paso de los siglos, el comercio de esclavos en tierras cristianas fue palideciendo ante el auge de los temidos piratas berberiscos, entre los que destacaban figuras como Dragut o los temidos Barbarroja. Durante el siglo XVI estos piratas, súbditos del Imperio Turco, asolaron el Mediterráneo, llevando el miedo a cualquiera que viviera cerca de sus costas. De esta época viene la expresión "No hay moros en la costa" para indicar la ausencia de peligro.</div>
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaVGsUx-izYiW-q4WfeePU73rxStGiQP6eHXZ4SkqDjen41cgaqeBeE5nYkMAm4U7F9hQfWjTOGtTMjiuD433jCUqGwOrwphHEfbTzd2PHT9bghpuRmQ4jVmDz_tJa-QvonIadv8jyJ_Q7/s1600/640px-Genoise_tower_in_corsica.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaVGsUx-izYiW-q4WfeePU73rxStGiQP6eHXZ4SkqDjen41cgaqeBeE5nYkMAm4U7F9hQfWjTOGtTMjiuD433jCUqGwOrwphHEfbTzd2PHT9bghpuRmQ4jVmDz_tJa-QvonIadv8jyJ_Q7/s1600/640px-Genoise_tower_in_corsica.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Una de las torres que se construyeron en para vigilar si "había moros en la costa", frase que acabó incorporándose al lenguaje popular. (Aunque esta en concreto es de Córcega, <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/File:Genoise_tower_in_corsica.jpg" target="_blank">foto de Tanos</a>.)</td></tr>
</tbody></table>
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<div style="text-align: justify;">
En las tierras de Berbería (costas de Marruecos, Argelia, Túnez y Libia) abundaba el trabajo esclavo, constantemente renovado por los frecuentes ataques a las costas cristianas. Aunque, a diferencia de los reinos cristianos, donde el tráfico de esclavos estaba en manos privadas, aquí eran los agentes de las autoridades locales los encargados de organizar el negocio.</div>
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<div style="text-align: justify;">
Los cada vez más frecuentes ataques berberiscos, y el correspondiente aumento de esclavos, hizo que surgieran nuevas profesiones: en Castilla los alfaqueques eran los encargados de negociar los rescates de los cristianos presos por el reino de Granada primero, y por el resto de reinos musulmanes después. Los alfaqueques llegaron a estar regulados por el rey de Castilla, aunque por todo el Mediterráneo surgieron aprovechados que hicieron negocio buscando esclavos capturados (una investigación que podía requerir bastante tiempo) y acordando su rescate. Y, como siempre, los había más o menos honrados, incluyendo quienes exprimían a las desesperadas familias para luego desaparecer.</div>
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<div style="text-align: justify;">
Aunque junto a estos también surgieron los encargados del negocio inverso: intermediarios que viajaban a tierras musulmanas con datos sobre los esclavos para, por orden de sus dueños, contactar con las familias y negociar el rescate. </div>
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<div style="text-align: justify;">
También había asociaciones caritativas y órdenes religiosas que se dedicaban a recaudar dinero para viajar al norte de África buscando comprar la libertad de esclavos pobres. Y alguno hubo que acabó compartiendo la suerte de aquellos a los que pretendía liberar. </div>
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<div style="text-align: justify;">
El peligro en las costas europeas llegó a tal nivel que algunas asociaciones, como los pescadores de Barcelona o los fabricantes de sogas de Valencia, llegaron a incluir un juramento de sus miembros en el que se comprometían a aportar una cantidad por si fuera necesario rescatar a un correligionario.</div>
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<div style="text-align: justify;">
Los que viajaban por mar estaban aleccionados a que, en caso de abordaje, debían intentar rebajar su importancia y la de sus posibles riquezas y fingir mala salud para evitar resultar atractivos de cara al mercado. Y como cada movimiento de un bando aparejaba otro del opuesto, el primer movimiento de los piratas al abordar un navío era interrogar a los capturados en busca de candidatos a buenos rescates, lo que incluía revisar las ropas y equipaje o examinar las manos para ver si eran personas alejadas del trabajo manual.</div>
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<div style="text-align: justify;">
Y es que, si la presa era pudiente, el rescate resultaba más atractivo que el precio que se pudiera sacar en el mercado de esclavos. Sobre todo si se conseguía rápidamente. Al fin y al cabo a un esclavo hay que transportarlo (y las ligeras naves que se dedicaban al negocio no tenían demasiado espacio para cargar) y darle de comer. Así que si conseguías que la familia o vecinos pagaran rápidamente todo eso que se ganaba.</div>
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<div style="text-align: justify;">
Se daban entonces situaciones como las de familiares que, al enterarse de un ataque pirata, partían a toda prisa hacia la costa para intentar rescatar a sus seres queridos antes de que los asaltantes levasen anclas. Y claro, si algo funciona siempre habrá quién lo lleve al extremo, y famosos corsarios como Dragut o Barbarroja llegaron a anunciar la celebración de mercados donde se podía acudir a rescatar (por un precio) a los prisioneros capturados a poca distancia de allí. Como dijo aquel otro pirata, así es el mercado.</div>
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<div style="text-align: justify;">
Termino con una de las cosas que más me chocó al leer sobre el tema. La captura de esclavos por los piratas islámicos fue un gran problema para todas las naciones cristianas. O casi todas. Francia, siguiendo la máxima de que el enemigo de mi enemigo es mi amigo, era aliado <i>de facto</i> del Imperio Otomano, llegando incluso a permitir que la escuadra de Barbarroja pasara el invierno en Tolón. Pero claro, eso de que nuestros aliados capturasen cristianos para venderlos como esclavos no quedaba bien de cara a la opinión pública. Así que no faltó quien asegurase que los esclavos eran tratados estupendamente y que los testimonios de los que eran liberados o escapaban no eran más que exageraciones interesadas para llamar la atención o conseguir algo. Lo cierto es que uno ve el tratamiento que se da hoy en día a algunas noticias según el sesgo del medio y no puede menos que pensar que tampoco hemos avanzado tanto.</div>
Malapatahttp://www.blogger.com/profile/17206865855336437551noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4257736323103296546.post-87790757051991219972018-03-01T19:27:00.001+01:002018-03-01T19:27:09.202+01:00La cuarta cruzada<div style="text-align: justify;">
Hace poco releí una de los primeras <a href="https://lacanciondemalapata.blogspot.com.es/search/label/Historia" target="_blank">entradas históricas</a> del blog, <a href="https://lacanciondemalapata.blogspot.com.es/2009/10/la-cuarta-cruzada-1.html" target="_blank">dedicada a la cuarta cruzada</a>. Tras estos años el estilo, demasiado solemne, me rechinaba un poco, así que me dio por volver a hablar de ella, esta vez con más humor, en un <a href="https://twitter.com/Malapata_/status/967720523210862592" target="_blank">hilo de Twitter</a>. Así es como quedó.</div>
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<div style="text-align: justify;">
¿Sabíais que hubo una cruzada cuyos integrantes acabaron excomulgados por el Papa? La Cuarta Cruzada se guio por el puro interés económico y acabó en un desastre casi sin precedentes para la cultura occidental. </div>
<div style="text-align: justify;">
En 1198 el Papa Inocencio III llamó a la cristiandad a recuperar Jerusalén. Desafortunadamente la cristiandad tenía otras cosas en la cabeza. Las cruzadas eran algo muy del siglo XII y, a punto de empezar el XIII, a duras penas conseguían ser trending topic. Además, se había escogido como primer objetivo Egipto, que se suponía un punto débil del infiel. Pero que, donde va a parar, como objetivo molaba mucho menos que Jerusalén.
</div>
<div style="text-align: justify;">
–Godofredo, ¿se puede saber dónde vas con la armadura de los domingos?
</div>
<div style="text-align: justify;">
–¡Me voy de Cruzada! *tose* *habla más bajito* A Egipto.
</div>
<div style="text-align: justify;">
–¡Pero a ti que se te ha perdido en Egipto! Anda, quítate eso antes de que la abolles y vete a cobrar impuestos, que el niño no se va a hacer obispo sólo por su cara bonita.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Os hacéis una idea, ¿no?
</div>
<div style="text-align: justify;">
Total, que un día 1202 llegó la hora de embarcar y, con los poquitos que estaban, no les daba para pagar a los venecianos. Y los venecianos podían ser buenos cristianos, pero si les dabas a elegir entre la cristiandad y el negocio igual tardaban un poco en decidirse.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Y como el negocio es el negocio, el Dogo de Venecia hizo a los cruzados una oferta que no iban a poder rechazar: os perdonamos lo que falta pero, a cambio, damos un rodeíto y aprovecháis para conquistarnos Zara (la ciudad, se entiende).
</div>
<div style="text-align: justify;">
–Pero es que Zara es una ciudad cristiana.
</div>
<div style="text-align: justify;">
–Sí.
</div>
<div style="text-align: justify;">
–Y nosotros somos cruzados.
</div>
<div style="text-align: justify;">
–Ya. Cruzados sin barcos, os recuerdo.
</div>
<div style="text-align: justify;">
–Y los cruzados no luchan contra cristianos.
</div>
<div style="text-align: justify;">
–Sin. Barcos.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Y allí que se fueron a conquistar la estratégica ciudad de Zara, en el Adriático, al rey de Hungría. Cuando se supo la noticia cundió la indignación. Tanto que el Papa excomulgó a los supuestos defensores de la fe, aunque posteriormente restringió la excomunión sólo a los venecianos.
</div>
<div style="text-align: justify;">
–Bueno, ya os hemos conquistado Zara.
</div>
<div style="text-align: justify;">
–Sí.
</div>
<div style="text-align: justify;">
–Así que ahora tenéis que llevarnos a Egipto.
</div>
<div style="text-align: justify;">
–Claro. ¡Qué es eso!
</div>
<div style="text-align: justify;">
–¿Qué?
</div>
<div style="text-align: justify;">
–¡Detrás de ti, un mono con tres cabezas!
</div>
<div style="text-align: justify;">
–¿Pero….? Ahí no hay nada. Espera, ¿este quién es?
</div>
<div style="text-align: justify;">
–Te presento a Alexius IV, futuro emperador de Bizancio. Con nuestra ayuda.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Alexius era hijo del anterior emperador, que acababa de ser depuesto por su hermano. Recién fugado de la cárcel se había acercado a Zara a ver si conseguía una ganga (no he podido evitarlo) que le permitiera reconquistar el trono.
</div>
<div style="text-align: justify;">
A los venecianos les vino como caído del cielo. Acababan de firmar un acuerdo comercial con Egipto (¿recordáis lo que os dije antes del cristianismo y el comercio?) y no era plan de soltar a un puñado de cruzados sedientos de sangre en la puerta de un socio, ¿verdad? Además Bizancio había pasado de ser socio comercial privilegiado de la Serenísima a dar cada vez más facilidades a sus competidores genoveses y pisanos. Así que, ¿qué mejor que un pelele, perdón, un emperador que les debiera su trono para renegociar los acuerdos y echar a los advenedizos?
</div>
<div style="text-align: justify;">
No costó mucho convencer a los cruzados: que si los bizantinos no eran cristianos como Dios manda, que si con la ayuda bizantina se podría ir por Anatolia hasta Tierra Santa, que si los bizantinos eran muy ricos… ¿He dicho ya que los bizantinos eran muy ricos?
</div>
<div style="text-align: justify;">
Total, que venecianos y cruzados se plantaron en Constantinopla, la tomaron al asalto y nombraron a Alexius emperador. Lo que sucedió a continuación os sorprenderá.
</div>
<div style="text-align: justify;">
¿Os podéis creer que los habitantes de la ciudad no sólo no agradecieron a los cruzados que asaltaran su ciudad, depusieran al emperador y pusieran a un títere en su lugar, sino que además intentaron echarlos? Como lo oís. Qué gente más desagradecida.
Así que cruzados y venecianos se vieron “obligados” a volver a tomar la ciudad. Pero nada de “venimos como amigos, os traemos a un emperador chupiguay”. Ahora era por las malas.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando pasaron los preceptivos tres días de (sangriento) saqueo la ciudad y, por extensión, el Imperio, habían quedado hechos unos zorros. Venecia se hizo con varias islas y puertos y, con los restos, los cruzados crearon el nuevo (y efímero) Imperio Latino.
</div>
<div style="text-align: justify;">
En el saqueo de Constantinopla se perdieron los frutos más de mil años de historia. Nunca sabremos cuánto de la herencia clásica desapareció en esos tres días. Una pérdida sólo comparable con el incendio de la biblioteca de Alejandría.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Lo poco que se salvó fue en gran parte por los propios venecianos, que mientras los cruzados saqueaban se dedicaron a arramblar con todo lo que pudiera tener interés para llevarlo de vuelta a su ciudad.
Como los caballos de bronce que adornaba el hipódromo, que todavía hoy se pueden ver en la basílica de San Marcos.<br />
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfoj0qP3QSvZNEX0R2ZuwJCTvwa3mIcUu-1OCyEtnksiF0AuCIq98vBMSC89RyAcAJP76eZtt39HTvmWWKPRPhDX8bZCQ0zIsJGcd6cSfUtbWYJJW3nG83-lyLj7e4UZG5K4bVUb8r13CJ/s1600/caballos_hipodromo%255B5%255D.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="333" data-original-width="396" height="335" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfoj0qP3QSvZNEX0R2ZuwJCTvwa3mIcUu-1OCyEtnksiF0AuCIq98vBMSC89RyAcAJP76eZtt39HTvmWWKPRPhDX8bZCQ0zIsJGcd6cSfUtbWYJJW3nG83-lyLj7e4UZG5K4bVUb8r13CJ/s400/caballos_hipodromo%255B5%255D.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Las consecuencias ser harían notar en los siglos siguientes. Bizancio llevaba casi 1000 años haciendo de puente entre Europa, África y Asia, y protegiendo a la primera de los embates de persas primero, y del Islam después.
Sin Bizancio los turcos tuvieron las puertas abiertas para construir un Imperio que acabaría amenazando el corazón de Europa y entre cuyos principales damnificados tuvo, precisamente, a los venecianos, que fueron expulsados del Mediterráneo Oriental. Justicia poética, al final fueron responsables de su propio decline.</div>
Malapatahttp://www.blogger.com/profile/17206865855336437551noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4257736323103296546.post-84784973868431895422018-01-26T18:41:00.000+01:002018-01-26T18:46:37.474+01:00La maldición de Pandu<div align="justify">
<br />
Hace poco estaba leyendo el Mahabhárata y una de sus historias me pareció tan curiosa y divertida que no pude evitar empezar a tuitearla. En cuanto me di cuenta se había convertido en un<a href="https://twitter.com/Malapata_/status/953716522651922433" target="_blank"> hilo que no dejaba de crecer</a>. Como me daba pena dejarla allí olvidada he querido rescatarla para el blog. No es una entrada al uso, aunque le he dado algo de estructura (sin editar el contenido) el lenguaje y la construcción la dictan los 280 caracteres de Twitter. Aún así creo que conserva su chispa también en este formato, aunque eso mejor los juzgáis vosotros.</div>
<div align="justify">
¿Que qué es el Mahabárata? Según <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Mahabharata">Wikipedia</a> el Mahabhárata es "la gran epopeya mitológica de la India”. Narra los conflictos entre
dos ramas de una familia real, agrupadas en torno a los cinco hermanos Pándava y
sus primos los noventa y nueve Káurava. Su enemistad y sucesivos enfrentamientos,
que desembocan en una gran batalla final, es el hilo conductor de la historia. </div>
<div align="justify">
Nadie sabe en realidad
cómo de antiguo es el Mahabharata. Puede tener veinte, treinta o hasta
cuarenta siglos. Sus 100.000 versos lo convierten en uno de los poemas
épicos más largos del mundo, ocho veces más extenso que la Ilíada y la
Odisea juntas y cuatro veces más que la Biblia.
Pero al mismo tiempo es una obra donde el romance, los celos, la aventura e incluso lo absurdo se dan de la mano para crear una historia desbordante de imaginación.</div>
<div align="justify">
Hoy os traigo mi versión, cargando algo más la parte humorística en un texto no exento de él, de la historia de la maldición del príncipe Pandu, y cómo esta acabó llevando al nacimiento de los Pándava que serán los auténticos héroes del Mahabhárata. </div>
<br />
<br />
<br />
<div align="justify">
El mayor entretenimiento del príncipe Pandu era salir por ahí con sus ejércitos a subyugar países vecinos, cosa que se le daba bastante bien. Un día, cansado de subyugar, decidió tomarse unas vacaciones en la montaña acompañado de sus dos jóvenes y hermosas esposas.</div>
<div style="text-align: justify;">
Al principio la cosa fue bastante bien; los días pasaban entre risas, cazando y folgando, folgando y cazando. Pero la desgracia acechaba cerca. La desgracia y una pareja de ermitaños, marido y mujer, que tenían la costumbre de meditar durante gran parte del año para tomarse un descanso de vez en cuando. Descanso que pasaban, en efecto, folgando, que se ve que el aire de la montaña era bastante revitalizante.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pero claro, si te pasas el año entero meditando luego el folgar normal y corriente te sabe a poco, así que tras unos días dale que te pego al ermitaño le dio por probar si eso de folgar como animales estaba tan bien como sonaba y metamorfoseó a los dos en ciervos.
Y oye, debía estar realmente bien, porque le pillaron el gusto y decidieron quedarse unos días como ciervos folgando de acá para allá por la montaña.</div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4dW0_wj_27gxFjjOsTUcXqI4eVwTic28tlXMKUjUwT_1uC3zOIjlBuQ3_yWQ9Zl3YlTE005wngtlV9oG-jrvaUeoZiZLCvPLSs34IbAnHaziVjZrvdweQTJDZgUQVna6ZPpCuPcaKXtlE/s1600/Pandu_ki_Shap.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="599" data-original-width="461" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4dW0_wj_27gxFjjOsTUcXqI4eVwTic28tlXMKUjUwT_1uC3zOIjlBuQ3_yWQ9Zl3YlTE005wngtlV9oG-jrvaUeoZiZLCvPLSs34IbAnHaziVjZrvdweQTJDZgUQVna6ZPpCuPcaKXtlE/s320/Pandu_ki_Shap.jpg" width="246" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Pandu a punto de llevarse el disgusto de su vida.</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
Hasta que un día se cruzaron con el joven príncipe Pandu en plena cacería.
Pandu no se atuvo a la costumbre que prohibía cazar a animales folgantes y atravesó con una flecha al ciervo macho, que inmediatamente se transformó de nuevo en ermitaño, que con su último estertor le dijo:
"¡No valía, estaba folgando! Me has cortado el rollo y yo te voy a cortar el tuyo. Escucha mi maldición: la próxima vez que yazcas con mujer morirás. ¡Chúpate es...!"</div>
<div style="text-align: justify;">
Y con esas palabras (más o menos), el ermitaño expiró.
Como podéis imaginar, Pandu se lo tomó regular. Volvió a contarles su desgracia a sus esposas, Kunti y Madri, y les pidió que se volvieran a la corte, que él se quedaba en la montaña, que si no podía folgar ya no quería ser príncipe ni nada.
Kunti y Madri le acompañaron en el llanto y las quejas por su mala cabeza. Pero se negaron a volver: si él quería vivir en la abstinencia, ellas, sus dos jóvenes, hermosas y deseables esposas, le acompañarían para que no sufriese en soledad.</div>
<div style="text-align: justify;">
Total, qué podía salir mal.</div>
<div style="text-align: justify;">
Así que se allí se quedaron los tres, decididos a acabar su vida como ermitaños y sin volver a comerse una rosca. (Así que ya sabéis niños y niñas, si un día os cruzáis con dos animalitos en plena faena ni se os ocurra molestarlos, no vayáis a acabar en una montaña aguantando la calentura por el resto de vuestra vida.)</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Al principio fue bastante duro pero, a pesar de lo que estáis pensando, Pandu, Kunti y Madri lograron contener sus juveniles impulsos y se entregaron a una vida de castidad y meditación en la montaña.
Al cabo de algo más de un añito Pandu se dio cuenta de que, a fuerza de meditar, ya apenas pensaba en folgar. Pero claro, allí perdidos en la montaña y sin muchas más cosas que hacer le dio por darle al coco y empezó a agobiarse.
La razón es que su abuela le había enseñado de pequeñito que si un hombre moría sin descendencia no podría entrar en el cielo. Es decir, que si folgaba, malo, y si no, también.</div>
<div style="text-align: justify;">
Agobiado Pandu le comentó a sus cuitas a otro de los ermitaños de la montaña (podríamos llamarlo Probe Miguel, ya que era feliz allí y hacía tiempo que no salía). Probe Miguel confirmó lo que le había contado su abuela, pero le dijo que en realidad lo importante
era educar al hijo, que en caso de necesidad podía ser otro el que fecundara a su esposa, y que bueno, ya que lo dices, yo no tengo nada pendiente para hoy, y que por un colega ermitaño lo que sea, eh, lo que sea.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pandu fue muy contento a contarle su idea a Kunti, que era la mayor de sus esposas. Kunti dijo que ni mijita, que ella al Probe Miguel no se acercaba ni con un palo. Pero que se si tanto empeño tenía había una alternativa mucho mejor.
Resulta que cuando era joven un hombre sabio se había alojado en casa de su padre y que, agradecido por lo bien que la muchacha lo había cuidado, le había enseñado un mantra que le permitía convocar a un Deva (dios) a su voluntad.</div>
<div style="text-align: justify;">
Lo que se ahorró contarle fue que en su momento lo usó para convocar al Deva del sol, sólo para descubrir que el mantra del hombre sabio era, en efecto, para convocar a un Deva, pero sólo si tenías intención de confraternizar con él. Confraternizar muy íntimamente.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pandu acogió la idea encantado. Un día se llevó a Madri a visitar a unos colegas ermitaños (no al Probe Miguel, que vete tú a saber por qué ya no le recibía con tanta alegría) y Kunti aprovechó para convocar al Deva de la justicia. Y allí mismo hicieron justicia. Y un bebé.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pandu se puso contentísimo con su primogénito, y se dispuso a enseñarle todo lo que sabía (empezando por no cazar animales cuando están en faena). Tanto le gustó su faceta de padre que, al cabo de un año, le dejó caer a Kunti que igual era al momento de saludar a algún otro Deva.
Kunti, que guardaba buen recuerdo de las anteriores dos visitas (¿He dicho dos? Qué va, no habrás escuchado bien, cari) se prestó encantada, esta vez llamando al Deva de los vientos, con el que hizo de... todo. Y otro bebé.</div>
<div style="text-align: justify;">
Y otra vez al cabo de un año que el feliz padre empieza a dejar caer que no hay dos sin tres, y que mira que lindos están, que son la alegría de la montaña. Total, que Kunti otra vez a convocar a un Deva.
Esta vez eligió al Deva supremo, que para que una vez al año que le da una alegría al cuerpo no es plan de cortarse. Tan poco se cortó que Kunti dijo hasta aquí hemos llegado, que lo de los Devas está muy bien, pero que su cuerpo mortal no iba a aguantar otro homenaje como esos.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pero tanto insistió Pandu en seguir aumentando la familia, que al final Kunti admitió usar el mantra una última vez, pero para que lo disfrutara Mandri, que al tiempo dio a luz a gemelos.
Aunque le hubiera gustado tener alguno más, Pandu fue muy feliz criando a sus cinco hijos junto con Kunti y Mandri.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Pasaron quince años llenos de alegrías y satisfacciones, hasta que, finalmente, pasó lo que tenía que pasar.
Estaba Pandu dando un garbeo por la montaña cuando llegó junto a un río donde Mandri estaba a punto de darse un baño. Dieciocho años hacía que Pandu no había visto a un mujer desnuda, así que os podéis imaginar su reacción.
Sin poder contenerse se lanzó sobre Mandri a dejar salir dieciocho años de celibato. Y aunque Mandri intentó detenerlo, acabó pensando que al fin y al cabo quizás después de tanto tiempo la maldición habría perdido su poder.</div>
<div style="text-align: justify;">
Y no.</div>
<div style="text-align: justify;">
Podríamos decir que fue un polvo de morirse.</div>
<div style="text-align: justify;">
Así acabó sus días el bueno de Pandu, con una sonrisa en los labios, dejando tras de sí a cinco jóvenes que acabarían siendo los protagonistas de uno de los más grandes textos míticos de la antigüedad. Pero eso ya es otra historia.</div>
Malapatahttp://www.blogger.com/profile/17206865855336437551noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4257736323103296546.post-21752545849016872062018-01-03T10:59:00.001+01:002018-01-03T13:31:08.425+01:00Gotham: de pueblo de locos a ciudad de Batman<div style="text-align: justify;">
<br />
Gotham, un nombre que trae a la cabeza callejones oscuros donde un justiciero enmascarado lucha por la justicia. Sin embargo, ¿qué pensáis si os digo que durante varios siglos su nombre estuvo asociado a chistes de gente torpe o de pocas entendederas?</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgu75igqkB2wWcd2a_1okR8J3H6OsfO_XWSC0SbCn9ZXRzz2Fsfx5WprXoTUgMKK_o6QNoHfSN6dxwzYlov9Q0BpXHbdNPno9UgUKWpD3Nq3Gg55TXllrBK_LfCE_iXU00g954LWMgoP3OJ/s1600/Jamie-rama-darkknightillustration14.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="448" data-original-width="996" height="284" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgu75igqkB2wWcd2a_1okR8J3H6OsfO_XWSC0SbCn9ZXRzz2Fsfx5WprXoTUgMKK_o6QNoHfSN6dxwzYlov9Q0BpXHbdNPno9UgUKWpD3Nq3Gg55TXllrBK_LfCE_iXU00g954LWMgoP3OJ/s640/Jamie-rama-darkknightillustration14.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Batman intentando recordar dónde aparcó el batmóvil. <br />
(Ilustración de Jaime Rama para la película <i>Batman, el caballero oscuro</i>. <a href="http://filmsketchr.blogspot.com.es/2012/07/glorious-dark-knight-concept-art-by.html" target="_blank">Fuente</a>).</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<h3>
Los hombres sabios de Gotham</h3>
<br />
<div style="text-align: justify;">
El origen del nombre de Gotham nos lleva varios siglos atrás en el tiempo y al otro lado del océano, hasta la Inglaterra medieval. Allí podían oírse chistes como "Un hombre llega al mercado montado a caballo con dos sacos de trigo sobre los hombros. Cuando le preguntan por qué carga con los sacos él responde que es para no cansar al caballo", o como el inquilino que, como sus pagos se estaban retrasando, decide atar el dinero a un liebre para que fueran más deprisa.</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvk8HEDK6vwBOLcMIBCKctEFap_X1uS6LjWckEvW8P4duzAAEBBXW1bBu4rwQ-URTAi1LbH-aEztY6MEUfseGOLrHGeoXopXW4XJo4FvWx6Gogd64LNKOeu3fUOLfvz4SiyLRyNhF3Svss/s1600/Joker.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="627" data-original-width="1280" height="312" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvk8HEDK6vwBOLcMIBCKctEFap_X1uS6LjWckEvW8P4duzAAEBBXW1bBu4rwQ-URTAi1LbH-aEztY6MEUfseGOLrHGeoXopXW4XJo4FvWx6Gogd64LNKOeu3fUOLfvz4SiyLRyNhF3Svss/s640/Joker.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">"A una liebre, ¿lo pillas? Porque las liebres van rápido y él se estaba retrasando. Bueno, el dinero era lo que se retrasaba... Déjalo, no sé por qué sigo intentándolo."</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Hoy en día puede que no nos resulten muy graciosos, aunque supongo que en una sociedad donde tu principal preocupación era no morirte de hambre y frío en invierno no era muy exquisitos con el subtexto. Pero lo que nos interesa aquí es lo que estos y otros chistes tenían en común; estaban protagonizados por ciudadanos de Gotham, un humilde pueblo del condado de Nottingham. La fama de los <i>hombres sabios de Gotham</i> fue tal que incluso se hicieron recopilaciones, como el <i>Merrie Tales of the Mad Men of Gotham</i>, publicado en el siglo dieciséis. Sin embargo, si buceamos en el origen de la historia nos encontramos con que los hombres de Gotham resultaban ser bastante más inteligentes de lo que indicaba su fama.</div>
<div style="text-align: justify;">
Retrocedemos hasta el siglo doce, cuando el rey Juan I de Inglaterra (sí, el de Robin Hood, pero esto no tiene nada que ver con él) decide acercarse a visitar la ciudad de Nottingham (sí, la del sheriff de Robin Hood, pero ya os he dicho que no tiene nada que ver). Por el camino debía pasar por la villa de Gotham.</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:King_John_from_De_Rege_Johanne.jpg#/media/File:King_John_from_De_Rege_Johanne.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="King John from De Rege Johanne.jpg" height="331" src="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/c/c6/King_John_from_De_Rege_Johanne.jpg/1200px-King_John_from_De_Rege_Johanne.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El rey Juan I de Inglaterra cazando un ciervo mientras hace malabares con rectángulos dorados. <br />
De <i>The National Portrait Gallery History of the Kings and Queens of England</i> de David Williamson <a href="https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=6640149">(fuente).</a></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Pero cuando apareció el heraldo del rey su acogida no fue lo que podríamos calificar de amable, hasta el punto que tuvo que salir del pueblo a toda velocidad esquivando las pedradas de los lugareños. ¿Qué tenían los ciudadanos de Gotham en contra del rey Juan? (Y no me vengáis otra vez Robin Hood, hay que ver la obsesión que tenéis con el tema.)</div>
<div style="text-align: justify;">
La razón de esta inquina era que, por ley, camino por donde pasara el rey, camino que se convertía en camino real, obligando a los habitantes de la zona a hacerse cargo de su mantenimiento. El rey Juan no se tomó nada bien el trato dado a su mensajero y despachó un puñado de caballeros a dar un escarmiento a los habitantes de Gotham y, de paso, recordarles el puesto que tenía cada uno en la pirámide feudal.</div>
<div style="text-align: justify;">
Los ciudadanos de Gotham, una vez pasado el calentón, empezaban a darse cuenta del lío donde se habían metido. Una cosa era tirarle piedras a un mensajero y otra muy distinta enfrentarse a un puñado de tanques a caballo. Y aquí entró en juego el ingenio que acabaría haciéndoles famosos.</div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3kleXiwxeHjg6cw0QQEkXVh5LBDyQeuyAVXpOobHI9uHYLO7MaXWO34WSESr5DfafM_n9sMLLn6xh3NhKevwcJ1jtgTGk5xP1mRmVF5W94VeUkR_uFYMqmyYs84lWo_B5hggh11tVE7cx/s1600/Merry+TAles.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="461" data-original-width="304" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3kleXiwxeHjg6cw0QQEkXVh5LBDyQeuyAVXpOobHI9uHYLO7MaXWO34WSESr5DfafM_n9sMLLn6xh3NhKevwcJ1jtgTGk5xP1mRmVF5W94VeUkR_uFYMqmyYs84lWo_B5hggh11tVE7cx/s320/Merry+TAles.jpg" width="211" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Libro de chistes sobre los lunáticos de Gotham.</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
Cuando los caballeros llegaron al pueblo notaron que algo raro pasaba. En lo alto de una colina colina unos aldeanos arrojaban quesos rodando para que fueran ellos solos a venderse al mercado de Nottingham; otro intenta atrapar el reflejo de la luna en un río; más allá habían subido varios carros al techo de un granero para que le dieran sombra; unos cuantos estaban clavando estacas alrededor de un arbusto para atrapar al cuco que estaba posado en él... Allá donde mirasen los ciudadanos estaban realizando las tareas más estrafalarias y faltas de sentido.</div>
<div style="text-align: justify;">
Asustados dieron media vuelta y corrieron a avisar a su señor. En aquella época se creía que la locura era contagiosa, así que antes que arriesgarse a contraerla el rey Juan decidió dar un rodeo y evitar la ciudad.</div>
<div style="text-align: justify;">
La treta acabó dando fama a la ciudad, con un dicho según el cual en Gotham son más tontos los que cruzan la villa que los que viven en ella, y que acabó derivando en una fama de simples que les hizo protagonistas de numerosos chistes.</div>
<br />
<br />
<h3>
El nombre cruza el océano</h3>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Tan popular se hizo el nombre y su asociación a un comportamiento absurdo que el escritor del siglo XIX Washintong Irving lo utilizó para denominar a su ciudad natal, Nueva York, en el periódico satírico <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Salmagundi_(periodical)" target="_blank">Salmagundi</a>. El nombre hizo fortuna y se popularizó como forma de denominar a los bajos fondos de la ciudad o, por extensión, a la ciudad entera.</div>
<div style="text-align: justify;">
Varias décadas después el escritor Bill Finger buscaba un nombre para la ciudad de Batman. Su inspiración era Nueva York, pero querían cambiar el nombre. <i>Capital City</i> o <i>Coast City</i> fueron descartados, hasta que un día, mirando una guía telefónica, se encontró con Joyeros Gotham. El nombre era idean, sonoro y con reminiscencias oscuras, y así quedó nombrada la ciudad del justiciero.</div>
<div style="text-align: justify;">
La relación entre ambas Gothams ha sido algo aceptado. El alcalde de Nueva York Giulliani escribió una carta a la Gotham inglesa reconociendo las raíces de su ciudad, y el pueblo fuera parada para el elenco de Batman cuando estaban promocionando la película por Inglaterra.</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a class="gie-single" href="http://www.gettyimages.com/detail/853155856" id="Vc1QsqLFQ2NY5Ov28jGN9w" style="border: none; color: #a7a7a7; display: inline-block; font-weight: normal; text-decoration: none;" target="_blank">Embed from Getty Images</a><script>window.gie=window.gie||function(c){(gie.q=gie.q||[]).push(c)};gie(function(){gie.widgets.load({id:'Vc1QsqLFQ2NY5Ov28jGN9w',sig:'XHheyvBpdvguHvVBV76WPicZlVwb8HUm-qsG9Vmei-c=',w:'430px',h:'594px',items:'853155856',caption: true ,tld:'com',is360: false })});</script><script async="" charset="utf-8" src="//embed-cdn.gettyimages.com/widgets.js"></script></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Escultura de la ciudad de Gotham que rememora la historia de sus hombres sabios, con un Batman trepando por el lateral.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<h3>
</h3>
<h3>
Fuentes:</h3>
<br />
<div style="text-align: justify;">
La historia de los hombres sabios de Gotham la descubrí viendo el documental <a href="https://www.youtube.com/watch?v=zn6KioEogdM&list=PLcMNaTUIX_mbUTs2IIqXSgmhJd-SfXWME" target="_blank"><i>Terry Jones' Medieval Lives: The peasant</i></a>. A partir de ahí me puse a investigar y encontré un <a href="http://www.bbc.com/news/uk-england-nottinghamshire-24760791" target="_blank">artículo de la BBC sobre Gotham</a> y otro sobre sus <a href="http://www.bbc.co.uk/nottingham/content/articles/2008/07/24/features_gotham_batman_origins_feature.shtml" target="_blank">hombres sabios</a>. Y, por supuesto, las entradas de la Wikipedia (en inglés) sobre la <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Gotham,_Nottinghamshire" target="_blank">Gotham real</a>, la <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Gotham_City" target="_blank">Gotham de Batman</a> y los <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Wise_Men_of_Gotham" target="_blank">hombres sabios de Gotham</a>. </div>
Malapatahttp://www.blogger.com/profile/17206865855336437551noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4257736323103296546.post-23659649218009289492017-11-21T19:42:00.001+01:002017-11-21T19:42:29.897+01:00El rey, el heredero, el guapo y la infanta III: Las consecuencias<div style="text-align: justify;">
<br />
Supongo que debería empezar esta tercer y última entrada con algo tipo "En anteriores episodios de <i>El rey, el heredero, el guapo y la infanta</i>...", pero lo mejor es que si acabas de llegar primero eches un vistazo a la <a href="https://lacanciondemalapata.blogspot.com/2017/09/el-rey-el-heredero-el-guapo-y-la.html" target="_blank">presentación de los personajes</a> y a la historia de <a href="https://lacanciondemalapata.blogspot.com/2017/10/el-rey-el-heredero-el-guapo-y-la.html" target="_blank">la aventura en España</a> del heredero y el guapo. </div>
<br />
<h3>
El recibimiento</h3>
<br />
<div style="text-align: justify;">
En el último episodio de <i>El rey, el heredero, el guapo y la infanta</i> habíamos dejado al príncipe Carlos inclinado sobre la borda del barco que le llevaba de vuelta a Inglaterra, quizás pensando en el recibimiento que le esperaba en casa. No en vano había puesto en peligro al heredero y único hijo del rey lanzándose voluntariamente a las manos de una potencia extranjera. </div>
<div style="text-align: justify;">
Uno podría esperar que el recibiendo de Carlos en
Inglaterra sería el equivalente real de un cachete y un "Y a ver si la
próxima vez nos lo pensamos un poquito antes de hacer nada". Todo lo
contrario. El pueblo lo recibió como un héroe: cinco meses
después de su huida el príncipe volvía de manos de los pérfidos
papistas sin haber cedido un ápice en sus convicciones. A
su paso se encendieron fuegos y reunieron multitudes para celebrar el
regreso, componiéndose coplillas y rimas para la ocasión, como la que
decía</div>
<blockquote class="tr_bq">
<br />
<i>On the fifth day of October</i><br />
<i>it would be treason to be sober.</i></blockquote>
<div style="text-align: justify;">
El buen recibimiento no enfrió el enfado de Carlos. Si Felipe IV y Olivares pensaban sacar provecho de la
visita del príncipe no pudieron medir peor las consecuencias.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pero aquí vamos a aprovechar para cerrar el círculo y, al igual a cómo hicimos en su presentación, nos detendremos en cada uno de los protagonistas por separado.</div>
<br />
<br />
<h3>
Las consecuencias</h3>
<br />
<h4>
El rey</h4>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Probablemente el más contento con el final de la aventura española del príncipe fue su padre: finalmente había logrado recuperar a su hijo y a su..., a su... bueno, a su favorito, el Duque de Buckingham. Pero los dos jóvenes ya no eran los mismos; volvían de España llenos de resentimiento y deseos de venganza.</div>
<div style="text-align: justify;">
Jacobo encontró cada vez más difícil mantener la política conciliadora que había caracterizado su reinado. Carlos maniobró en la corte y el Parlamento, usando a Buckingham para mantener a su padre apartado de Londres, en pos de una declaración de guerra contra España.</div>
<div style="text-align: justify;">
De esta época data una carta del rey a Buckingham en la que muestra el aprecio que sentía hacia su favorito:</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote class="tr_bq">
"No puedo evitar enviarte esta carta, rezando a Dios porque pueda tener un alegre y agradable encuentro contigo, y que podamos celebrar esta Navidad un nuevo matrimonio que se mantenga en el futuro. Porque, así quiera Dios, lo único que deseo es vivir en este mundo para tu bien, ya que prefiero antes vivir desterrado en cualquier lugar de la tierra contigo antes que vivir una triste vida de viudo sin ti. Que Dios te bendiga, mi dulce niño y esposa, y permita que prestes siempre confort a tu padre y esposo."</blockquote>
</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Mientras la guerra se acercaba la salud del rey se deterioraba, hasta su fallecimiento el 24 de marzo de 1625. Sus contemporáneos no tuvieron en gran aprecio su reinado. Su carácter dubitativo, sus enfrentamientos con el Parlamento y sus desmesurados gastos ocultaron un importante hecho: sus veintidós años de reinado fueron, en general, pacíficos, un fenómeno raro en la historia de Inglaterra y casi de cualquier país europeo de la época. Una paz que sus súbditos no iban a tardar en echar en falta.</div>
<div style="text-align: justify;">
Aunque hoy en día su nombre aparece asociado a la traducción de la biblia que encargó y que lleva su nombre, siendo aún hoy en día la oficial de la Iglesia Anglicana.</div>
<br />
<br />
<a name='more'></a><br />
<h4>
El guapo</h4>
<br />
<div style="text-align: justify;">
George Villiers, primer Duque de Buckingham volvió de España decidido a hacerles pagar el ninguneo al que había sido sometido. Junto a su amigo el príncipe maniobró para declarar la guerra a España. Que, como almirante de la flota, fuera a conseguir una décima parte del botín, no influyó para nada en su afán de venganza.</div>
<div style="text-align: justify;">
Bueno, quizás un poquito.</div>
<div style="text-align: justify;">
Se reunió a un ejército bien preparado. Bueno, preparado quizá no sea la palabra adecuada. A un ejército dispuesto... No, dispuesto tampoco. Dejémoslo en que se reunió un ejército.</div>
<div style="text-align: justify;">
Y vaya ejército. Se realizó mediante leva forzosa, y los prohombres del reino no dudaron a utilizar la oportunidad para librarse de toda chusma que no querían en sus territorios. No es de extrañar que soldados tan entregados llevaran a cabo cualquier estratagema para librarse de servir a su país al otro lado del Canal, desde cortarse unos dedos hasta sacarse un ojo.</div>
<div style="text-align: justify;">
Todavía si el ejército hubiera estado bien entrenado o aprovisionado algo de provecho se hubiera podido hacer con él, pero Buckingham era más aficionado a la acción que a la reflexión, y el resto de implicados preferían quedarse con los fondos que en gastarlos en cosas tan superfluas como botas o rancho. En poco tiempo, entre muertes, enfermedades y deserciones, el ejército quedó reducido a una cuarta parte sin haber conseguido ninguna victoria reseñable.</div>
<div style="text-align: justify;">
Mientras el ejército se desangraba en el continente falleció Jacobo I. Bajo el reinado de su amigo Carlos II Buckingham continuó siendo el hombre fuerte del país. Sin embargo sus habilidades para manejarse en la corte no se unían a otras para el buen gobierno.</div>
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBvEKbH4HFdcP17nPjF4OgBLQmnNqTyMVwQle5bsNVJ9ZgqFOJsyEX7UKdUxhGc5Kx5T7rSDn2mAHub89llwkF63bDM4umSzny0UeRLcUf4GaAaBC6Tfi9CTmf3cRTAGMDhyphenhyphenjgvnn5zrjv/s1600/The_Liberal_Arts_presented_to_King_Charles_and_Henrietta_Maria.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="707" data-original-width="1024" height="440" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBvEKbH4HFdcP17nPjF4OgBLQmnNqTyMVwQle5bsNVJ9ZgqFOJsyEX7UKdUxhGc5Kx5T7rSDn2mAHub89llwkF63bDM4umSzny0UeRLcUf4GaAaBC6Tfi9CTmf3cRTAGMDhyphenhyphenjgvnn5zrjv/s640/The_Liberal_Arts_presented_to_King_Charles_and_Henrietta_Maria.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El duque de Buckingham, en el centro caracterizado como Mercurio, hace el ofrecimiento de las artes liberales al rey Carlos y la reina Enriqueta María, caracterizados como los dioses Apolo y Diana. Me estoy imaginando al duque diciéndole a los reyes "Le he encargado a van Honthorst que haga un cuadro donde salgamos todos juntos. Algo sencillito, sin pretensiones".</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Una de sus primeras misiones a las órdenes del nuevo rey fue ir a buscar a la nueva esposa de éste, a la sazón hermana del rey Luis XIII de Francia, con el que debía negociar una alianza contra España. Pero no fue muy bien la cosa. Sobre todo porque a Luis XIII no
le hizo mucha gracia que el duque aprovechara la ocasión para tirarle
los tejos a la reina (flirteo que recogió Alejandro Dumas como eje
central de <i>Los tres mosqueteros</i>).</div>
<div style="text-align: justify;">
Así que Inglaterra se lanzó a la guerra sin el respaldo francés y con la tesorería vacía, pues el rey Carlos no había logrado convencer al Parlamento para que aprobase un gasto extraordinario. Falta de fondos que se reveló fatal, al menos para los ciudadanos de Plymouth, cuando los
marineros hambrientos salieron de sus barcos para lanzarse sobre toda oveja o buey que
encontraron en los alrededores.</div>
<div style="text-align: justify;">
La cosa no fue mucho
mejor cuando desembarcaron en Cádiz. Tras poner la
ciudad bajo asedio la tropa se dedicó a
confiscar cuanto barril de vino encontraron por los alrededores, dando
lugar a una descomunal borrachera que afectó a todo el campo inglés.
Cuando los defensores se dieron cuenta se
lanzaron sobre ellos, obligándolos a volver a sus barcos.</div>
<div style="text-align: justify;">
Todavía
se plantearon esperar para hacerse con la plata cuando llegara
de América, pero los encargados de la flota habían estado más atentos en
llenar sus bolsillos que en aparejar bien a sus barcos o en cuidar los
cascos de sus barcos, que empezaban a pudrirse, así que tuvieron que
volver a Inglaterra con el rabo entre las piernas.</div>
<div style="text-align: justify;">
Buckingham fue considerado como el responsable del fracaso. A esto se unieron acusaciones de corrupción y nepotismo, más las asociadas al hacer de pararrayos de su amigo el rey Carlos, cada vez más impopular. Por el reino circulaban coplillas como</div>
<blockquote class="tr_bq">
<br />
<i>Who rules the kingdom? The king.</i><br />
<i>Who rules the king? The duke.</i><br />
<i>Who rules the duke? The devil.</i></blockquote>
<div style="text-align: justify;">
El Parlamento intentó juzgarlo en dos ocasiones, lo que le costó sendas disoluciones por parte del rey. Tan mala llegó a ser su fama que cuando, en 1628, un antiguo soldado resentido le asesinó a puñaladas, el culpable fue aclamado como un héroe. Inglaterra perdía de un solo golpe a un mal gobernante y a un buen bailarín.</div>
<br />
<br />
<h4>
El heredero</h4>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGAY2bwXqQf8ANDY5Jt-0AZkH3ZKLG3kiodezaiKlK2vaBLXcgWcY9QB4L7fM2RCS3VMVo1B173laADC_9DLRa_SUKgLepLrugxjDK7TD2p_DZ_riyQVbekKMR65J6WRmBpMEtz5YzdAGe/s1600/256px-HenriettaMariaofFrance02.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="297" data-original-width="256" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGAY2bwXqQf8ANDY5Jt-0AZkH3ZKLG3kiodezaiKlK2vaBLXcgWcY9QB4L7fM2RCS3VMVo1B173laADC_9DLRa_SUKgLepLrugxjDK7TD2p_DZ_riyQVbekKMR65J6WRmBpMEtz5YzdAGe/s1600/256px-HenriettaMariaofFrance02.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Enriqueta María de Francia, que acabaría siendo <br />
la esposa de Carlos I, retratada por Van Dyck.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div style="text-align: justify;">
El príncipe Carlos había vuelto de su aventura en Madrid lleno de rabia contra los españoles y buscando venganza. No era Inglaterra en aquel momento un país para afrontar esta aventura solo, así que, haciendo bueno aquello de "El enemigo del enemigo..." se volvió hacia Francia. El rey Luis XIII tenía una hermana casadera, por lo que una boda parecía la solución adecuada para vengarse de lo que a una boda se debía. O algo así.</div>
<div style="text-align: justify;">
El problema es que Francia era un país católico y, para consentir la boda, el rey pedía que se cambiase la actitud de la corona inglesa hacia sus súbditos católicos.</div>
Un momento, esto me suena.<br />
<div style="text-align: justify;">
En efecto, era justamente lo que pedían los españoles y que impidió que se celebrara la boda con la infanta María Luisa.</div>
Yo tampoco lo entiendo.<br />
<div style="text-align: justify;">
El caso es que Carlos prefirió enfrentarse a la facción protestante que le había apoyado para declarar la guerra a España y se comprometió con el rey francés a cambio de la boda que se celebró, a distancia, el 1 de mayo de 1625. </div>
<div style="text-align: justify;">
Tras esto siguió la desastrosa campaña contra España, junto a las quejas del Parlamento por el buen trato que el rey estaba dispensando a los católicos.</div>
<div style="text-align: justify;">
Todo esto no fue sino el comienzo de una serie de enfrentamientos entre el rey y el Parlamento, que fue creciendo en intensidad durante los años de su reinado hasta desembocar en una guerra civil que acabó derrocándolo y llevándolo a la guillotina en 1649, convirtiéndose Inglaterra en una república de facto durante once años.</div>
<div style="text-align: justify;">
Podríamos decir que Carlos I acabó echando de menos haber puesto algo más de cabeza en sus decisiones. Y a su cabeza también. </div>
<br />
<br />
<h4>
La infanta</h4>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Y mientras todo esto sucedía en Inglaterra, ¿que había sido de la infanta María Ana? Una vez desechado, para su alegría, el candidato inglés, María Ana acabó casada con el rey de Hungría y Bohemia, un católico como dios manda que con el tiempo la convertiría en emperatriz del Sacro Imperio Romano Germánico. </div>
<div style="text-align: justify;">
No puedo dejar de imaginármela, rodeada de sus seis hijos, escuchando las noticias que llegaban de Inglaterra y sonriendo al recordar al alocado príncipe que se había presentado años antes pidiendo su mano.</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimzmTVr-9TnVEi1m8lz2FvlbjQxcIqllumOkgcSt7-AdCbAQZsX31UBzX8Cys4zHGEJXYCkgUHmej5u52hPrgzYD4bUSK6Vzk_aOjAL7PLx5SdaAKejWS9APO56B3X2Cj_ISV3yWgMxmBQ/s1600/FerdinandIII.MariaAnna.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="338" data-original-width="512" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimzmTVr-9TnVEi1m8lz2FvlbjQxcIqllumOkgcSt7-AdCbAQZsX31UBzX8Cys4zHGEJXYCkgUHmej5u52hPrgzYD4bUSK6Vzk_aOjAL7PLx5SdaAKejWS9APO56B3X2Cj_ISV3yWgMxmBQ/s1600/FerdinandIII.MariaAnna.JPG" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">María Ana y Fernando, futuros emperadores del Sacro Imperio Germano Romano Germánico.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<h3>
Fuentes </h3>
<div style="text-align: justify;">
El núcleo principal de las tres entradas lo he sacado de <i>Civil War</i>, el tercer volumen de la historia de Inglaterra de Peter Ackroyd. Además de algún dato suelto que he buscado sobre la marcha en las páginas de Wikipedia de los implicados.</div>
<div style="text-align: justify;">
Las imágenes son todas de Wikipedia o Wikipedia Commons.</div>
Malapatahttp://www.blogger.com/profile/17206865855336437551noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4257736323103296546.post-83666987730568080612017-10-07T12:08:00.002+02:002017-10-07T12:08:51.862+02:00El rey, el heredero, el guapo y la infanta II: La aventura<div style="text-align: justify;">
<br />
En la <a href="https://lacanciondemalapata.blogspot.com.es/2017/09/el-rey-el-heredero-el-guapo-y-la.html" target="_blank">entrada anterior</a> os contaba como, en una Europa dividida por los conflictos religiosos, el príncipe Carlos de Inglaterra se lanzó a una aventura en pos de <strike>una generosa dote que sacara a su padre de sus apuros económicos</strike> el amor.</div>
<br />
<h3>
El viaje</h3>
<br />
<div style="text-align: justify;">
En febrero de 1623 el príncipe Carlos y George Villiers, duque de Buckingham, abordan al rey Jacobo I con su plan: viajarán de incógnito a España para pedir la mano de la infanta María Ana, hija de Felipe IV. El rey, fiel a su carácter errático, les dice que sí para desdecirse al día siguiente. Intenta explicarles que su idea es una locura, que sólo conseguirán poner en peligro sus vidas y convertirse en rehenes en una negociación con España. En vano; Carlos tiene 22 años y todavía cree que una gesta heroica puede hacer más que doce años de negociaciones. </div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiHuDP-8LAhkHS5x4CimnylZ9VGuNCFL1ZWedeIY2SRWM3Co0XdzjdnafhY4QPu5VMl9E5g4fd29_13qHantUOZUOF6gkzmUjlBi7ezeRYepnG_T6iuUP-L2u9n_tMnxDBtG4lAoFbxrF4/s1600/DW-Next-Doctor.gif" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="166" data-original-width="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiHuDP-8LAhkHS5x4CimnylZ9VGuNCFL1ZWedeIY2SRWM3Co0XdzjdnafhY4QPu5VMl9E5g4fd29_13qHantUOZUOF6gkzmUjlBi7ezeRYepnG_T6iuUP-L2u9n_tMnxDBtG4lAoFbxrF4/s1600/DW-Next-Doctor.gif" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Incluso el Doctor Who lleva <br />
usando el nombre de John Smith <br />
casi desde el inicio de la serie.</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
El 18 de ese mes el
heredero y el guapo emprenden viaje hacia Madrid. Confiaban en sus disfraces: llevaban barbas postizas. Además habían elegido unos nombres que seguro que no llamarían la atención: Tom y John Smith. Como curiosidad John Smith es uno de los nombres que se usa habitualmente en Inglaterra para referirse a alguien cualquiera: "Entonces ese tipo, digamos que se llamaba John Smith..." ¿Os hacéis una idea, no?</div>
<div style="text-align: justify;">
Total, que allí iban este par de valientes, con sus barbas postizas y sus nombres a prueba de curiosos, dispuestos a comerse el mundo. Lástima que a estos maestros del disfraz les faltara algo de experiencia fuera de la corte. Por ejemplo, saber que cuando se paga a un barquero con una moneda de oro lo normal es esperar el cambio. El barquero hizo sus cábalas, ¿a dónde irían estos tipos de tan buenas maneras, nombres tan sospechosos y que se desprenden del dinero como si no hubiera un mañana? Así que fue raudo a avisar a las autoridades de que acaba de cruzar a un par de duelistas. Se organizó una partida en su búsqueda que no fue capaz de encontrarlos. Quizás no esperaban que siendo duelistas se molestaran en ir muy lejos. Al menos uno de ellos.</div>
<div style="text-align: justify;">
Peor suerte tuvieron al pasar junto a Canterbury. Esta vez sus avezados disfraces y su saber estar hizo que los confundieran, no con duelistas, sino con asesinos. Metidos en semejante embrollo, al duque de Bukingham no le
quedó más remedio que quitarse la barba delante del alcalde e improvisar que iba de incógnito a Dover para una inspección sorpresa de la flota.</div>
<div style="text-align: justify;">
En Dover les esperaba un barco para cruzar el canal. Luego París y, tras una agotadora cabalgada de dos semanas, Madrid.</div>
<a name='more'></a><div style="text-align: justify;">
Allí
se plantaron en la puerta del embajador inglés que, suponemos que tras asegurarse de que no era una broma, se apresuró a recibir tan ilustres invitados. La noticia no tardó en llegar al conde de Gondomar, antiguo embajador
español en la corte inglesa, que había regresado el año anterior a
España. Gondomar se apresuró a presentarse ante el Conde-duque de
Olivares, valido del rey Felipe IV. Al ver la gran sonrisa que traía el
antiguo embajador, Olivares le dijo: "Cualquiera diría que tienes aquí
al rey de Inglaterra". A lo que Gondomar respondió: "Ya que no al
rey, al menos tengo al príncipe".</div>
<div style="text-align: justify;">
La cosa no pintaba muy bien para los viajeros.</div>
<br />
<br />
<h3>
En Madrid</h3>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Gondomar y Olivares corrieron con la noticia a Felipe IV. Es posible que el rey les preguntara "¿Pero este a qué ha venido?" y entonces se miraran los tres sin saber qué decir. Porque, a ver, España e Inglaterra quizás no fueran los mejores amigos, pero en ese momento las relaciones eran fluidas, al fin y al cabo llevaban doce años discutiendo una boda para unir a ambas casas reales. Entonces, ¿por qué venir en secreto, sin avisar ni siquiera al embajador inglés? A los españoles sólo se les ocurrió una explicación: el príncipe había huido para convertirse al catolicismo.</div>
<div style="text-align: justify;">
La idea era sin duda atractiva, tanto a nivel religioso como político. La conversión y posterior boda supondría una alianza entre casas reales que trajera a la herética Inglaterra de vuelta al redil y serviría de contrapeso a protestantes y franceses. </div>
<div style="text-align: justify;">
Carlos, al que le reservaron unos aposentos en el palacio real, estaba tan deseoso de agradar a sus anfitriones que no quiso desmentir del todo la idea. Ni afirmarla. Digno hijo de su padre, intentaba agradar a todos sin comprometerse, y si un día parecía que estaba por la labor de convertirse, al siguiente se mostraba muy contento con su fe actual.</div>
<div style="text-align: justify;">
Y mientras pasaba el tiempo.</div>
<div style="text-align: justify;">
Hasta abril no consigue Carlos ver a su pretendida, de la que escribió que era más hermosa de lo que había creído. Llevado por el fervor (y quizás ya harto de no llegar a nada), se saltó el protocolo para decirle lo que sentía por ella. Para descubrir en seguida que en la corte española el protocolo se tomaba bastante en serio. No creo que le hiciera la cobra porque dudo que llegaran a estar lo bastante cerca, pero parece ser que fue una situación bastante incómoda para todos, y que el mismo Carlos se dio cuenta de que había metido la pata.</div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjO42Qy4ttLSx1NcHpeBXysotZdKYG67wiNlWWlBC7WZF0pwelEqgd_TgnJWwMNr37ITRjwkFp1LTKepWlQ7OTHXdwKwLj5XZZdp05FbqVxBB01VBUyFeI9dVaR3i82Zsi8n0sBALJrK_Dh/s1600/PhilipIV01.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="587" data-original-width="450" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjO42Qy4ttLSx1NcHpeBXysotZdKYG67wiNlWWlBC7WZF0pwelEqgd_TgnJWwMNr37ITRjwkFp1LTKepWlQ7OTHXdwKwLj5XZZdp05FbqVxBB01VBUyFeI9dVaR3i82Zsi8n0sBALJrK_Dh/s320/PhilipIV01.jpg" width="245" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Felipe IV con cara de "Me estás
diciendo
que <br />
el príncipe inglés se ha echado atrás con lo
de <br />
convertirse OTRA VEZ". Retrato de Rubens.</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
Los españoles seguían insistiendo en la idea de la conversión, sin que Carlos se decidiera a desengañarlos del todo. Le propusieron que al menos podría recibir instrucción en los preceptos del catolicismo, quizás pensando en que hacerle ver las mentiras de su falsa fe era todo lo que necesitaba Carlos para terminar de decidirse.</div>
<div style="text-align: justify;">
La reunión tenía bastante nivel: cuatro frailes capuchinos frente a la futura cabeza de la iglesia de Inglaterra. La responsabilidad pesaba sobre los asistentes; nadie se decidía a dar el primer paso y el silencio pesaba sobre la sala. Al fin uno de los monjes se decidió a abrir la discusión: "¿Y bien? ¿Tiene su excelencia algo sobre lo que le gustaría debatir?". "Nada de nada. De hecho, no tengo ninguna duda", respondió el príncipe.</div>
<div style="text-align: justify;">
Tan pocas dudas tenía que llegó a solicitar que se permitiera acceso al palacio real a un sacerdote de la fe inglesa reformada para oír misa. Cuando escuchó la propuesta Olivares mandó llamar al embajador inglés para decirle que ni mijita, que si hacía falta le impedirían la entrada por la fuerza.</div>
<div style="text-align: justify;">
Prueba de que los españoles se estaban tomando el asunto muy en serio (o quizás de que pretendían marear la perdiz todo lo posible), se optó por formar una junta de teólogos que, a finales de mayo, dio su parecer sobre el tema. La conclusión fue que debía permitirse el matrimonio, pero que tras su consumación Ana María se quedaría en España y empezaría un periodo de prueba de un año en el que el rey de Inglaterra debía mostrar su buena condición mejorando las condiciones de vida de sus súbditos católicos. Claro, que si Carlos quería podía quedarse ese año en España disfrutando de las mieles del matrimonio. Al príncipe se le debió ver en la cara lo que pensaba de la medida porque decidieron ceder un poco, rebajando el periodo de prueba a seis meses.</div>
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqEar171iGcX8T8SK_02UKvF_X6KA250MaU9xXp5TSbzknxGiSKG0q3Z2BBLajZYg6wWsqeWLpTxPnwrGR6Cude8ABItzzJCG5lqgi_pZrfyCYV7ZOeMIdDMldYDEMZmKVGRm5kLdgr2Ep/s1600/James_I_of_England_by_Daniel_Mytens.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="387" data-original-width="318" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqEar171iGcX8T8SK_02UKvF_X6KA250MaU9xXp5TSbzknxGiSKG0q3Z2BBLajZYg6wWsqeWLpTxPnwrGR6Cude8ABItzzJCG5lqgi_pZrfyCYV7ZOeMIdDMldYDEMZmKVGRm5kLdgr2Ep/s320/James_I_of_England_by_Daniel_Mytens.jpg" width="262" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Jacobo I un par de años antes de
la aventura <br />
española
de su hijo. Ya empezaba a tener
cara <br />
de por qué me
tiene
que pasar esto a mí. <br />
Fragmento
de un
<a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:James_I_of_England_by_Daniel_Mytens.jpg" target="_blank">retrato de Daniël Mijitens</a>.</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
Mientras en España tenían lugar discusiones de tamaña altura, ¿qué
ocurría en Inglaterra? ¿Qué repercusión había tenido la desaparición del
príncipe?</div>
<div style="text-align: justify;">
Lo mejor que se podía sobre el rey Jacobo era que bien,
lo que se dice bien, no lo estaba llevando. De la noche a la mañana se
había visto con su hijo y su <strike>amante</strike> favorito atrapados
en un país extranjero. En su desesperación había llegado a echarse a llorar ante un miembro de la corte confesando su temor de no volver a a ver al príncipe. El pobre Jacobo sufría y
se desesperaba, se desesperaba y sufría, hasta el punto de hacer jurar a
los miembros de su consejo privado que aceptarían todas las condiciones de los españoles, aunque esto supusiera poner en su contra al Parlamento y a gran parte del pueblo inglés. </div>
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Desde luego si la postura española era hacer firmar al príncipe lo que fuera por puro agotamiento mental no debían estar muy lejos de lograrlo. El 7 de julio el príncipe escribe al Felipe IV diciendo que vale, que acepto, que me da igual todo y que estoy muy loco.</div>
<div style="text-align: justify;">
A los pocos días se desdecía. </div>
<div style="text-align: justify;">
Carlos llevaba ya cinco meses en España y a los continuas continuas presiones de los españoles había que añadir las quejas de Buckhingham, a quien los españoles ninguneaban. Seguramente porque no lo habían visto bailar. O la mejor porque sí lo habían hecho.</div>
<div style="text-align: justify;">
Finalmente el 27 de julio de 1623 Carlos y Felipe IV firman el contrato nupcial, que el rey Jacobo I celebra enviando a su hijo joyas de gran valor para que le regale a su futura esposa. Cuando el príncipe le pide que le envíe también unos caballos, a Jacobo no le queda más remedio que reconocerle que ya le gustaría, ya, pero que sus cofres tienen más telarañas que el decorado de los Monsters.</div>
<div style="text-align: justify;">
El 28 de agosto Carlos hace un juramento por el que se compromete a la boda. No sé si esto de hacer un juramento después de haber firmado el contrato sería algo normal o es que los españoles se habían percatado de que Carlos era una experto en decir digo cuando quería decir Diego. Si era lo segundo, acertaban: tres semanas después de su solemne juramento, acompañado de Buckingham, Carlos, compuesto y sin novia, tomaba un barco en Santander para no volver jamás.Tiempo tendría durante el viaje para pensar en el error que había cometido abandonado impulsivamente su país y plantearse en recibimiento que tendría tanto por parte de su padre como del pueblo de Inglaterra.</div>
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Pero esto, junto con las consecuencias de la aventura española del futuro rey y el destino de la infanta Ana María os lo contaré en la entrada que dará cierre a esta serie.</div>
Malapatahttp://www.blogger.com/profile/17206865855336437551noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4257736323103296546.post-82417544956385624842017-09-27T20:59:00.000+02:002017-09-27T20:59:33.903+02:00El rey, el heredero, el guapo y la infanta I: Los personajes<div style="text-align: justify;">
<br />
Hoy os voy a hablar sobre una de las mayores <strike>estupideces</strike> gestas realizadas por un príncipe heredero para conseguir esposa: la que llevó, en 1623, al futuro rey Carlos I de Inglaterra a <strike>poner en peligro su vida</strike> viajar en secreto para obtener la mano de la infanta española María Ana, y como esta <strike>estupidez</strike> gesta acabó determinando la política de su país.</div>
<div style="text-align: justify;">
Hoy os hablaré un poco de los protagonistas y el momento histórico donde se desarrolló tal <strike>despropósito</strike> aventura, dejando el viaje y sus consecuencias para una próxima entrada.</div>
<br />
<h3>
El escenario</h3>
<br />
<div style="text-align: justify;">
En 1618 comenzó la Guerra de los Treinta años, que durante (adivinad) treinta años convirtió el centro de Europa en un campo de batalla donde se enfrentaron los dos bandos en los que se dividía el continente (aquí tenéis que poner voz de comentarista de boxeo). En esta esquina los antiguos campeones, un aplauso para ¡los reinos católicos!, capitaneados por los Habsburgo (ramas alemana y española). Frente a ellos una joven promesa que aspira a arrebatarles el título: los ¡estados protestantes! (Suecia, Dinamarca, Holanda y un buen puñado de principados alemanes).</div>
<div style="text-align: justify;">
Observando atento el combate está Francia, católico de religión, pero dispuesto a aliarse con quién fuera con tal de <strike>dar por saco</strike> disputarle la hegemonía a España.</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhef6MWtI-Eg5kQBiLK5em7kKIbi6IHFLGBJ9YxcXUx71KL84Y22ffqWiHhvIMRqtE3F8pij0Bs5VcChcjg3pxIrz-8U52Csklg9cuQ6bV-MV1RMVKJ2-cRVhdLdARFGRhstoSaq6Qg5bgT/s1600/mapa+1600.gif" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="420" data-original-width="560" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhef6MWtI-Eg5kQBiLK5em7kKIbi6IHFLGBJ9YxcXUx71KL84Y22ffqWiHhvIMRqtE3F8pij0Bs5VcChcjg3pxIrz-8U52Csklg9cuQ6bV-MV1RMVKJ2-cRVhdLdARFGRhstoSaq6Qg5bgT/s1600/mapa+1600.gif" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Europa en 1600 (<a href="http://springerhistory.weebly.com/unit-1-reformation.html" target="_blank">fuente</a>).</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div style="text-align: justify;">
En este enfrentamiento el rey Jacobo I de Inglaterra había optado por <strike>silbar mientras fingía buscar algo</strike> evitar involucrarse. Su pueblo clamaba por ayudar a los estados protestantes, pero su política vacilante giraba alrededor un hecho fundamental: su crónica falta de fondos.</div>
<br />
<br />
<h3>
Los personajes</h3>
<br />
<h4>
<b>El rey</b></h4>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgucYVWK31fmMZt69QGAq2eQqdHXoIdN2-zUHMrtJ5F-fK57nxhymD8IK2ga-f2KWS6SEgcwyLK_B9otVsQx2o60NDaK4Ckqev_dgANz9AhpMATtwcUvKd1oLhnahHlcOFJnxhh12eQ_qQk/s1600/355px-James_I_de_Critz_Mirror_of_GB.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="355" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgucYVWK31fmMZt69QGAq2eQqdHXoIdN2-zUHMrtJ5F-fK57nxhymD8IK2ga-f2KWS6SEgcwyLK_B9otVsQx2o60NDaK4Ckqev_dgANz9AhpMATtwcUvKd1oLhnahHlcOFJnxhh12eQ_qQk/s320/355px-James_I_de_Critz_Mirror_of_GB.jpg" width="236" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Jacobo I de Inglaterra y VI de Escocia <br />
por John de Critz. Nótese el gusto por <br />
los adornos de sombrero discretos.</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
En 1603 los ingleses se encontraban en una disyuntiva. Isabel I acababa de morir sin descendencia y debían elegir entre nombrar un nuevo rey que conociera los usos y costumbres del país u optar por el primero de la línea sucesoria. Que, además, era rey de un país con el que llevaban siglos dándose tortas. Para una monarquía del siglo XVII la elección era obvia (y así de caro lo acabaron pagando), así que Jacobo VI de Escocia acabó convirtiéndose en Jacobo I de Inglaterra.</div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando Jacobo llegó a su nueva corte quedó asombrado por su lujo y magnificencia. Así que actuó como cualquier persona a la que la falta de liquidez ha enseñado la importancia de saber administrar cada moneda y se puso a gastar como si no hubiera un mañana. A los pocos años había dejado las financias reales en tal estado que apenas era capaz de mantener su lujoso tren de vida, y mucho menos financiar una expedición militar en el extranjero.</div>
<div style="text-align: justify;">
Anteriormente los reyes de Inglaterra habían salvado estas situaciones convocando un Parlamento para aprobar un impuesto extraordinario. Lo mismo hizo Jacobo. Varias veces. Sin éxito. Claro, que es a lo que se exponía con un discurso inicial que podía resumirse en: "Soy vuestro rey y quiero dinero. Y rapidito, que ese jabalí no se va a cazar solo". Si además tenemos en cuenta que cuando el Parlamento respondía que vale, pero que primero debía recortar gastos, su respuesta se parecía bastante a enfadarse y amenazar con dejar de respirar, no es extraño que sus peticiones no llegaran a buen término.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pero Jacobo I tenía un as en la manga: había empezado a urdir en secreto una boda que uniría a su hijo y heredero con la infanta de un país dispuesto a ser muy generoso con la dote. Sólo había un <i>pequeño</i> problema: la candidata era una infanta de España. De la muy católica España. La muy católica España que, para el inglés medio, representaba la tiranía papista, que sólo se diferenciaba del diablo en que el diablo no tenía tropas estacionadas al otro lado del Canal.</div>
<br />
<h4>
<b>El heredero</b> </h4>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjznHWGqso70hhzOK87VpDp3F1Zjb79obgQ6YF0rKk17hghZbMbss7W_-2lJWhXrcG_5B5YDBJYrC0LgZQG1b57MkkCt-cAORfh_NtU8x5Cnbo1rHahne3HBNIL9w7u2SiF-wd-Bpg2kchH/s1600/357px-Charles_I_%2528Prince_of_Wales%2529.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="357" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjznHWGqso70hhzOK87VpDp3F1Zjb79obgQ6YF0rKk17hghZbMbss7W_-2lJWhXrcG_5B5YDBJYrC0LgZQG1b57MkkCt-cAORfh_NtU8x5Cnbo1rHahne3HBNIL9w7u2SiF-wd-Bpg2kchH/s320/357px-Charles_I_%2528Prince_of_Wales%2529.jpg" width="238" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El futuro Carlos I cuando aún
era Príncipe <br />
de Gales, el mismo año en que
transcurre <br />
nuestra aventura.
Luego se dejaría la barba, <br />
le debió coger cariño
durante el viaje.</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
De llevarse a cabo el enlace, el novio sería el futuro Carlos I de Inglaterra. Carlos había heredado la inconstancia e incapacidad para tomar decisiones de su padre (al que hoy en día probablemente se hubiera conocido como Jacobo I el Procastinador). Además tenía que lidiar con la sombra de su fallecido hermano mayor, enérgico, serio y marcial, del que toda Inglaterra había esperado grandes cosas. Como, por ejemplo, poner a Inglaterra al frente de una alianza que desafiara a los poderes católicos en general y a España en particular.</div>
<div style="text-align: justify;">
Así que, ya fuera para distanciarse de la sombra de su hermano, o pensando en que a quien buen árbol se arrima buena sobre le cobija (y por entonces la sombra de España todavía era alargada), Carlos tomó partido decidido por la <i>solución española</i>. Es posible que la considerable dote también tuviera algo que ver.</div>
<div style="text-align: justify;">
Claro, que una alianza así no era cosa menor; dicho de otra forma, era cosa mayor (como la cerámica de Talavera). Los españoles ponían como condición que se dejara de perseguir a la minoría católica de Inglaterra, algo que iba a ser algo difícil de vender al Parlamento y al pueblo en general. Entre esto y el carácter poco decidido del rey las negociaciones se alargaron durante doce años sin que la boda pareciera acercarse.</div>
<div style="text-align: justify;">
Hasta que Carlos (que entonces contaba con 22 años), harto de dilaciones, decidió pasar a la acción: donde la diplomacia se había atascado debería triunfar una <strike>estupidez</strike> acción decidida: acompañado de su más cercano confidente viajaría a España de incógnito y pediría en persona la mano de la infanta.</div>
<br />
<h4>
<b>El guapo</b> </h4>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGTM_dd69XpSkT2vblrUwcU28etF9ENEmKbHaoheBFZ8v0nrmZUiJkZXtPZLPwdFadjsR04dc3RXzh8DNY98BipnrPjywmli60a-aUAizXDE642iTHoNn15TExiT-mZotaVHRg9plMYX9Y/s1600/345px-GeorgeVilliers.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="345" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGTM_dd69XpSkT2vblrUwcU28etF9ENEmKbHaoheBFZ8v0nrmZUiJkZXtPZLPwdFadjsR04dc3RXzh8DNY98BipnrPjywmli60a-aUAizXDE642iTHoNn15TExiT-mZotaVHRg9plMYX9Y/s320/345px-GeorgeVilliers.jpg" width="230" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">George Villiers, primer Duque de <br />
Buckhingham, político, bailarín y<br />
muy apegado al rey Jacobo.<br />
Retrato de Rubens.</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
El acompañante del príncipe era también el personaje más importante de la corte: George Villiers, primer Duque de Buckingham. Villiers había logrado ascender desde la baja nobleza hasta convertirse en el favorito del rey gracias a dos cualidades imprescindibles para medrar en la corte de Jacobo I: ser guapo y bailar bien.</div>
<div style="text-align: justify;">
No estoy de broma. De hecho Villiers había aparecido en la corte introducido por una facción opuesta al anterior favorito, también bastante apuesto (aunque no debía ser tan buen bailarín). Contaban con que, en cuanto el rey posara los ojos en el bien proporcionado joven, éste se ganaría su favor.</div>
<div style="text-align: justify;">
Aunque no se ha llegado a dar por probado que Jacobo tuviera una relación homosexual con Villiers, sí hay algunas pistas que apuntan hacia una relación bastante especial con su protegido. Por ejemplo, su costumbre de llamarlo <i>Steenie</i>, diminutivo de <i>Saint Stephen</i> (San Esteban), porque decía que tenía la cara de un ángel, o varias cartas en las que Jacobo se refería a Villiers, entre otros apelativos, como "mi dulce niño y esposa".</div>
<div style="text-align: justify;">
Además de guapo y buen bailarín, Villiers también era ambicioso, y pronto se convertiría en el personaje más importante del país. Lástima que las cualidades del joven no estuvieran acompañadas de una mentalidad más reflexiva y una mejor capacidad de planificación, lo que le iba a costar tanto a él como al país bastantes disgustos en el futuro. Uno de ellos fue secundar la idea del príncipe Carlos.</div>
<div style="text-align: justify;">
El rey en seguida vio los inconvenientes del asunto, pero su naturaleza dubitativa y lo difícil que le resultaba negarle algo a hijo y favorito hizo que acabara aprobando la iniciativa a regañadientes.</div>
<br />
<h4>
<b>La infanta</b> </h4>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGbiC68raVWo_9e3khV1xJdDyUwamXrmgeAxCzKTI05rUnvsCz0wTa6qgj08qLEUJLQ0SaeCKEJdjIiAN9wWHpw-nh-k5clmXTEiwTMfXIx1yd47t7-XU_MJ-HCv8-cvRODB3WyhGHCHco/s1600/353px-Diego_Vel%25C3%25A1zquez_-_Maria_Anna_of_Spain_-_Prado.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="353" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGbiC68raVWo_9e3khV1xJdDyUwamXrmgeAxCzKTI05rUnvsCz0wTa6qgj08qLEUJLQ0SaeCKEJdjIiAN9wWHpw-nh-k5clmXTEiwTMfXIx1yd47t7-XU_MJ-HCv8-cvRODB3WyhGHCHco/s320/353px-Diego_Vel%25C3%25A1zquez_-_Maria_Anna_of_Spain_-_Prado.jpg" width="235" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La infanta Ana María, hija de
Felipe III, <br />
hermana de Felipe IV y convidada de piedra
de <br />
todo
este embrollo. Retrato de Diego Veláquez.</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
La clave en todo este asunto y probablemente la que menos tenía que decir al respecto. Hija de Felipe III y hermana de Felipe IV, como buena infanta española era ferviente católica, siendo los problemas religiosos los responsables de que las negociaciones se hubiera alargado más de una década. Aunque no es que a los españoles el retraso les molestara mucho: los más de diez años de negociaciones servían para que Inglaterra no se atreviese a involucrarse en las guerras de religión en contra de los católicos por miedo a arruinar el enlace y perder la cuantiosa dote con la que Jacobo I esperaba aliviar sus problemas económicos.</div>
<br />
<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Así estaban las cosas cuando el heredero y el guapo (Carlos y Villiers) se pusieron en marcha disfrazados, camino de una corte donde no se les esperaba. Aunque esto ya os lo contaré en la próxima entrada.</div>
<br />Malapatahttp://www.blogger.com/profile/17206865855336437551noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4257736323103296546.post-63384094658299202902017-09-08T10:42:00.000+02:002017-09-08T10:42:31.445+02:00De cómo el hijo del Rajá consiguió a la princesa Labam<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Hoy os traigo un cuento de la India, recopilado por <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Joseph_Jacobs" target="_blank">Joseph Jacobs</a> en su libro <i>Indian Fairy Tales</i>. El libro fue publicado en 1892, es de dominio público y puede encontrarse en <a href="https://archive.org/details/indiantales00jacorich" target="_blank">Archive.org</a>. La traducción es mía, y puede usarse libremente siempre que indiquéis la fuente (ver al final de la entrada). He incluido las ilustraciones que aparecen en el libro, obra de Gloria Cardew.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Tenéis disponibles las versiones en <a href="https://app.box.com/s/fvd8sywx3i1ueiyb47mf4asem9a8gyfb" target="_blank">epub</a> y <a href="https://app.box.com/s/s77uea76sriypklj71a4m834fmlatyk6" target="_blank">mobi</a> por si queréis leerlo en vuestro dispositivo electrónico. </span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
En cierto país había un Rajá cuyo único hijo salía a cazar todos los días. Un día la Rani, su madre, le dijo:
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Puedes cazar donde quieras en estas tres direcciones, pero nunca debes aventurarte en la cuarta.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Dijo esto porque sabía que, si se dirigía hacia allí, oiría hablar de la hermosa princesa Labam y dejaría a su padre y a su madre para lanzarse en su busca.
</div>
<div style="text-align: justify;">
El joven príncipe obedeció durante un tiempo. Pero un día, mientras cazaba en las tres direcciones a donde le permitían ir, recordó lo que le había dicho su madre y decidió averiguar por qué le había prohibido viajar hacia la cuarta. Allí encontró una jungla, sin más habitantes que una bandada de loros. El joven Rajá hizo algunos disparos e inmediatamente todos huyeron levantando el vuelo. Todos salvo uno, llamado Hiraman, que era su Rajá.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Al verso solo Hiraman llamó a los otros loros: </div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="st">—</span>No me abandonéis bajo el fuego del hijo del Rajá. Si me dejáis así se lo diré a la princesa Labam.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Entonces los loros regresaron entre parloteos junto a su Rajá. El príncipe, muy sorprendido, dijo:
</div>
<div style="text-align: justify;">
—¡Vaya, estos pájaros pueden hablar! —y les preguntó—. ¿Quién es la princesa Labam? ¿Dónde vive?
</div>
<div style="text-align: justify;">
Pero los loros no querían contárselo.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Nunca llegarás al país de la princesa Labam —fue todo lo que dijeron.
</div>
<div style="text-align: justify;">
El príncipe se puso muy triste al ver que no lograba sacarles nada más; arrojó su escopeta y regresó a su hogar. Cuando llegó no habló con nadie ni quiso comer nada, sino que se tumbó en su cama durante cuatro o cinco días, y parecía estar muy enfermo.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Finalmente les contó a su madre y su padre que quería partir en busca de la princesa Labam.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Debo ir —les dijo—; debo ver cómo es. Decidme cuál es su país.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—No sabemos dónde está —le respondieron.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Entonces debo salir a buscarlo.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—No, no —le dijeron—, no debes dejarnos. Eres nuestro único hijo, quédate a nuestro lado. Nunca podrás encontrar a la princesa Labam.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Debo intentarlo; tal vez Dios me muestre el camino. Si mi destino es vivir y encontrarla volveré con vosotros. Pero quizás muera y nunca vuelva a vuestro lado. Aun así debo partir.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Así que le dejaron marchar, entre lágrimas. Su padre le dio hermosas vestiduras y un hermoso caballo. Y él tomó su escopeta, su arco y flechas y muchas otras armas “porque”, pensó, “puedo necesitarlas”. Su padre le dio también una gran cantidad de rupias.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Entonces preparó su caballo para el viaje y les dijo adiós a su padre y a su madre. Su madre tomó su pañuelo, envolvió en él algunos dulces y se lo dio a su hijo.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Hijo mío, cuando estés hambriento toma uno de estos dulces.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Entonces comenzó su viaje, cabalgando sin cesar hasta que llegó a una jungla donde había una charca a la sombra de unos árboles. Se bañó y bañó a su caballo en la charca y se sentó bajo un árbol.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Ahora —se dijo— comeré algunos de los dulces que mi madre me preparó, beberé algo de agua y continuaré mi viaje.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Abrió su pañuelo y tomó un dulce. Encontró una hormiga en él. Tomó otro; también tenía una hormiga. Así que dejó ambos dulces en el suelo y cogió otro, y otro, y otro, hasta que los sacó todos, y en cada uno había una hormiga.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—No importa —se dijo—, no comeré dulces, que se los coman las hormigas.
</div>
<div style="text-align: justify;">
En ese momento apareció ante él el Rajá de las Hormigas, que le dijo:
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Has sido bueno con nosotros. Si alguna vez te encuentras en problemas, piensa en mí y acudiremos.
</div>
<div style="text-align: justify;">
El hijo del Rajá le dio las gracias, montó en su caballo y continuó su viaje. Cabalgó sin cesar hasta que llegó a otra jungla, donde vio a un tigre con una espina en su pata, que rujía fuertemente por el dolor.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—¿Por qué ruges así? —preguntó el joven Rajá—. ¿Qué te ocurre?
</div>
<div style="text-align: justify;">
—He tenido doce años una espina en mi pata —respondió el tigre— y me duele. Por eso rujo.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Bien, yo te la quitaré. ¿Pero es posible, siendo un tigre, que después me devores?<br />
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<br />
<br />
<a name='more'></a><br />
<div style="text-align: justify;">
—No —dijo el tigre—, no te comeré. Ayúdame.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Entonces el príncipe cogió un pequeño cuchillo de su bolsillo e hizo un corte para sacar la espina de la pata del tigre. Pero cuando le cortó el tigre rugió más fuerte que nunca, tan fuerte que su esposa le escuchó en la jungla de al lado y se apresuró a volver para averiguar qué había sucedido. El tigre, al verla llegar, escondió al príncipe en la jungla, de forma que no pudiera encontrarlo.
</div>
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
—¿Qué hombre te ha herido para hacerte rugir tan fuerte? —dijo la esposa del tigre.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Nadie me ha herido —contestó su esposo—, sino que el hijo de un Rajá ha venido y me ha sacado la espina de la pata.
</div>
—¿Dónde está? Muéstramelo.
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Si prometes no matarle le llamaré.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—No lo mataré, sólo déjame verlo.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Entonces el tigre llamó al hijo del Rajá, y cuando apareció el tigre y su esposa le cubrieron de alabanzas. Luego le dieron de cenar y se quedó con ellos durante tres días. Todos los días cuidaba la pata del tigre, y al tercero ya estaba curado. Entonces se despidió del tigre, que le dijo:
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Si alguna vez te encuentras en problemas, piensa en mí y acudiré.
</div>
<div style="text-align: justify;">
El hijo del rajá cabalgó hasta llegar a una tercera jungla. Allí se encontró con cuatro faquires cuyo maestro había muerto, dejándoles cuatro cosas: una cama, que llevaba a quien se sentara en ella dondequiera que deseara; un saco, que daba a su dueño cualquier cosa que pidiese: joyas, comida o ropa; un cuenco de piedra que daba a su dueño tanta agua como quisiera, sin importar lo lejos que estuviera de un pozo; y un garrote y una cuerda, a los que su dueño, si alguien se le acercaba con malas intenciones, sólo tenía que decir “Garrote, golpea sin cesar a todos los que aquí están” para que el garrote les golpease y la soga los atara.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Los cuatro faquires estaban discutiendo por los cuatro objetos. Uno decía:
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Quiero esto.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Y otro respondía:
</div>
<div style="text-align: justify;">
—No lo tendrás, porque lo quiero yo.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Y así seguían.
</div>
<div style="text-align: justify;">
El hijo del Rajá les dijo:
</div>
<div style="text-align: justify;">
—No os peléis por estas cosas. Dispararé cuatro flechas en cuatro direcciones distintas. Quienquiera que consiga mi primera flecha tendrá la primera cosa: la cama. Quien alcance la segunda flecha tendrá la segunda cosa: el saco. El que logre la tercera flecha tendrá la tercera cosa: el cuenco. Y quien consiga la cuarta flecha tendrá los últimos objetos: el garrote y la soga.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Se mostraron de acuerdo, así que el príncipe lanzó su primera flecha. En seguida los faquires salieron en su busca. Cuando la trajeron de vuelta disparó la segunda. Cuando la encontraron y se la trajeron, disparó la tercera. Y cuando le trajeron la tercera disparó la cuarta.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Mientras buscaban la cuarta flecha, el hijo del Rajá liberó a su caballo en la jungla, se sentó en la cama y tomó el cuenco, el garrote y la cuerda y el saco y dijo:
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Cama, quiero ir al país de la princesa Labam.
</div>
<div style="text-align: justify;">
La pequeña cama se alzó en el aire instantáneamente y empezó a volar. Y voló y voló hasta llegar al país de la princesa Labam, donde aterrizó. El hijo del Rajá preguntó entonces a unos hombres que se encontró:
</div>
<div style="text-align: justify;">
—¿Qué país es este?
</div>
<div style="text-align: justify;">
—El país de la princesa Labam —le respondieron.
</div>
<div style="text-align: justify;">
El príncipe continuó su viaje hasta que encontró una casa donde vio a una anciana.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—¿Quién eres? —le preguntó la mujer—. ¿De dónde vienes?
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Vengo de un país lejano. Permíteme quedarme aquí esta noche.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—No —le contestó—. No puedo dejarte porque nuestro rey ha prohibido los extranjeros en nuestro país. No puedes quedarte en mi casa.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Déjame quedarme contigo sólo esta noche, tía. Ya ves que está anocheciendo, si voy a la jungla las bestias salvajes me comerán.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—De acuerdo —accedió la anciana—, puedes quedarte conmigo esta noche, pero mañana por la mañana deberás marcharte, porque si el rey se entera de que has pasado la noche en mi casa me detendrá y me mandará a prisión.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Entonces le dejó entrar en su casa, para alegría del hijo del Rajá. La anciana empezó a prepararle la cena, pero él la detuvo.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Tía —le dijo—, yo te daré de comer.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Puso su mano en su saco y dijo:
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Saco, quiero algo de cenar.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Y el saco le proporcionó al instante una deliciosa cena, servida sobre dos platos de oro. Entonces la anciana y el hijo del Rajá cenaron juntos.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando terminaron de comer la anciana dijo:
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Ahora iré a por agua.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—No vayas —dijo el príncipe—. Tendrás agua de sobra.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Tomó su cuenco y dijo:
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Cuenco, quiero agua.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Y el cuenco se llenó de agua. Cuando estuvo lleno el príncipe dijo:
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Detente, cuenco. —Y el cuenco dejó de llenarse—. Lo ves, tía, con este cuenco siempre consigo cuanta agua necesito.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Mientras, se había hecho de noche.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Tía —dijo el hijo del Rajá—, ¿por qué no enciendes una lámpara?
</div>
<div style="text-align: justify;">
—No hay necesidad —le respondió la anciana—. Nuestro rey ha prohibido a la gente de este país encender lámparas porque en cuanto se hace de noche su hija, la princesa Labam, sale a su tejado a sentarse, y reluce de tal forma que ilumina todo el país y nuestras casas, de modo que podemos conducirnos como si fuera de día.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando la noche estaba bastante oscura la princesa se alzó. Se vistió con ricos vestidos y joyas, se peinó y puso sobre su cabeza una tiara de diamantes y perlas. Así brillaba como la luna y su belleza convertía la noche en día. Salió de su habitación y se sentó en el techo de su palacio. Durante el día nunca salía de casa, sólo lo hacía al caer la noche. Todos los habitantes del país de su padre se aprestaban entonces finalizar su trabajo.
</div>
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkmnd4Ac4vTnjMt4prGiTVPOt4Kfei0vOuPMG2C0rDsx-PydOgoIsOz8n2z2zEkbxWYPZ9oPPSzK_-VPo970-INs1P0g7ITu9ueTscCiCUxRo5rlDERZs2om7PdsauEs1jfWJ6EwDZCmbg/s1600/Raj%25C3%25A1-4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="721" data-original-width="500" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkmnd4Ac4vTnjMt4prGiTVPOt4Kfei0vOuPMG2C0rDsx-PydOgoIsOz8n2z2zEkbxWYPZ9oPPSzK_-VPo970-INs1P0g7ITu9ueTscCiCUxRo5rlDERZs2om7PdsauEs1jfWJ6EwDZCmbg/s1600/Raj%25C3%25A1-4.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
El hijo del Rajá miraba a la princesa en silencio, y era muy feliz.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—¡Qué encantadora es! —se decía.
</div>
<div style="text-align: justify;">
A medianoche, cuando todos se habían ido a la cama, la princesa bajó del tejado y fue a su cuarto. Cuando la princesa ya dormía en su lecho el hijo del Rajá se levantó despacio y se sentó en su cama.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Cama —le dijo—, quiero ir al dormitorio de la princesa Labam.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Y así la pequeña cama le llevo a la habitación donde ella dormía.
</div>
<div style="text-align: justify;">
El joven Rajá tomó su saco y dijo:
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Quiero muchas hojas de betel.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Y el saco le dio al momento una buena cantidad de hojas de betel. Las dejó junto a la cama de la princesa y luego su pequeña cama le llevó de vuelta a casa de la anciana.
</div>
<div style="text-align: justify;">
A la mañana siguiente todos los sirvientes de la princesa encontraron las hojas de betel y empezaron a mascarlas.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—¿De dónde habéis sacado todas estas hojas de betel? —preguntó la princesa.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Las encontramos cerca de tu cama —respondieron los criados. Nadie sabía que el príncipe había venido durante la noche dejándolas allí.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Por la mañana la anciana acudió junto al hijo del Rajá.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Es por la mañana y debes marcharte. Porque si el rey averigua lo que he hecho por ti me hará prender.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Hoy estoy enfermo, querida tía —dijo el príncipe—, déjame quedarme hasta mañana por la mañana.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Está bien —dijo la anciana. Así que se quedó, tomaron su cena del saco y el cuenco les dio agua.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando llegó la noche la princesa se levantó y se sentó en su tejado. Y a las doce en punto, cuando todos estaban ya en su cama, volvió a su dormitorio y cayó dormida en seguida. Entonces el hijo del Rajá se sentó en su cama, que le llevó junto a la princesa. Tomó su saco y dijo:
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Saco, quiero chal muy hermoso.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Y le dio un espléndido chal que extendió sobre la princesa dormida. Entonces volvió a la casa de la anciana y durmió hasta la mañana.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Por la mañana la princesa estuvo encantada al ver el chal.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Mira, madre, Dios debe haberme regalado este chal. Es muy hermoso.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Su madre estaba también muy contenta.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Sí, hija mía, Dios debe haberte regalado este espléndido chal.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando llegó la mañana la anciana le dijo al hijo del Rajá:
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Ahora sí que debes irte.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Tía —le respondió—, no me encuentro bien todavía. Déjame quedarme unos pocos días más. Me esconderé en tu casa y nadie podrá verme.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Así que la anciana le dejó que se quedara.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando fue noche cerrada, la princesa se puso sus hermosas ropas y joyas y se sentó en el tejado. A medianoche volvió a su habitación y se durmió. Entonces el hijo del Rajá se sentó en su cama y voló a su dormitorio. Allí le dijo a su saco:
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Saco, quiero un anillo muy, muy hermoso.
</div>
<div style="text-align: justify;">
El saco le dio un anillo espléndido. Entonces tomó gentilmente la mano de la princesa Labam para ponerle el anilló. Ella se despertó muy asustada.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—¿Quién eres? —le dijo al príncipe—. ¿De dónde vienes? ¿Por qué estás en mi cuarto?
</div>
<div style="text-align: justify;">
—No temas, princesa, no soy un ladrón. Soy el hijo de un gran Rajá. El loro Hiraman, que vive en la jungla donde iba a cazar, me dijo tu nombre. Entonces dejé a mi padre y a mi madre y vine a verte.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Bien —dijo la princesa—, como eres el hijo de tan gran Rajá no haré que te maten, y diré a mi padre y a mi madre que deseo casarme contigo.
</div>
<div style="text-align: justify;">
El príncipe volvió entonces a la casa de la anciana. Cuando llegó la mañana la princesa le dijo a su madre:
</div>
<div style="text-align: justify;">
—El hijo de un gran Rajá ha venido a este país y desea casarse conmigo.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Su madre se lo contó al rey.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Bien —dijo el rey—, pero si el hijo del Rajá quiere casarse con mi hija, primero debe hacer lo que le pida; si falla le mataré. Le daré cuarenta kilos de semillas de mostaza y deberá extraer su aceite en un solo día. Si no lo consigue morirá.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Por la mañana el hijo del Rajá le contó a la anciana que pretendía casarse con la princesa.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Oh —dijo la anciana—, huye este país y no pienses en casarte con ella. Muchos rajás e hijos de rajás han venido a pedir su mano y su padre los ha matado a todos. Dice que quienquiera que desee desposarse con su hija debe hacer primero lo que le pida. Si puede, entonces se casará con la princesa. Si no, el rey lo hará matar. Pero nadie ha podido realizar las tareas que el rey les encomienda, así que todos los rajás e hijos de rajás que lo han intentado han sido ajusticiados. A ti también te matará si lo intentas. Huye.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Pero el príncipe no escuchó nada de lo que le decía.
</div>
<div style="text-align: justify;">
El rey mandó a sus sirvientes a que buscaran al príncipe en casa de la anciana y lo llevaran frente a él al salón del trono. Allí el rey le dio cuarenta kilos de semillas de mostaza y le dijo que las prensara todas ese mismo día y las trajera a la mañana siguiente al salón del trono.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Quien quiera casarse con mi hija —le dijo al príncipe—, primero debe hacer lo que le pida. Si no puede, le haré matar. Así que si no extraes todo el aceite de estas semillas de mostaza morirás.
</div>
<div style="text-align: justify;">
El príncipe, al escucharlo, se sintió muy desgraciado.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—¿Cómo podré extraer el aceite de todas las semillas de mostaza en un solo día? Si no lo hago el rey me matará.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Llevó las semillas de mostaza a casa de la anciana sin saber qué podía hacer. Finalmente recordó al Rajá de las Hormigas; en el momento en que lo hizo el Rajá de las Hormigas y sus hormigas acudieron.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—¿Por qué estás tan triste? —preguntó el Rajá de las Hormigas.
</div>
<div style="text-align: justify;">
El príncipe le enseñó las semillas de mostaza y le dijo:
</div>
<div style="text-align: justify;">
—¿Cómo puedo extraer el aceite de todas estas semillas de mostaza en un solo día? Si no le llevo el aceite al rey mañana por la mañana me matará.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Alégrate —dijo el Rajá de las Hormigas—, acuéstate y duerme; nosotros extraeremos el aceite por ti durante todo el día, y mañana se lo llevarás al rey.
</div>
<div style="text-align: justify;">
El hijo del Rajá se acostó y durmió, y las hormigas extrajeron el aceite por él. El príncipe se puso muy contento al ver el aceite.
</div>
<div style="text-align: justify;">
A la mañana siguiente lo llevó ante el rey al salón del trono. Pero el rey dijo:
</div>
<div style="text-align: justify;">
—No puedes casarte con mi hija. Si eso es lo que quieres, primero deberás luchar contra mis dos demonios y matarlos.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Hacía mucho tiempo el rey había capturado dos demonios y, como no sabía qué hacer con ellos, los había encerrado en una jaula. Tenía miedo de soltarlos por temor a que se comieran a sus súbditos, y no sabía cómo matarlos. Así que los reyes y los hijos de reyes que querían casarse con la princesa Labam debían luchar con estos demonios, “porque”, se decía el rey, “quizás los demonios mueran y pueda librarme de ellos”.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando supo de los demonios el hijo del Rajá se puso muy triste.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—¿Qué puedo hacer? —se dijo—. ¿Cómo puedo luchar contra esos dos demonios?
</div>
<div style="text-align: justify;">
Entonces pensó en el tigre, y el tigre y su mujer acudieron a él.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—¿Por qué estás tan triste? —le dijeron.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—El rey me ha ordenado luchar contra sus dos demonios y matarlos —les contestó el hijo del Rajá—. ¿Cómo podré hacerlo?
</div>
<div style="text-align: justify;">
—No temas —dijo el tigre—. Alégrate. Mi mujer y yo lucharemos contra ellos en tu lugar.
</div>
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1Wzd95pXcdKdvYvrRG92LNvkID4XNuCfIvexY-4o0fhHaolBZyw5G5pC9JtISGfgqSvB68Z5IEyaCcUrtAq1fRYK9YQYtlt3JNU_GRiXZEjYlX1aG9HXr2YzUYdjWzd_nIdgV8TzwfMIL/s1600/Raj%25C3%25A1-3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="357" data-original-width="600" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1Wzd95pXcdKdvYvrRG92LNvkID4XNuCfIvexY-4o0fhHaolBZyw5G5pC9JtISGfgqSvB68Z5IEyaCcUrtAq1fRYK9YQYtlt3JNU_GRiXZEjYlX1aG9HXr2YzUYdjWzd_nIdgV8TzwfMIL/s1600/Raj%25C3%25A1-3.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
Entonces el hijo del Rajá sacó de su saco dos espléndidos abrigos. Estaban hechos de oro y plata, cubiertos con perlas y diamantes. Se los puso a los tigres para que lucieran hermosos y los llevó ante el rey.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—¿Pueden estos tigres enfrentarse a tus demonios en mi lugar? —le preguntó.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Sí —dijo el rey, al que no le importaba en absoluto quién matara a sus demonios, siempre que lo hicieran.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Entonces llama a tus demonios —dijo el hijo del Rajá— y estos tigres se enfrentarán a ellos.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Así hizo el rey, y tigres y demonios lucharon y lucharon hasta que los tigres mataron a los demonios.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Eso está muy bien —dijo el rey—. Pero debes hacer algo más antes de que te entregue a mi hija. Arriba en el firmamento hay un timbal. Debes ir y hacerlo sonar. Si no puedes, te mataré.
</div>
<div style="text-align: justify;">
El hijo del Rajá pensó en su pequeña cama; fue a casa de la anciana y se sentó en ella.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Cama —dijo—, arriba en el cielo está el timbal del rey. Quiero ir allí.
</div>
<div style="text-align: justify;">
La cama ascendió con él y el hijo del Rajá hizo sonar el timbal. El rey lo escuchó, pero aun así, al bajar, no le concedió la mano de su hija.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Has hecho —dijo al príncipe— las tres cosas que te pedí, pero debes hacer una más.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Si puedo, la haré —contestó el hijo del Rajá.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Entonces el rey le enseñó el tronco de un árbol que se hallaba tirado cerca del salón del trono. Era un tronco muy, muy grueso. </div>
<div style="text-align: justify;">
Le dio al príncipe un hacha de cera y le dijo:
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Mañana por la mañana deberás cortar este tronco en dos con esta hacha de cera.
</div>
<div style="text-align: justify;">
El hijo del Rajá volvió a casa de la anciana. Estaba muy triste, pensando que ahora el Rajá definitivamente le mataría.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Saqué el aceite de la mostaza gracias a las hormigas —se dijo—. Maté a los demonios con los tigres. Mi cama me ayudó a hacer sonar el tambor. Pero, ¿qué puedo hacer ahora? ¿Cómo podré cortar en dos ese grueso tronco con un hacha de cera?
</div>
<div style="text-align: justify;">
Esa noche acudió en su cama a ver a la princesa.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Mañana —le dijo—, tu padre me matará.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—¿Por qué? —preguntó la princesa.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Me ha dicho que corte en dos un grueso tronco con un hacha de cera. ¿Cómo podré hacerlo?
</div>
<div style="text-align: justify;">
—No te preocupes —dijo la princesa—, haz como yo te indique y lo cortarás en dos fácilmente.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Entonces tomó un pelo de su cabeza y se lo dio al príncipe.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Mañana, cuando no haya nadie cerca, debes decirle al tronco: “La princesa Labam te ordena que te dejes cortar en dos con su cabello”. Entonces pega el pelo en el filo la de hoja del hacha de cera.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Al día siguiente el príncipe hizo exactamente lo que le había dicho la princesa. En el momento en que el pelo pegado al filo de la hoja del hacha tocó el tronco, éste se partió en dos.
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Ahora puedes casarte con mi hija —dijo el rey.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Entonces tuvo lugar la boda. Se invitó a los rajás y reyes de los países cercanos y hubo gran regocijo. Tras unos pocos días el príncipe le dijo a su esposa:
</div>
<div style="text-align: justify;">
—Vayamos al país de mi padre.
</div>
<div style="text-align: justify;">
El padre de la princesa Labam les dio gran cantidad de camellos, caballos, rupias y criados, y viajaron con gran pompa al país del príncipe, donde vivieron felices.
</div>
<div style="text-align: justify;">
El príncipe siempre conservó su saco, su cuenco, su cama y su garrote. Y como nunca llegó a estar en guerra con nadie, nunca necesitó usar el garrote.</div>
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
FIN</div>
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Conozco este cuento desde hace mucho tiempo, y más de una vez había pensado en traerlo al blog. Pero no era capaz de encontrar su autor y no quería limitarme a copiar la versión que aparece en muchas páginas sin saber a quién atribuirlo. Finalmente encontré el nombre del autor, y a ver que la obra era de dominio público me he decidido a traducirla yo mismo. La traducción está bajo una <a href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/" rel="license">licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional</a>.</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"> </span><a href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/" rel="license"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><img alt="Licencia de Creative Commons" src="https://i.creativecommons.org/l/by-nc-sa/4.0/88x31.png" style="border-width: 0px;" /></span></a></div>
Malapatahttp://www.blogger.com/profile/17206865855336437551noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4257736323103296546.post-46100359046598497822017-07-22T10:20:00.000+02:002017-07-22T10:41:46.328+02:00De psicodelia y ciencia ficción<div style="text-align: justify;">
Aprovechando que acaba de celebrarse en Avilés el <a href="http://celsius232.es/" target="_blank">festival Celsius</a> de terror, fantasía y ciencia ficción, he pensado hacer una entrada uniendo dos de mis principales aficiones: la música y la ciencia ficción. ¿Y qué mejor forma que hablaros sobre el primer (y único) disco de rock que ha estado nominado a los premios Hugo (uno de lo más prestigiosos de la ciencia ficción, cuyos ganadores se deciden por votación popular)?</div>
<div style="text-align: justify;">
Debemos viajar en el espacio y el tiempo (es fácil, al fin y al cabo estamos hablando de ciencia ficción) hasta la California de 1970. Ésta era la base de Jefferson Airplane, grupo pionero del rock psicodélico y del que seguro que habéis escuchado, aun sin saberlo, alguno de sus dos mayores éxitos: <i>Somebody to Love</i> y <i>White Rabbit</i>, que han aparecido en bandas sonoras de numerosas películas y series de televisión.</div>
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/wD52IheUNdY?rel=0" width="560"></iframe></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Jefferson Airplane interpretando <i>Somebody to Love</i> en el Festival de Música Pop de Monterrey de 1967.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/WANNqr-vcx0?rel=0" width="560"></iframe><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"></table>
</td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>White Rabbit</i>, mi preferida del grupo y una de mis canciones favoritas en general. </td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<a name='more'></a></div>
<div style="text-align: justify;">
1970 no fue un buen año para el grupo. Su actividad fue muy escasa, lo que aprovechó el guitarrista y vocalista Paul Kantner para grabar el disco <i>Blows Against the Empire</i> (<i>Golpes contra el Imperio</i>). El disco se editó bajo el nombre de Paul Kantner / Jefferson Starship (que acabaría siendo el nombre del grupo que, años después, tomó el relevo de Jefferson Airplane) y contó con la colaboración de varios de los integrantes de la formación original junto con algunos de los grandes músicos de rock de la época.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-a9I0FMtvZ7m-z_eRiMI3O6X-K0t4uTka-uFNt7VrHOi96Nlk2rTh70G038a-xMVByqEcwM3QC84Pxg_C_XMl88gapb34NaEBkV9iExRujnubJemqVcDEHEA8JSa3zYy71n13i70-9gS5/s1600/blowsagainsttheempire052.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1181" data-original-width="1181" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-a9I0FMtvZ7m-z_eRiMI3O6X-K0t4uTka-uFNt7VrHOi96Nlk2rTh70G038a-xMVByqEcwM3QC84Pxg_C_XMl88gapb34NaEBkV9iExRujnubJemqVcDEHEA8JSa3zYy71n13i70-9gS5/s400/blowsagainsttheempire052.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Portada de <i>Blows Against the Empire</i>.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
</div>
<div style="text-align: justify;">
En aquellos años eran populares los álbumes conceptuales, discos cuyas canciones se reunían alrededor de un mismo tema o contaban una historia común (como, por ejemplo, el <i>St. Pepper's Lonely Hearts Club Band</i>, de The Beatles (1967); <i>Tommy</i>, de The Who (1969); o el que es uno de sus más reconocidos exponentes, aunque varios años posterior, <i>The Wall</i> de Pink Floyd (1979)). <i>Blows Against the Empire</i> cuenta la historia de un grupo de rebeldes que roban una nave espacial para huir de la opresión del <i>Tío Samuel</i> y fundar un nuevo hogar en la estrellas. Una idea muy en consonancia con el mensaje de los discos de Jefferson Airplane, que recogían el espíritu de contestación social de finales de los sesenta. La inspiración la había tomado Kantner del libro <i>Los hijos de Matusalén</i> (editado en España como <i>Las 100 vidas de Lázarus Long</i>), de uno de los grandes de la ciencia ficción, Robert Heinlein, autor de <i>Tropas del espacio</i> o <i>La Luna es una cruel amante</i>.</div>
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8rBTBZGC0wNvWpVqtB8FP-c0VZztkGnRr6AZin2-vNPZt0SlWxNTm2_hwJb3fXpmeJb2mQALb3W6tY9ESkrVijdmeY2nboE62sqxzgC8hBt6ApnUkA04vMnjdnAsZRgVORVRmS-XzmEmW/s1600/20170721_190032.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="898" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8rBTBZGC0wNvWpVqtB8FP-c0VZztkGnRr6AZin2-vNPZt0SlWxNTm2_hwJb3fXpmeJb2mQALb3W6tY9ESkrVijdmeY2nboE62sqxzgC8hBt6ApnUkA04vMnjdnAsZRgVORVRmS-XzmEmW/s320/20170721_190032.jpg" width="179" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Mi copia de <i>Las 100 vidas de Lazarus Long</i>, impresa en 1987 y uno de los libros más antiguos de <br />
mi biblioteca (quería enseñaros también
el color amarillo de las páginas,
pero no sale bien en la foto). </td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<br />
Kantner escribió a Heinlein pidiendo autorización para tomar ideas de su libro. Heinlein se la concedió, indicando que a lo largo de los años habían sido muchos los que habían utilizado sus ideas, pero que él era el primero en pedirle permiso.</div>
<div style="text-align: justify;">
El álbum llegó al número 20 de las listas de ventas, pero es recordado por su nominación, en 1971, a los premios Hugo, en la categoría de <i>Mejor presentación dramática</i>. Fue el primer disco de rock en una categoría dominada por el cine y la televisión. Sin embargo sólo pudo ser segundo, después de que la mayoría de los participantes votaran dejar el premio desierto.</div>
<div style="text-align: justify;">
Así se perdió la única oportunidad de que un álbum musical se alzara con el premio (<a href="https://en.wikipedia.org/wiki/The_Firesign_Theatre" target="_blank">The Firesign Theatre</a> ha estado nominado en dos ocasiones, pero sus discos, aunque incluyan música, están concebidos como obras cómicas). Hasta este año, en el que el grupo de rap de Los Ángeles clipping ha sido nominado por su disco <i>Splendor & Misery</i>, cuarenta y seis años después de que lo fuera <i>Blows Against the Empire</i>. ¿Será finalmente este el año en que un disco consiga llevarse el Hugo?</div>
<br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/PUR_ChqUJbc" width="560"></iframe></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Air 'Em Out</i>, una de las canciones del disco por el que clipping opta a premio en esta edición de los Hugo.</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<i>Blows Against the Empire</i> puede encontrarse en Spotify o Youtube. Aunque si queréis acercaros al trabajo de Paul Kantner y al espíritu que hay tras el álbum, os recomendaría que os acercaseis a alguno de los discos de Jefferson Airplane, en especial <i><a href="https://www.youtube.com/watch?v=cxA3Q96a8XE&list=PL4D9EE53270FE100B" target="_blank">Volunteers</a></i> o <a href="https://www.youtube.com/watch?v=4YSHQuQILkY&list=PLVPGzOHIIgz_PYsW0wurklbMPdL_HIGYa" target="_blank"><i>Surrealistic Pillow</i></a>. De Jefferson Starship confieso que no he escuchado nada.</div>
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/53WPcHogkRk" width="560"></iframe></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Blows Against the Empire</i>, de Paul Kantner y Jefferson Starship.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<h4>
Fuentes</h4>
<br />
<div style="text-align: justify;">
La idea de escribir la entrada me surgió escuchando el programa que José Miguel López dedicó en <a href="http://www.rtve.es/alacarta/audios/discopolis/discopolis-9667-1970-65-jefferson-starship-27-02-17/3927765/#aHR0cDovL3d3dy5ydHZlLmVzL2FsYWNhcnRhL2ludGVybm8vY29udGVudHRhYmxlLnNodG1sP3BicT03Jm9yZGVyQ3JpdGVyaWE9REVTQyZtb2RsPVRPQyZsb2NhbGU9ZXMmcGFnZVNpemU9MTUmY3R4PTE5MzYmYWR2U2VhcmNoT3Blbj1mYWxzZQ==" target="_blank">Discópolis</a> a <i>Blows Against the Empire</i>, y que os recomiendo si queréis saber algo más sobre la parte musical. Además he curioseado en las páginas de Wikipedia de <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Jefferson_Airplane" target="_blank">Jefferson Airplane</a> y <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Blows_Against_the_Empire" target="_blank"><i>Blows Against the Empire</i></a>. También he consultado <a href="http://pitchfork.com/thepitch/1483-why-clippings-hugo-nomination-matters-for-music-in-science-fiction/" target="_blank">este artículo</a> sobre el disco de clipping y su nominación a los Hugo.</div>
Malapatahttp://www.blogger.com/profile/17206865855336437551noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4257736323103296546.post-42600921982847721492017-06-26T22:00:00.000+02:002017-07-01T11:39:24.606+02:00La espada de Cheru<div style="text-align: justify;">
Hoy os traigo la traducción de la leyenda de la espada del dios Cheru, según aparece en <a href="https://archive.org/details/cu31924098820842"><i>Asgard and the gods; tales and traditions of our northern ancestors</i></a> de Wilhelm Wägner, uno de los libros con los que me inicié en la <a href="https://lacanciondemalapata.blogspot.nl/search/label/Mitolog%C3%ADa%20n%C3%B3rdica" target="_blank">mitología nórdica</a>. Fue editado en 1886 y es de dominio público (pinchad en el título para ir a su página de Archive.org). Cheru o Heru era el dios de la guerra de los Cherusci o <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Queruscos" target="_blank">Queruscos</a>, una de las tribus germánicas contemporáneas al Imperio Romano (que participó en la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_del_bosque_de_Teutoburgo" target="_blank">batalla del bosque de Teotoburgo</a>, donde Roma perdió tres legiones). Cheru se identifica con el <a href="https://www.google.nl/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&uact=8&ved=0ahUKEwj1mKrnm9zUAhWLyRoKHZitDW0QFggoMAA&url=https%3A%2F%2Flacanciondemalapata.blogspot.com%2F2014%2F03%2Ftyr-el-dios-manco-de-la-guerra.html" target="_blank">Tyr</a> de la mitología nórdica.</div>
<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
La espada de Cheru se creó en la misteriosa forja de los enanos, cuyas exquisitas obras eran celebradas por dioses y hombres. Los hijos de Iwaldi, que habían hecho la lanza de <a href="http://lacanciondemalapata.blogspot.com/2014/05/odin-el-gran-padre.html" target="_blank">Odín</a>, y Sindri, que había <a href="http://lacanciondemalapata.blogspot.com/2014/06/thor-el-protector-de-la-humanidad-de.html" target="_blank">forjado a Mjölnir</a>, habían unido sus esfuerzos para crear la maravillosa arma que sostendría el destino de reyes y naciones.</div>
<div style="text-align: justify;">
Los celosos maestros de la forja habían trabajado duramente bajo tierra, donde Sokwabek se alzaba bajo la corriente del río, hasta terminar la reluciente espada, que fue entregada al poderoso dios Cheru.</div>
<div style="text-align: justify;">
La espada brillaba en la cima del santuario cada mañana al despuntar el alba, arrojando su luz, brillante como una llama, a gran distancia. Pero un día su lugar se encontró vacío y la sonrosada luz de la mañana se limitó a alumbrar el altar, ausente el dios.</div>
<div style="text-align: justify;">
Sacerdotes y nobles buscaron el consejo de la mujer sabia. Esta fue su indescifrable respuesta:</div>
<div style="text-align: justify;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjL5ZcHXlgksVJKtz1v9z4kzu8Jnlj36LJEvlhrZUBETQGt_lmM2sYrmLK0QqyajSjA27UI2Ye0aaDyYUMKSqwRaOgBEyUmF-dqhkiUmj1StRgjJYVWtfMD_w5RuOEMBtaFA-JlZUgudS_B/s1600/Nornorna_spinner_%25C3%25B6dets_tr%25C3%25A5dar_vid_Yggdrasil.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="342" data-original-width="275" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjL5ZcHXlgksVJKtz1v9z4kzu8Jnlj36LJEvlhrZUBETQGt_lmM2sYrmLK0QqyajSjA27UI2Ye0aaDyYUMKSqwRaOgBEyUmF-dqhkiUmj1StRgjJYVWtfMD_w5RuOEMBtaFA-JlZUgudS_B/s320/Nornorna_spinner_%25C3%25B6dets_tr%25C3%25A5dar_vid_Yggdrasil.jpg" width="257" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Las tres nornas (Pasado, Presente y Futuro)<br />
hilando los destinos de hombres
y dioses<br />
a los pies de Yggdrasil, por L.B. Hansen<br />
(via <a href="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/e3/Nornorna_spinner_%C3%B6dets_tr%C3%A5dar_vid_Yggdrasil.jpg" target="_blank">Wikimedia Commons</a>).</td></tr>
</tbody></table>
"Las nornas vagan por los caminos de la noche; la luna ha escondido su rostro. Ellas tejen los hilos, fuertes y poderosos, de dioses y hombres, que nadie puede romper. Uno hacia el este, otro hacia el oeste y uno hacia el sur; el hilo negro hacia el norte. Ellas hablaron a Cheru: 'Ve, escoge al gobernante, al señor de la Tierra; dale la espada de dos filos para su propio dolor'. Él la tiene, él la sostiene en sus manos, pero llegará la hora en que el dios Cheru la recupere".</div>
<div style="text-align: justify;">
Extrañados ante la oscura profecía, los hombres suplicaron una explicación, pero la doncella de la torre guardó silencio. A partir de aquí es la historia quien nos muestra el trascurso de los acontecimientos y arroja la única luz posible sobre el acertijo.</div>
<div style="text-align: justify;">
Vitelio, el prefecto romano del Bajo Rin, cenaba pasada la medianoche en su casa en Colonia, disfrutando más de los placeres de la mesa que de toda la gloria y todas las coronas del mundo. Cuando le comunicaron que un desconocido, con importantes noticias de Germania, quería hablar con él, se levantó impaciente. Su deseo era despacharle lo antes posible, pero al entrar en la antesala se encontró en presencia de un hombre de apariencia tan distinguida que fue incapaz de tratarlo con descortesía. Lo hubiera tomado por uno de los inmortales de no ser porque su vida indulgente no hacía mucho que había destruido su fe en la religión de sus ancestros.</div>
<div style="text-align: justify;">
El desconocido le dio una espada de hermosa factura, diciendo:</div>
<div style="text-align: justify;">
—Toma este arma y guárdala con cuidado; úsala bien y te traerá la gloria y el imperio. ¡Ave César Augusto!<br />
<a name='more'></a></div>
<div style="text-align: justify;">
El prefecto examinó la espada. Cuando levantó la vista el desconocido había desaparecido, sin que la guardia lo hubiera visto entrar o salir. De vuelta al salón donde se celebraba la cena contó lo sucedido. Deslizó la espada fuera de su vaina y fue como si el resplandor de un rayo atravesara la habitación.</div>
<div style="text-align: justify;">
Inmediatamente una voz, que nadie fue capaz de determinar si provenía del interior de la habitación, exclamó:</div>
<div style="text-align: justify;">
—¡Esa es la espada del divino César! ¡Ave Vitelio! ¡Ave emperador!</div>
<div style="text-align: justify;">
Los invitados a la mesa se unieron al grito y difundieron la noticia; a la mañana siguiente las legiones aclamaron a Vitelio como emperador. Se enviaron mensajeros a caballo al resto de provincias, y la Fortuna pareció haberle elegido como su favorito: su general derrotó al ejército de su oponente, Roma le abrió sus puertas y todo el Este reconoció su preeminencia.</div>
<div style="text-align: justify;">
—Fue la espada del divino César la que me hizo dueño del mundo—, decía el emperador mientras se sentaba a disfrutar de los manjares que hacía llegar por tierra y mar desde países distantes.</div>
<div style="text-align: justify;">
Dejó de preocuparse por la espada; la dejó colgada en una esquina de su peristilo, donde un soldado teutónico de su guardia la encontró y la cambió por su tosca y vieja arma.</div>
<div style="text-align: justify;">
El nuevo poseedor de la espada observaba la conducta del emperador con desdén, pues Vitelio no tenía otra preocupación fuera de los placeres de la mesa y la bebida, sin prestar atención a los asuntos del Imperio o las necesidades de sus soldados. No se percató cuando en la lejana Asia el valiente Vespasiano fue proclamado César por sus legiones.</div>
<div style="text-align: justify;">
El soldado germano abandonó el servicio del emperador y se mezcló con la plebe ociosa. Mientras, una desgracia tras otra le sucedían al emperador glotón. Provincias, generales, ejércitos le abandonaban; las tropas enemigas se acercaban a la capital. Entonces Vitelio recurrió a la espada que le había traído previamente la victoria, pero en su lugar sólo encontró un arma vieja e inútil.</div>
<div style="text-align: justify;">
Todo su coraje le abandonó entonces; su deseo fue escapar, arrastrarse a esconderse en un rincón del palacio. El populacho le arrancó de su escondite, le arrastró por las calles y, cuando alcanzaron la base del Capitolio, el soldado germano lo apuñaló con la espada de Cheru o del divino César. De esta manera se cumplió la profecía de la mujer sabia: <i>para su propio daño</i>.<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDr6Bvi8JPy6iASvCAN1lRl3pOGfqSqrmKO3lO_eodhPgKlROBWylYLutuILosEEDs8GKEBqvEvVDeu2pRHDdN06OUM0K69LIqGlc6zUUZFCfvrGpuRrQlz8RyRxFVl9KAvYcBy2GXfUOK/s1600/Housez_La-Mort-De-Vitellius-%252528The-Death-of-Vitellius%252529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="505" data-original-width="640" height="315" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDr6Bvi8JPy6iASvCAN1lRl3pOGfqSqrmKO3lO_eodhPgKlROBWylYLutuILosEEDs8GKEBqvEvVDeu2pRHDdN06OUM0K69LIqGlc6zUUZFCfvrGpuRrQlz8RyRxFVl9KAvYcBy2GXfUOK/s400/Housez_La-Mort-De-Vitellius-%252528The-Death-of-Vitellius%252529.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Muerte de Vitelio, de <a class="linkbtn" href="http://www.wikigallery.org/wiki/artist45648/Charles-Gustave-Housez/page-1">Charles-Gustave Housez</a> (vía <a href="http://www.wikigallery.org/wiki/painting_84061/Charles-Gustave-Housez/La-Mort-De-Vitellius-(The-Death-of-Vitellius)" target="_blank">Wikigallery</a>)</td></tr>
</tbody></table>
</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Después el soldado germano dejó Roma y viajó a Panonia, donde se reincorporó al servicio del Imperio. Luchó en muchas batallas, en las que siempre resultaba victorioso, y pronto consiguió tanta fama que fue nombrado centurión y, posteriormente, tribuno. Cuando envejeció y fue incapaz de continuar en el servicio activo cavó un hoyo en la rivera del Danubio, escondió la espada en él y lo cubrió de nuevo de tierra. Luego se construyó una choza y vivió allí hasta que llegó su final. En su lecho de muerte contó a sus vecinos, que se habían reunido a su alrededor, de sus batallas y como se había hecho con la espada de Cheru. Pero no traicionó el lugar donde la había escondido, aunque la leyenda de que quien fuera que encontrara la espada se convertiría en el gobernante del mundo pervivió de generación en generación.</div>
<div style="text-align: justify;">
Los siglos llegaron y pasaron. Una tormenta formada por las tribus en marcha barrió el Imperio Romano. Las razas germanas se repartieron sus restos. Los nómadas de Asia, los salvajes Hunos, se abrieron paso desde el este, como las olas en el océano, para conseguir su parte del botín. Atila, o Etzel, levantó su estandarte salpicado de sangre con el deseo de tierras y gloria militar, pero durante mucho tiempo sus esfuerzos no obtuvieron fruto.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivgA6Ya0yXV_2JbbfuTK8IJLdwcs3vcICw3SwyyVFYFSc_KTOwfTLCJqtn9WcMXr8Ip8xjCw3MCQVc6dqwwgGIAKdMFvaTIJ2ySQC7WuXT7BJmZCOdjRYbWrNCkYJzKmJ48R9ahdq7-dnD/s1600/Ulpiano_Checa_La_invasi%25C3%25B3n_de_los_b%25C3%25A1rbaros.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="458" data-original-width="800" height="366" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivgA6Ya0yXV_2JbbfuTK8IJLdwcs3vcICw3SwyyVFYFSc_KTOwfTLCJqtn9WcMXr8Ip8xjCw3MCQVc6dqwwgGIAKdMFvaTIJ2ySQC7WuXT7BJmZCOdjRYbWrNCkYJzKmJ48R9ahdq7-dnD/s640/Ulpiano_Checa_La_invasi%25C3%25B3n_de_los_b%25C3%25A1rbaros.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La invasión de los bárbaros, de Ulpiano Checa (vía <a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Ulpiano_Checa_La_invasi%C3%B3n_de_los_b%C3%A1rbaros.jpg" target="_blank">Wikimedia Commons</a>).</td></tr>
</tbody></table>
</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Cierta vez Atila cabalgaba con sus tropas a orillas del Danubio, absorto en gigantescos planes para obtener el dominio del mundo. Sucedió que alzó la vista y vio a un campesino conduciendo a una vaca coja mientras cargaba con una hermosa espada bajo el brazo. Cuando le preguntó, el hombre adujo que su vaca se había lastimado la pezuña con algo puntiagudo escondido entre la hierba, y que cuando buscó la causa de la herida encontró y desenterró la espada.</div>
<div style="text-align: justify;">
El rey mostró su deseo de que le entregaran la espada y la desenvainó con júbilo. Su brillante hoja destelleaba fieramente llena de matices encarnados en la luz de la tarde, haciendo que todos los presentes la contemplaran obnubilados.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pero Atila, sosteniendo la brillante arma en su fuerte mano, exclamó:</div>
<div style="text-align: justify;">
—Es la espada del dios de la guerra, con la que conquistaré el mundo.</div>
<div style="text-align: justify;">
Dicho esto se alejó galopando del campamento, y poco después marchaba hacia batallas y victorias. Dondequiera que desenvainara la espada del dios de la guerra la tierra temblaba de este a oeste.</div>
<div style="text-align: justify;">
Tras su última campaña en Italia se casó con la hermosa Ildico, hija del rey de Burgundia, a quien había asesinado. Cuando la joven prometida se acicaló a disgusto para una boda que odiaba una anciana acudió a ella en secreto, y le dio la espada con la que vengar la muerte de su padre.</div>
<div style="text-align: justify;">
Tiempo después el rey entró en la cámara nupcial en un avanzado estado de intoxicación y se derrumbó en su lecho. Ildico sacó entonces el arma que escondía bajo su vestido y le acuchilló en el corazón con su afilada hoja.</div>
<div style="text-align: justify;">
El domino de los Hunos llegó a su fin con la muerte de Atila y las tribus germánicas persiguieron a sus hordas de vuelta a las estepas de donde habían surgido. Pero la tradición no nos dice si estos últimos hechos de guerra se hicieron con la ayuda de la milagrosa espada. Aunque sí nos da cuenta de muchas cosas extrañas sucedidas por su causa en la Edad Media, y de como el Duque de Alba la enterró en la tierra tras al batalla de Mühlberg. </div>
<br />
<br />
<br />
<h3>
Notas</h3>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Hay varias cosas que me llaman bastante la atención en esta leyenda. Para empezar lo concreto de sus referencias: por lo general cuando una leyenda hace referencia a un hecho histórico suele tratarse de sucesos poco documentados, pero aquí se citan personajes y situaciones históricas conocidas, como el emperador Vitelio o Atila. En este sentido me llama mucho la atención la referencia a un personaje tan tardío, con respecto al resto de acontecimientos, como el Duque de Alba y la batalla de Mühlberg.</div>
<div style="text-align: justify;">
También es curiosa la apropiación que hace del hallazgo de la espada de Atila, que aparece en una <i>Historia de los godos</i> del siglo VI. Aunque allí la propiedad de la espada se atribuye al dios Marte, los hechos que llevan a su descubrimiento (el campesino y su vaca coja) son los mismos.</div>
<div style="text-align: justify;">
Y qué me decís de las "muchas cosas extrañas sucedidas por su causa en la Edad Media". ¿Excálibur, eres tú?</div>
<div style="text-align: justify;">
Aunque he buscado por la red alguna otra referencia a la leyenda para intentar salir de dudas la única que he encontrado ha sido una que ya conocía, la misma leyenda en el libro <a href="https://archive.org/details/mythsofnorthernl01guer" target="_blank"><i>Myths of northern lands, narrated with special reference to literature and art</i></a> de Hélène Adeline Guerber, aunque me da la impresión de que Guerber se limita a transcribir el texto de Wägner. La única diferencia significativa se da al final donde, al preguntarse por el destino de la espada, escribe: "Pero se dice que cuando se renunció a los dioses celestes en favor de la cristiandad, los sacerdotes transfirieron sus atributos a los santos, y que esta espada se convirtió en propiedad del Arcángel San Miguel, su portador desde entonces".</div>
Malapatahttp://www.blogger.com/profile/17206865855336437551noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4257736323103296546.post-23779512575730032512017-05-06T20:07:00.001+02:002017-05-06T20:16:10.417+02:00Las cuentas de Agesilao<div style="text-align: justify;">
Agesilao II fue rey de Esparta entre el 398 y el 358 a. C. Dicen que era valiente, honrado y un gran jefe militar; el estereotipo de espartano que nos suele venir a la cabeza, aunque probablemente con los abdominales menos marcados y tendencia a llevar a la guerra algo más de armadura que una triste capa. Podríamos decir que era muy espartano y mucho espartano. </div>
<div style="text-align: justify;">
Supongo que ser el jefe militar de la polis hegemónica haría que fuera bastante seguro de sí mismo. O, dicho de otro modo, que iba un poco sobrado. Al menos eso debía pensar Plutarco cuando incluyó la siguiente anécdota en sus <i><a href="https://es.wikisource.org/wiki/Vidas_paralelas:_Agesilao">Vidas paralelas</a></i>. </div>
<div style="text-align: justify;">
Cuenta Plutarco que los aliados de Esparta estaban algo molestos con Agesilao por llevarlos a la guerra todos los años sólo para satisfacer su encono contra Tebas, y se quejaban de que les obligara a seguirlo de aquí para allá cuando ellos aportaban bastantes más soldados que los espartanos. Aquí no puedo menos que imaginarme a Agesilao alzando una ceja y diciendo algo así como "Conque esas tenemos, piltrafillas", que seguro que en griego antiguo y dicho por un rey espartano tiene que sonar impresionante.</div>
<div style="text-align: justify;">
Mandó entonces Agesilao que los aliados se sentaran en un lado y los espartanos a otro. Así agrupados las fuerzas parecían descompensadas en favor de los aliados. Entonces Agesilao ordenó que se levantaran todos los alfareros. Cuando estos estuvieron en pie mandó alzarse a los latoneros. A estos los siguieron carpinteros, albañiles, y demás oficios, hasta que casi todos los aliados estaban de pie mientras los espartanos permanecían sentados. Entonces se volvió hacia los jefes aliados, que a esas alturas debían de tener las orejas bastante rojas, y entre risas les dijo: “¿Veis con cuántos más soldados contribuimos nosotros?” </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhR7WczFDVKT1AGl9NcQn60WwTaxbC2tWaz-7y-ky3NAWyi-rUZqpYSahKOtIpgaGX-nV4y5GMOIHngZBdBu-utUmCOHj5rv3lk1wNS7UNVyYqG-pshuEeyaG2RPkl9E4FXevyrNg9blnP8/s1600/Agesilaus_and_Pharnabazus..gif" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhR7WczFDVKT1AGl9NcQn60WwTaxbC2tWaz-7y-ky3NAWyi-rUZqpYSahKOtIpgaGX-nV4y5GMOIHngZBdBu-utUmCOHj5rv3lk1wNS7UNVyYqG-pshuEeyaG2RPkl9E4FXevyrNg9blnP8/s1600/Agesilaus_and_Pharnabazus..gif" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Agesilao espera a otro gobernante (bastante menos campechano que él) echado en la hierba (<a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Agesilaus_and_Pharnabazus..gif">fuente</a>).</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
Malapatahttp://www.blogger.com/profile/17206865855336437551noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4257736323103296546.post-38112395136683456162017-04-17T18:00:00.000+02:002017-04-17T18:00:41.846+02:00El origen español del símbolo del dólar y otras curiosidades<div style="text-align: justify;">
Pocos símbolos hay tan populares como la $ que representa al dólar o al dinero en general. Menos conocido es que la S rayada tuvo su origen en una moneda española; el real de a ocho, peso o, como fue llamado en norteamérica, el <i>Spanish dollar</i>.</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIJZadarU2Fx1pIYtRuicDo-90FDIjiXe1tDNCY-2mzqK2GOF6RGbVwR4S19gZnJDrmEzg7oFLNcCF6iivvn8WokF5BviCQw73AfOwavuKeOuV9NM_zoqwxNUfW2Aey3f8p4Qak66g-vcz/s1600/tio-gilito3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIJZadarU2Fx1pIYtRuicDo-90FDIjiXe1tDNCY-2mzqK2GOF6RGbVwR4S19gZnJDrmEzg7oFLNcCF6iivvn8WokF5BviCQw73AfOwavuKeOuV9NM_zoqwxNUfW2Aey3f8p4Qak66g-vcz/s400/tio-gilito3.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
El real de a ocho o peso duro fue una moneda acuñada en plata, con valor de ocho reales (con ese nombre quién lo diría, ¿verdad?). Empezó su andadura en 1497 y poco a poco se convirtió en la primera moneda de uso mundial, empleándose para comerciar desde EEUU hasta China (posición que, curiosamente, ocupa en nuestros tiempos el dólar, cuyo nacimiento tuvo bastante que ver con el real de a ocho). Debido a su importancia era común que pagarés o letras de cambio se referenciaran a dicha moneda. Y de abreviar pesos fue de donde surgió la $. Empezó como una p, con una s de menor tamaño a modo de superíndice. Con el tiempo la s fue superponiéndose a la p, hasta llegar al símbolo que conocemos hoy en día.</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQZQfA3wt59e4Lir1qYlCGFWpZkXDdOtJmQkXyXI1JKbzXoBVYpxKQsUa4btU7N2YArzBzkdwVPHHMqyQhyphenhyphen2uDcbSg-gBu5XbgPqwdsnAd7YPkn6teQDYpv8019XuhPqKlH5l3-MT6V1y2/s1600/Pesos+to+dollar.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="98" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQZQfA3wt59e4Lir1qYlCGFWpZkXDdOtJmQkXyXI1JKbzXoBVYpxKQsUa4btU7N2YArzBzkdwVPHHMqyQhyphenhyphen2uDcbSg-gBu5XbgPqwdsnAd7YPkn6teQDYpv8019XuhPqKlH5l3-MT6V1y2/s400/Pesos+to+dollar.png" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Evolución del signo del dólar (autor: <a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Dollar_Symbol_Evolution.jpg?uselang=es">WikedKentaur</a>).</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Aunque solemos asociar el símbolo $ al dólar, su primera aparición fue en México, donde sigue en uso para abreviar al peso.</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgx7cN2XUTwGvfUE9aSboF3igVoKdL56dWO9WEe2KrqLhi7AKglyeUti0iJbvxycmVaQD517Lzz98uFe2utH1BeaMmOCeoraIPW7LiaIps01IrDRn4HLeLcGHJRDbwgAxg0E6zjaDMGsxNo/s1600/Sin+nombre.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="172" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgx7cN2XUTwGvfUE9aSboF3igVoKdL56dWO9WEe2KrqLhi7AKglyeUti0iJbvxycmVaQD517Lzz98uFe2utH1BeaMmOCeoraIPW7LiaIps01IrDRn4HLeLcGHJRDbwgAxg0E6zjaDMGsxNo/s400/Sin+nombre.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Real de a ocho de 1759 junto con su <i>descendiente</i>, un peso mexicano de 2005<br />
(Fuentes: real de a ocho de <a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Ocho_reales_de_plata_1759_(reverso).jpg">Sgh</a> y <a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:1_peso.jpg">peso</a>).</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
Hay otras hipótesis sobre la procedencia del símbolo del dólar. Mi favorita es la que afirma que surge al imitar la figura de las columnas de Hércules y la banda con la leyenda <i>plus ultra</i> que aparecía en el reverso de los reales de a 8 (ver la imagen de arriba a la izquierda).</div>
<div style="text-align: justify;">
También hay quien ve en él resultado de unir las siglas
US, al escribir la U sobre la S. En su contra está que el símbolo $ ya
se usaba antes de que existieran los Estados Unidos (a mí personalmente
me suena a "vamos a buscar una explicación que no dependa de nadie de
fuera"). También hay quien cree que la S rayada proviene del 8 de los
reales de a ocho</div>
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
Aunque originalmente sólo quería hablar del símbolo $, mientras me documentaba he descubierto algunos hechos curiosos sobre el real de a ocho y su relación con el dólar.<br />
<div style="text-align: justify;">
Como comentaba al inicio, el real de a ocho era una moneda de uso mundial. Fue muy empleada, por ejemplo, en el comercio con China, ya que este país sólo admitía el pago en plata. Siendo así, no es extraño que fuera común en norteamérica cuando aún era colonia británica. Al comenzar la revolución, las trece colonias que luego formarían EEUU emitieron papel moneda respaldado por reales de ocho o <i>Spanish dollars</i>.</div>
<div style="text-align: justify;">
La palabra dólar viene de otra de las monedas de plata que se usaban en la época, el <i>thaler</i> de Bohemia (tálero en español). En norteamérica se conocía por su nombre holandés, <i>daler</i>, que acabó convertido en <i>dollar</i>. Cuando los EEUU consiguieron su independencia tomaron el real de a ocho como referencia para crear su moneda. Dólar y <i>Spanish dollar</i> coexistieron hasta 1857, en el que se eliminó el uso de monedas extranjeras en EEUU. Aún así la herencia del real de ocho siguió viva en la bolsa,
donde las acciones se negociaron por octavos de dólar hasta 1997.</div>
<div style="text-align: justify;">
Y una última curiosidad: de peso duro, como también era conocido el real de a ocho, viene el popular <i>duro </i>(cinco pesetas), que tanto se usaba en España antes de la llegada del euro. </div>
</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrXBC2A_ZTqby1ewyJGN_HhzR-B4z4bLP0JxXG23lwHjoaaW6l-ljCrJKS8ReHFvgHGlY9l9wMzA1oQ9t3bPCbQkjB47naBDAEfNwjvRoo0wAm3tCREq6ImM5ditO4w5q3xQgrLax6idLz/s1600/256px-Cien_pesetas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrXBC2A_ZTqby1ewyJGN_HhzR-B4z4bLP0JxXG23lwHjoaaW6l-ljCrJKS8ReHFvgHGlY9l9wMzA1oQ9t3bPCbQkjB47naBDAEfNwjvRoo0wAm3tCREq6ImM5ditO4w5q3xQgrLax6idLz/s1600/256px-Cien_pesetas.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Moneda de 100 pesetas de 1999. O, popularmente, de veinte duros. Notad como todavía se conservan las columnas de Hércules con la banda que ya aparecían en los reales de a ocho (autor <a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Cien_pesetas.jpg?uselang=es">Serg!o</a>).</td></tr>
</tbody></table>
<h3>
</h3>
<h3>
Fuentes:</h3>
<div style="text-align: justify;">
Páginas de Wikipedia del <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Real_de_a_8#Apogeo_y_difusi.C3.B3n">Real de a ocho</a>, <i><a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Dollar#History">dollar</a></i> y <i><a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Spanish_dollar">Spanish dollar</a></i>. </div>
Malapatahttp://www.blogger.com/profile/17206865855336437551noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4257736323103296546.post-75704544429957027252017-03-26T12:42:00.000+02:002017-03-26T12:42:42.248+02:00El día en que Oso Erguido se convirtió en persona<div style="text-align: justify;">
La historia de las tribus indias de Norteamérica es una triste lista de derrotas y claudicaciones. Entre sus escasas victorias destaca una que no tuvo lugar en las praderas, sino ante una corte de justicia. Es la historia de como a Oso Erguido, jefe de los poncas, se le reconoció ser una persona.</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOsW4s36tFtzT3jwgmTcEe_k2bumHcWTiFvljDyNTEap2jgiGT6VKdvtjrk9Nc35sksxGwQkaFvdTup_ovxQKVCxDml1HmtKYScdH4qFN1yHEEGmahGKc5KzMZguRVPaJudU3mrMFr0rBE/s1600/chief-standing-bear.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="306" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOsW4s36tFtzT3jwgmTcEe_k2bumHcWTiFvljDyNTEap2jgiGT6VKdvtjrk9Nc35sksxGwQkaFvdTup_ovxQKVCxDml1HmtKYScdH4qFN1yHEEGmahGKc5KzMZguRVPaJudU3mrMFr0rBE/s320/chief-standing-bear.png" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Jefe Oso Erguido, de la tribu Ponca (<a href="http://www.chiefstandingbear.org/">fuente</a>).</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<h3>
Los poncas</h3>
<br />
<div style="text-align: justify;">
La tribu Ponca tenía su territorio en la actual Nebraska, donde el río Niobrara desemboca en el Missouri. Eran tierras fértiles, donde los poncas cultivaban maíz, hortalizas y árboles frutales.</div>
<div style="text-align: justify;">
A mediados del siglo XIX la tribu Ponca contaba unos ochocientos miembros, y ya había firmado tres tratados con los recién creados EEUU. En el último, firmado en 1858, los poncas cedían parte de sus tierras a cambio de que se les reconociera una reserva permanente junto al río Niobrara. El gobierno también se comprometía a proteger a los poncas de las incursiones de sus vecinos, además de a facilitarles una serie de recursos para ayudar a su desarrollo.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipc5J3SOAmDWtnpZO6nlQ26pweXxBjiIs1_A97X8hN-BhzpJieAsVk96kEu9gq_hyphenhyphenMIgoc8A64yWZIqFUPR8z7kTdFrYM5V_CydQ3o4xS0-cau3Bk6fguyPrfeq3pqcxLhe4TbeSD-xvGq/s1600/aldea+ponca.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="301" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipc5J3SOAmDWtnpZO6nlQ26pweXxBjiIs1_A97X8hN-BhzpJieAsVk96kEu9gq_hyphenhyphenMIgoc8A64yWZIqFUPR8z7kTdFrYM5V_CydQ3o4xS0-cau3Bk6fguyPrfeq3pqcxLhe4TbeSD-xvGq/s400/aldea+ponca.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Recreación de una aldea Ponca para una producción televisiva de 1988 (<a href="http://www.nebraskastudies.org/0600/frameset_reset.html?http://www.nebraskastudies.org/0600/stories/0601_0106.html">fuente</a>).</td></tr>
</tbody></table>
</div>
<div style="text-align: justify;">
La ayuda prometida nunca llegó, y aunque la reubicación de parte de la tribu resultó bastante más dura de lo que habían supuesto, a finales de los años sesenta los poncas podían mirar al futuro con cierto optimismo.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pero en 1868 los EEUU firman un tratado de paz con los sioux. Por error, entre los terrenos que se les adjudicaron se encontraban las tierras de los poncas. Esto se convirtió en una pesadilla para la tribu, que empezó a ser acosada por jóvenes sioux, que robaban sus caballos como pago por dejarles vivir en sus tierras.</div>
<div style="text-align: justify;">
Las continuas quejas de los poncas fueron ignoradas por el gobierno que se había comprometido a protegerlos. Sólo al cabo del tiempo accedió a concederles una pequeña indemnización a cambio de las pérdidas sufridas. Pero esto sólo fue un pequeño alivio antes del golpe definitivo.</div>
<br />
<br />
<a name='more'></a><br />
<h3>
Primer viaje a Oklahoma</h3>
<br />
<div style="text-align: justify;">
En 1876 la muerte de Custer y su séptimo de caballería terminó de enrarecer el clima sobre los asuntos indios en Estados Unidos. Se elaboró una lista de tribus forzadas a trasladarse al Territorio Indio de Oklahoma y alguien decidió incluir a los pacíficos poncas, quizás como forma de acabar de un plumazo el problema que habían creado en el tratado con los sioux. La orden incluía una coletilla que establecía que el traslado debía contar con la aprobación de la tribu.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pero cuando el inspector de reservas Edward C. Kemble comunicó la noticia a los ponca lo hizo en forma de orden tajante. Los Ponca desconfiaron; antes de dar su visto bueno insistieron en visitar las nuevas tierras. Kemble accedió a acompañar en ferrocarril a una delegación formada por una decena de jefes, entre los que se encontraba Oso Erguido, para que conocieran la reserva.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEaBZNT0Uy8ENDOW8x0Giy0qbwI3dY-u10YomCvo8YfEBnjuWgOysvszzEkLpCJ15W8n1mW4JIDVIBZARZyFE3LO2e56-H0Snufx2bHeebWBKAeTuwJ-KSmkGjIaE16Rv7Wfu-n8DNkVDA/s1600/Ponca_delegation_-_NARA_-_523636.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEaBZNT0Uy8ENDOW8x0Giy0qbwI3dY-u10YomCvo8YfEBnjuWgOysvszzEkLpCJ15W8n1mW4JIDVIBZARZyFE3LO2e56-H0Snufx2bHeebWBKAeTuwJ-KSmkGjIaE16Rv7Wfu-n8DNkVDA/s1600/Ponca_delegation_-_NARA_-_523636.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Imagen de una delegación Ponca. No se especifica el año ni sus componentes, aunque el tercero por la izquierda de la fila central se parece bastante a Oso Erguido (<a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Ponca_delegation_-_NARA_-_523636.jpg">fuente</a>).</td></tr>
</tbody></table>
</div>
<div style="text-align: justify;">
El panorama encontraron allí era descorazonador: esas tierras áridas estaban muy lejos de sus fértiles campos. Pero peor aún fue ver de primera mano las malas condiciones que sufrían las tribus que han sido obligadas a asentarse allí. Los jefes decidieron que no tenía sentido continuar la visita y pidieron volver a su tierra. Kemble insistía mostrarle nuevas tierras; les llamó cabezotas y, cuando comprendió que no conseguiría convencerlos, les dejó a su suerte para recorrer los más de 800 de kilómetros de vuelta.</div>
<div style="text-align: justify;">
Fue un camino duro: algunos jefes eran mayores y para el viaje no llevaban más que una manta, ni tenían más calzado que el que llevaban puesto. Llegaron a su hogar con los pies ensangrentados, y solo gracias a la ayuda de tribus amigas que encontraron por el camino.</div>
<br />
<br />
<h3>
El camino de las lágrimas</h3>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Tras escuchar el relato de los jefes la tribu se negó a marcharse. Kemble insistió, respaldado por numerosas tropas, logrando convencer a una cuarta parte de la tribu. Antes su falta de efectividad fue sustituido por E. A. Howard, que no se andó con tantos miramientos, obligando a los poncas que quedaban a marchar a punta de bayoneta. La deportación se inició el 21 de mayo de 1877, el primero de 50 días de marcha que serían conocidos en la historia de los poncas como <i>El camino de las lágrimas</i>.</div>
<div style="text-align: justify;">
Todo un pueblo marchando en plena temporada de lluvias, recorriendo caminos convertidos en lodazales. Pronto la enfermedad empezó a atacar a los más débiles y su paso quedó marcado por las tumbas de niños y ancianos. Entre ellos la hija de Oso Erguido, Flor de la Pradera, fallecida por una pulmonía el 6 de junio.</div>
<div style="text-align: justify;">
La dureza del camino sólo pudo compararse con el panorama que encontraron a su llegada. Acostumbrados al frío clima del norte, el calor y las pobres condiciones de vida de la reserva en Oklahoma se cebó en los desfallecidos poncas. La malaria hizo estragos, y al finalizar el primer año en sus nuevas tierras había fallecido una cuarta parte de la tribu.</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiltc5Iepzbd5-gbW4TZQ_yXD-k6hAvJ6cn5rArfRiWx5TgJJnryYyAMThMTkHBF2_7y-PCs13HSWGeXkyajg0FMxqAQG0ex-EZKHGmu1nljjNo6n7mtEXliOqwLH5CCOLBgqOvWb-DlCDB/s1600/Trail+of+Tears.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiltc5Iepzbd5-gbW4TZQ_yXD-k6hAvJ6cn5rArfRiWx5TgJJnryYyAMThMTkHBF2_7y-PCs13HSWGeXkyajg0FMxqAQG0ex-EZKHGmu1nljjNo6n7mtEXliOqwLH5CCOLBgqOvWb-DlCDB/s1600/Trail+of+Tears.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">En blanco y amarillo el camino de ida y vuelta (respectivamente) que hicieron los jefes para conocer la reserva. En naranja aparece el <i>Camino de las lágrimas</i>. La distancia que tuvieron que recorrer es similar a la que hay entre Sevilla y Barcelona.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<h3>
Retorno y prisión</h3>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJs6Xt7_dkaeUuQDPNygWFrT7_reOmCTiSA0AGCk86R66mSca3eyLbT-CKFNJb5bE1eI14UGFX9tIB_LVdyybN5xb_hJxOcGY6d08SpinugI4-t4pUAX7EfBXgU4ZM4FixaTckFFbJ9xYY/s1600/Crook.png" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJs6Xt7_dkaeUuQDPNygWFrT7_reOmCTiSA0AGCk86R66mSca3eyLbT-CKFNJb5bE1eI14UGFX9tIB_LVdyybN5xb_hJxOcGY6d08SpinugI4-t4pUAX7EfBXgU4ZM4FixaTckFFbJ9xYY/s320/Crook.png" width="251" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El general Crook, inesperado aliado <br />
de Oso Erguido (<a href="http://www.nebraskastudies.org/0600/frameset_reset.html?http://www.nebraskastudies.org/0600/stories/0601_0106.html">fuente</a>).</td></tr>
</tbody></table>
Uno de los fallecidos fue el último hijo que le quedaba a Oso Erguido. Antes de morir hizo prometer a su padre que llevaría su cuerpo a los antiguos lugares de enterramiento de la tribu, junto al río Niobrara. En enero de 1878 Oso Erguido, junto con otros 66 miembros de su clan, se escabulló de vuelta a Nebraska.</div>
<div style="text-align: justify;">
Viajaron en pleno invierno, esquivando las zonas con presencia militar. Pero no pudieron permanecer escondidos y, tras haber llegado a su destino, el general Crook detiene a los poncas y los encierra en el Fuerte Omaha. </div>
<div style="text-align: justify;">
La aparición del general Crook fue, en realidad, un golpe de suerte para los ponca. Tras años luchando contra los indios, Crook había dejado de ver el sentido de la lucha y respetaba a sus antiguos enemigos. La historia de Oso Erguido le conmovió y acordó con él hacer lo posible para evitar su vuelta a Oklahoma. La mala situación de los poncas le sirvió de excusa para dilatar su partida, tiempo que aprovechó para entrar en contacto con el editor Thomas Tibbles, que inició una campaña de prensa para dar a conocer el caso. Fruto de esta se presentaron dos abogados dispuestos a hacerse cargo gratuitamente de la defensa de Oso Erguido.</div>
<br />
<br />
<br />
<h3>
El juicio</h3>
<br />
<div style="text-align: justify;">
El 18 de abril de 1879 comienza el caso de <i>Oso Erguido contra Crook</i>. El juez invoca el <i>hábeas corpus</i>, una figura jurídica que persigue evitar los arrestos y detenciones arbitrarias. Si los poncas no estaban en guerra con EEUU, el gobierno no tenía derecho a detenerlos y trasladarlos contra su voluntad. En defensa del gobierno, el fiscal del distrito arguyó que los poncas no pueden acogerse al <i>hábeas corpus</i> ya que "no eran personas en el sentido contemplado por la ley" y estaban sometidos a las leyes del gobierno relativas a tribus indias. Frente a él los abogados de Oso Erguido sostenían que el ponca era una persona, y como tal tenía derecho a decidir si quería separarse de su tribu y acogerse a los derechos que garantizaba la Constitución como cualquier otro ciudadano.</div>
<div style="text-align: justify;">
El juez dio la palabra a Oso Erguido, que pronunció un discurso que ha pasado a la historia, y que comenzaba:<br />
<blockquote class="tr_bq">
<i>Esta mano no es del color de las vuestras, pero si la pincho brotará la sangre y sentiré dolor. La sangre es del mismo color de la vuestra. Dios me hizo, y soy un hombre.</i> </blockquote>
<div style="text-align: justify;">
En su fallo el juez Elmer S. Dundy estableció que Oso Erguido era una persona, y por lo tanto contaba con los mismos derechos que la ley concedía a cualquier otro ciudadano, entre ellos el de no ser detenido y trasladado arbitrariamente, ya que si se permitía que se le detuviera que trasladase a una reserva contra su voluntad, nada había que impidiera que lo trasladasen a una prisión, afirmando que "No puedo creer, en fin, que este tipo de autoridad arbitraria pueda existir en este país".</div>
<div style="text-align: justify;">
El juez ordenó la inmediata liberación de los poncas, provocando un estallido de alegría en la sala. Entre otros del general Crook, que fue el primero en estrechar la mano de Oso Erguido. Poco después el gobierno autorizaría la cesión de unos centenares de hectáreas sin reclamar cerca de la desembocadura del Niobrara. Oso Erguido y los suyos volvían a casa.</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhktmeMK9TUrBiazL23eh_B6Gvp5aFFn9avyR6Ix9TJTkMqIuwQ-cJ8Fw9HRBDswwU11wCpPn3FVOyPVp2mJ-5QZgyN9KGR8mHOPZ92at_4bu0j6MWumxvjbenP4TJW1Wby5aKq6-NAm16A/s1600/Juicio.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhktmeMK9TUrBiazL23eh_B6Gvp5aFFn9avyR6Ix9TJTkMqIuwQ-cJ8Fw9HRBDswwU11wCpPn3FVOyPVp2mJ-5QZgyN9KGR8mHOPZ92at_4bu0j6MWumxvjbenP4TJW1Wby5aKq6-NAm16A/s1600/Juicio.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Fiscal y abogados defensores en el caso de Oso Erguido contra Crook. En último lugar está Thombas Tibbles, el editor de periódico que hizo suya la causa de los ponca (<a href="http://www.nebraskastudies.org/0600/frameset_reset.html?http://www.nebraskastudies.org/0600/stories/0601_0106.html">fuente</a>).</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<h3>
Epílogo: la suerte de Gran Serpiente y la división de los poncas</h3>
<br />
<div style="text-align: justify;">
La noticia llegó pronto a la reserva india de Okalhoma. El medio centenar de poncas vivía allí empezó a hacer los preparativos para reunirse con sus hermanos, pero sería en vano. La sentencia de Oso Erguido contra Crook amenazaba con acabar con todo el sistema de reservas, que constituía una considerable fuente de negocios para algunos. Los agentes del gobierno se encargaron de disuadir a los indios al tiempo que se iniciaba una campaña de descrédito contra Oso Erguido, calificándolo de renegado de su tribu.</div>
<div style="text-align: justify;">
Aún así hubo quien se resistió a aceptar su suerte. Entre ellos se encontraba el hermano de Oso Erguido, el también jefe ponca Gran Serpiente. Al poco de conocer la sentencia pidió permiso para desplazarse junto a su hermano. Cuando le fue denegado decidió poner a prueba la reciente sentencia desplazándose las tierras de otra de las tribus residentes en el Territorio Indio de Oklahoma. </div>
<div style="text-align: justify;">
La reacción de los agentes de la reserva fue inmediata: Gran Serpiente y los suyos fueron detenidos y devueltos a la reserva ya que, según la interpretación del gobierno, el fallo de Oso Erguido no podía aplicarse más allá de ese caso particular (algo, por otro lado, muy común cuando la justicia falla en contra del poder).</div>
<div style="text-align: justify;">
Poco después Gran Serpiente fue atraído con engaños a la oficina del agente de la reserva donde fue detenido. En
medio de un forcejeo un disparo acabó con su vida. Estaba desarmado. El gobierno
calificó su muerte de accidental. <br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUnNmZB27vv9LK_EWJ4YB6iRBFUJRGUUlDNAI6hZaqQT7tFjog4Vh6FAIXzDuVf4DldCiX8w8Ys9hySKMsZtxg2JjRPsvEWE-UbNBgy8WleUSq_cMQxDrfD3o_esKxH89wA_BhpfYPaShO/s1600/Standingbear.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUnNmZB27vv9LK_EWJ4YB6iRBFUJRGUUlDNAI6hZaqQT7tFjog4Vh6FAIXzDuVf4DldCiX8w8Ys9hySKMsZtxg2JjRPsvEWE-UbNBgy8WleUSq_cMQxDrfD3o_esKxH89wA_BhpfYPaShO/s1600/Standingbear.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Oso Erguido con su familia en 1903 (<a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Standingbear.jpg">fuente</a>).</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Ese fue el final del sueño de los poncas de volver a reunirse en sus antiguas tierras y el inicio de la separación de la tribu en dos, los poncas de Nebraska y los de Oklahoma, que aún se mantiene hoy día.</div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
Oso Erguido vivió treinta años más. Tras una gira que le llevó por Estados Unidos y Europa defendiendo los derechos de los indios volvió a Nebraska para dedicarse a la agricultura en sus nuevas tierras, junto los aproximadamente 170 poncas que habían logrado reunirse allí. Falleció con casi 80 años y sus restos reposan en el lugar que le vio nacer, la tierra por la tanto sufrió y donde al fin logró regresar.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<h3>
Fuentes</h3>
<ul>
<li>Conocí la historia de Oso Erguido en <i>Enterrad mi corazón en Wounded Knee</i>, de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Dee_Brown_(escritor)" target="_blank">Dee Brown</a>, un libro muy recomendable sobre la historia de las tribus indias. También ha sido mi fuente principal de información, que he completado con:</li>
<li>Páginas de Wikipedia sobre los <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Ponca" target="_blank">poncas</a> y <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Standing_Bear" target="_blank">Standing Bear</a>.</li>
<li>Página de <a href="http://www.nebraskastudies.org/0600/frameset_reset.html?http://www.nebraskastudies.org/0600/stories/0601_0106.html">NebrascaStudies.Org</a> dedicada al juicio de Oso Erguido.</li>
<li><a href="http://library.timelesstruths.org/texts/Stories_Worth_Rereading/Standing_Bears_Speech/">Discurso completo</a> de Oso Erguido (en inglés).</li>
</ul>
</div>
</div>
Malapatahttp://www.blogger.com/profile/17206865855336437551noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4257736323103296546.post-20850497122754321712017-02-17T19:51:00.000+01:002017-02-17T19:51:00.911+01:00Toneladas de vino y viajes por mar<div style="text-align: justify;">
Leyendo sobre historia naval descubro que en Inglaterra ya se usaba en la Edad Media el tonelaje para referirse al tamaño de un barco. Sin embargo no era una medida de masa, sino de capacidad. El nombre hacía referencia a la cantidad de toneles de un cierto volumen que el barco era capaz de transportar en sus bodegas. Su uso en Inglaterra fue importado de Francia gracias al cada vez mayor comercio marítimo entre ambas naciones, en especial el del vino, que se transportaba en dichos toneles.</div>
<div style="text-align: justify;">
La palabra, tanto en inglés como en castellano, procede de la francesa <i>tonne</i>, tonel grande. De hecho en inglés dio lugar a dos palabras distintas: <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Tun_(unit)" target="_blank"><i>tun</i></a>, para la unidad de volumen, y <i>ton</i> (tonelada), para la masa.</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJuJE9NjqpLC0JyjFjc2ggLAH95y-d04j9q48A8Lbh0fVJbut6ti1fP92aZFnl0qXbvRRx0N4r84ox5RfZ3KPSYtb90AdAV20RJTkyiiR27G2THazY8xxaM18w0bzHRxE2kUnNey5ZIkCU/s1600/799px-English_wine_cask_units.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJuJE9NjqpLC0JyjFjc2ggLAH95y-d04j9q48A8Lbh0fVJbut6ti1fP92aZFnl0qXbvRRx0N4r84ox5RfZ3KPSYtb90AdAV20RJTkyiiR27G2THazY8xxaM18w0bzHRxE2kUnNey5ZIkCU/s640/799px-English_wine_cask_units.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Unidades inglesas para toneles de vino (<a href="https://en.wikipedia.org/wiki/File:English_wine_cask_units.jpg#filelinks" target="_blank">Wikipedia</a>).</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Cuando, tras la revolución francesa, se estableció el sistema métrico decimal, sólo se establecieron prefijos hasta el miria, 10.000 veces. Pero como en el caso de la masa era insuficiente se adoptaron los nombres de unidades anteriores, y así fue como la tonelada <i>tonel</i> renació como tonelada métrica. Al menos la tonelada inglesa, que equivalía a unos 950 litros. También existió una tonelada castellana, pero ésta era más grande, de unos 1.500 litros. </div>
<div style="text-align: justify;">
¿Será que en Castilla gustaba más el vino?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<br />
<h4>
Fuentes:</h4>
<ul>
<li><i>A Brief History of British Sea Power</i>, de David Howarth.</li>
<li>Wikipedia: páginas de <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Tun_(unit)" target="_blank">Tun</a>, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Tonelada" target="_blank">Tonelada</a> y <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Sistema_M%C3%A9trico_Decimal" target="_blank">Sistema Métrico Decimal</a>.</li>
</ul>
</div>
Malapatahttp://www.blogger.com/profile/17206865855336437551noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4257736323103296546.post-30818227342930123992017-02-10T18:31:00.000+01:002017-02-19T17:50:39.035+01:00Descarga "Fin de año, fin del mundo. Un relato de humor cósmico"<div style="text-align: justify;">
Pinchando en las imágenes del final de esta entrada podéis descargar las versiones para libro electrónico de <i>Fin de año, fin del mundo. Un relato de humor cósmico. </i></div>
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9YDO9ku8wvLV10bx35boocpQYnVbMQ2P-vEnTS3TIGBPn3NwhNYCK-Wy2655TDEx1TswPD6B4fnMbxsUmdjTRdGE3JuA3YHpDaP_eprOwgLQAWauU2p7iFUJBW_-Cjb_tfNNDfFQLHGm7/s1600/Portada+Fin+de+a%25C3%25B1o.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9YDO9ku8wvLV10bx35boocpQYnVbMQ2P-vEnTS3TIGBPn3NwhNYCK-Wy2655TDEx1TswPD6B4fnMbxsUmdjTRdGE3JuA3YHpDaP_eprOwgLQAWauU2p7iFUJBW_-Cjb_tfNNDfFQLHGm7/s320/Portada+Fin+de+a%25C3%25B1o.jpg" width="242" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<blockquote class="tr_bq">
El pasado fin de año un pequeño grupo de adeptos se reunió en una solitaria playa para conjurar una terrible criatura más allá del tiempo que acabara con la especie humana.
Evidentemente algo salió mal. </blockquote>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://app.box.com/s/dg6nq3syg884ndyapfd9tm45o7mcu41g" target="_blank"><img alt=" EPUB Fin de año, fin del mundo." border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjchiBvWsO9r-AOmaT5BUuhGw3ADBYxyOgS-SZ7o0uusNcBK7XqQnU8WLAHcONAzl3JTzAhLfGRbzcRMtd-G4iQNwyZkcquBMknNR592JE9BKPNraiEkUoo_J8rf3tCgMyEJQxygmCXrIfP/s200/EPub_logo.png" width="100" /></a><a href="https://app.box.com/s/bmuw6hs56hmyw376gcqu6lsl3w900x5l" target="_blank"><img alt="PDF. Fin de año, fin del mundo." border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyPgV_IIBUQS-Ybu0VjkzDLkGMZcUao_1I6oc5fPnBAvN8gQY-URH2_P2BNMxKM-2fN8g5cD2kzLoHVYXjcMw3dHHdk0jwuWfVmwiTMKsBBUwghyphenhyphenVw93LC0khS4JJHeotL3bYdZ3w7iZJP/s1600/mobi.png" width="100" /><img border="0" height="100" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiB0o1Tug2pMxkHR2yFfUe-M-ArrzDL0tVN0sqsf6CoGDrBYLABlFw6xXhG1v-DSuhj7AufKzt012mWKUP_3b8Cy1ebbFSoOjRUzeHKOR0bqFAZDBFR66gTnoTJ1TO5_6jS1EqqkCfWejnQ/s200/pdf-ico.png" width="100" /></a><span id="goog_367476274"></span><span id="goog_367476275"></span></div>
Malapatahttp://www.blogger.com/profile/17206865855336437551noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4257736323103296546.post-50395568964310478102017-01-29T20:38:00.000+01:002017-02-11T18:06:13.761+01:00Fin de año, fin del mundo (2): la invocación<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><i><span style="font-size: small;">(<a href="https://lacanciondemalapata.blogspot.com.es/2016/12/fin-de-ano-fin-del-mundo-1.html" target="_blank">Aquí</a> podéis encontrar la primera parte del relato, o descargar <a href="https://lacanciondemalapata.blogspot.com.es/2017/02/descarga-fin-de-ano-fin-del-mundo-un.html" target="_blank">aquí</a> la versión completa en pdf, epub o mobi).</span></i></span></div>
<br />
<div class="getty embed image" style="background-color: white; color: #a7a7a7; display: inline-block; font-family: "helvetica neue" , "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 11px; max-width: 474px; width: 100%;">
<div style="height: 0; overflow: hidden; padding: 76.160338% 0 0 0; position: relative; width: 100%;">
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<div style="margin: 0;">
</div>
</div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;">III</span></h2>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Ph'nglui mglw'nafh N'arjswel C'diz wgah'nagl fhtagn...</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Rubén miró a su alrededor mientras el resto del grupo repetía las palabras del salmo. Cinco figuras reunidas alrededor de un pentagrama trazado a orilla del mar, rodeados por un círculo de antorchas. No eran el equipo que esperaba, pero no podía quejarse: después de tanta espera al fin había llegado la hora. La invocación había comenzado; pronto de las profundidades se alzaría un horror más allá de toda descripción para poner fin a una era de decadencia, de locura, de... teléfonos móviles.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
En la tranquilidad de la playa la voz de Madonna repetía machaconamente que el tiempo pasa, pero muy despacito.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
El Sumo Sacerdote miró como su Condestable de la Orden buscaba desesperado su teléfono bajo la túnica. Cuando las grandes mangas le dejaron al fin atrapar el aparato levantó los ojos en tono de disculpa mientras decía:</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Es Salvador. Le dije que le llamaría antes de que empezáramos y se me olvidó. —Sin esperar respuesta se llevó el teléfono al oído.— Dime, rápido... Sí, ya hemos empezado... Lo sé, lo sé... Sí, un primo mío...</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Rubén abrió la boca para soltar un exabrupto, pero Carlos fue más rápido:</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—¡Dile que ahora soy yo el Guardián de la Puerta!</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
El Condestable de la Orden, asintió.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Dice Carlitos que ahora él es el nuevo Guardián de la Puerta. —Mirando de nuevo a Carlos, respondió.— Que te lo has creído, que cuando vuelva se lo devuelves.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—¡Ah, se siente! —replicó el nuevo Guardián de la Puerta haciendo burlas.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—¿Qué tal por allí? —continuó sin hacerle caso—... ¡Qué mamón! Aquí estamos muertos de frío... Oye, tengo que dejarte, que Rubén se está impacientando. Dale recuerdos a Marta.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
En realidad Rubén estaba pensando diferentes maneras, dolorosas todas, de hacer pagar a su Condestable por la interrupción, pero impacientarse podía describirlo también.</div>
<br />
<a name='more'></a><br />
<div style="text-align: justify;">
—Salva insiste en que lo siente, que no le guardes rencor.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—¿Rencor? —masculló el Sumo Sacerdote— ¿Rencor, dices? Ese traidor está muerto para mí, no quiero que me lo volváis a mencionar.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Joder, Rubén, tampoco hay que pasarse —respondió Álvaro—, a ver qué querías que hiciera el pobre.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—¡De momento no dejarnos tirados justo el día antes obligándonos a buscar al primero que pasara por ahí!</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—No sé qué querías que hiciera —intervino Carlos—. "Mira Marta, cariño, gracias por el crucero sorpresa, pero no puedo ir porque he quedado con mis amigos para destruir el mundo"</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Rubén abrió la boca para dejar salir lo que opinaba de los traidores que ponen una semana en playas paradisíacas por delante de desencadenar horrores innombrables sobre un mundo desprevenido, cuando sintió que Esteban, el Guardián de las Llaves, le sujetaba del brazo murmurando:</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Cálmate, que estás acojonando al chaval.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Benito miraba de uno a otro con cara de sorpresa, mientras intentaba procesar dónde se había metido en realidad. Esteban continuó más alto, dirigiéndose a él.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—No preocupes, Benito, ya sabes cómo son los artistas, a veces se creen el centro del mundo.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Rubén volvió a abrir la boca, pero la cerró al sentir como los dedos de Esteban se cerraban con más fuerza en su brazo. Consiguió convertir la mueca de dolor en una sonrisa e improvisó una disculpa.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Sí, siempre me he tomado fatal que interrumpan mis... investigaciones. Para mis libros y eso, ¿sabes?</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Benito asintió sin mucha convicción. Esteban apretó un poco más el brazo.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Y estamos muy contentos de que hayas venido con tan poco tiempo. Si sale todo bien —te consumirás en una pira de horrores insondables mientras el gran N'arjswel devora tu alma— estaba pensando incluirte en los agradecimientos del libro. Por las molestias.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Observó como se iluminaba la cara del muchacho. Qué fáciles eran. Seguidores, aduladores... Qué ganas tenía de acabar con todos.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Bueno —dijo mirando alrededor—, ¿otra vez desde el principio?</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Sintió como el ambiente se relajaba mientras volvían a sus sitios.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Por cierto, habéis vuelto a decir N'arjswehl, y es N'arjswel. Joder, que no es tan difícil.</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqM3GfWdZHvHwtf4u2O2gxaj-gFm7HnHhyphenhyphenfpBbvzDsOD1zuVTRBphf8SIPdZbe8DryBCDEW3gywiABy6TjbE_99PN_sBxq34gSgfsN9ClUhGLBjSFqXPRsskU-12AKhwQmyHgobdhOFIhyphenhyphen/s1600/Pentagrama_Esoterico_Original.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqM3GfWdZHvHwtf4u2O2gxaj-gFm7HnHhyphenhyphenfpBbvzDsOD1zuVTRBphf8SIPdZbe8DryBCDEW3gywiABy6TjbE_99PN_sBxq34gSgfsN9ClUhGLBjSFqXPRsskU-12AKhwQmyHgobdhOFIhyphenhyphen/s320/Pentagrama_Esoterico_Original.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Imagen de <a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Pentagrama_Esoterico_Original.jpg" target="_blank">Wikipedia Commons</a>.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"> IV</span></h2>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Ph'nglui mglw'nafh N'arjswel C'diz wgah'nagl fhtagn...</div>
</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
La invocación se reanudó. Palabras inseguras a la luz de las antorchas, versos sin sentido que se unían formando salmos, una musicalidad que surgía inadvertida entre las consonantes atropelladas. Rubén se dio cuenta de que cada vez necesitaba menos concentración para recordar las palabras, los gestos. A su alrededor los rostros iban perdiendo el nerviosismo mientras el ritual tomaba forma más allá de ellos.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Se detuvo. Cuatro rostros le miraban, abandonadas las emociones, sintiéndose parte de algo mayor que cada uno de ellos.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Que tenga lugar el sacrificio.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
El Condestable de la Orden salió brevemente del círculo de luz para volver con una de las cajas que había traído consigo. Apartó el trapo que la cubría ante la respiración contenida del resto.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Joder, Álvaro, ¿un puto hamster?</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Dentro de la jaula un pequeño roedor los observaba adormilado. Al sentir la atención se estiró perezosamente y, obediente, empezó a correr haciendo girar una pequeña noria.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Pues tú me dirás que quería que trajera.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Pues no sé —intervino Esteban, la magia definitivamente deshecha—, lo típico: un gallo negro, una cabra...</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Claro, y ahora dime tú dónde encuentro yo una cabra el 31 de diciembre. </div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
El Sumo Sacerdote apartó la vista del animalito que corría y corría dentro de su jaula. De su jaula rosa con pegatinas de corazones y estrellas.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Ostras, ¿ese no será Mimón? —escuchó decir a Benito.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
El Condestable de la Orden miró hacia el suelo, avergonzado.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Cuando se entere Carmencita...</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Tranquilo Benito, cuando volvamos a casa le compramos otro.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Pero Benito sólo miraba al roedor dar vueltas en su rueda mientras repetía como un mantra "Ostras, ostras, ostras".</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Rubén, recompuesto de la sorpresa, puso orden.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—No importa, tendrá que servir —y, barriendo al resto del grupo con la mirada, continuó—. Benito, no te preocupes, yo mismo le compraré a Carmencita otro ratón, o un pony si es lo que quiere. Álvaro, saca la daga y acaba de una vez con el pobre bicho.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Evitando el contacto visual con el resto del grupo el Condestable de la Orden rebuscó en los bolsillos bajo la túnica, hasta encontrar la Daga del Sacrificio.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Pero qué coj... —el Sumo Sacerdote no fue capaz de terminar la frase.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—¿Eso es de la vajilla de la abuela? —le interrumpió Benito.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Sí —reconoció el Condestable, sosteniendo un cuchillo de pescado—. A ver, se supone que tenía que ser de plata, ¿no? Y a ver de dónde saco yo un cuchillo de plata de un día para otro. Salvador tuvo que encargar uno a medida, y con todo el jaleo del crucero se olvidó dármelo, y bueno...</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
El Sumo Sacerdote empezó a sentir como uno de sus párpados empezaba a vibrar. Era un tic que le solía ocurrir después de trasnochar o cuando estaba nervioso. Y, según parecía, también cuando tenía un cabreo de tres mil pares y ganas de usar un cuchillo de pescado para eviscerar a alguien.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Da igual —logró articular—. Coge el cuchillo y cárgate al puñetero bicho de una vez.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
En el silencio que siguió se dio cuenta de que había dicho el final de la frase gritando. Observó como el Condestable metía torpemente la mano dentro de la jaula, agarrando al roedor. Mimón se dejó hacer, acostumbrado a este tipo de atenciones, y puso sus sentido alertas esperando la hoja de lechuga que solía venir a continuación. Lo que no esperaba era esa cosa fría y roma que empezó a recorrerle la barriga arriba y abajo. Bueno, no era para tanto, peor era cuando se empeñaban en ponerle un vestido de princesa.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Pero cuando la cosa fría y roma apretó más fuerte Mimón empezó a encontrarse incómodo. E hizo lo que todo hamster hace cuando está incómodo: morder el dedo más cercano y lanzarse a la huida.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Cuatro de las cinco figuras envueltas en túnicas se quedaron mirando aterrizar al roedor en la arena y empezar a girar sobre su mismo mientras en su cabecita iba asimilando de que no se encontraba en el dormitorio de Carmencita. La quinta se dedicaba a agitar una mano mientras daba suelta a un torrente de improperios.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
El Sumo Sacerdote fue el primero en reaccionar.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—¡Que no escape el sacrificio! —gritó.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Y al momento se dio cuenta de su error, cuando cuatro figuras empezaron a abalanzarse hacia el interior del pentagrama que tanto esfuerzo les había costado trazar. Alzó los brazos para detenerlos, pero el grito que estaba articulando se ahogó antes de salir cuando, súbitamente, todas las antorchas alrededor del grupo emitieron un súbito fulgor, como si las hubieran rociado con gasolina. Los invocadores miraron las antorchas, se miraron entre ellos, volvieron a mirar las antorchas, miraron a Mimón (que les devolvió la mirada como preguntando de qué iba todo esto y dónde zanahorias estaba el dormitorio de Carmencita), y hubieran vuelto a mirar a las antorchas si en ese momento uno de ellos no hubiera dicho:</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—La sangre. —Era Álvaro, que envolvía su dedo herido con la otra mano.— Ha sido cuando la sangre del dedo ha caído al suelo.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Y, para estar seguro, apretó un poco más la herida hasta hacer que una nueva gota cayera dentro del pentagrama. Las antorchas se encendieron de nuevo, mandando una ola de calor hacia el interior del círculo.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Claro —murmuró Esteban, uno de los dos expertos del grupo en textos arcanos—, la sangre. Lo importante no es el sacrificio en sí, sino la sangre.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Miró hacia el otro experto del grupo buscando su aprobación, pero Carlos tenía ese momento la cabeza en otro lado: todo esto de las antorchas sólo había servido para recordarle el tiempo que llevaba sin echar un cigarro.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—¡Rápido, todos a su lugar! —gritó el Sumo Sacerdote— Y tú, Álvaro, saca algo más de sangre.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Si hacer caso de la mirada de "como se nota que el dedo con mordisco no es el tuyo" que le lanzó su Condestable de la Orden, Rubén se situó en su punta del pentagrama y continuó la invocación por donde la habían interrumpido. El resto de voces se le unieron, dubitativas al principio, pero coordinándose y haciendo los contrapuntos indicados en los textos que habían memorizado. Pronto las voces empezaron a fluctuar, a girar una alrededor de otras, en formas que no habrían sido capaces de imaginar. </div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Rubén sentía como algo se estaba despertando en su interior, una sensación en el vientre que se extendía por el resto del cuerpo, emitiendo zarcillos que se enredaban en sus extremidades y se proyectaban a través de sus manos extendidas siguiendo las líneas del pentagrama, buscando las fuerzas semejantes que brotaban de sus compañeros, enlazándolos en uno solo. Notó como las voces ganaban profundidad, emitiendo sonidos imposibles para una garganta humana. Pero no eran voces, era una sola voz que brotaba de cinco lugares al tiempo, una única voz que, sin embargo, era capaz de emitir sus propios contrapuntos, sus acompañamientos, como si un mismo cuerpo hablara a través de varias gargantas.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Y al mismo tiempo una parte de él era consciente de que no estaban solos. Que lejos, apenas escuchada, había una respuesta, un eco, una vibración que llegaba desde la oscuridad y el frío, despertando tras milenios sepultada bajo toneladas de océano. </div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Miró hacia arriba, su mente humana disociada de aquello en que se habían convertido las criaturas alrededor del pentagrama. En el cielo la oscuridad se condensaba, la noche convertida en un velo de alquitrán a través del cual se filtraba la luz enfermiza de estrellas que antes no habían estado ahí, de galaxias que parecían estar al alcance de la mano. Una de ellas estalló, envolviéndolo en su brillo. Levantó los brazos siguiendo las instrucciones de la voz que había empezado a llenar su mente, los puso detrás de su cabeza y se arrodilló con cuidado de no efectuar movimientos bruscos, y se puede saber qué coño de ropa es esa y a qué vienen esas antorchas.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Rubén miró a su alrededor, sintiendo como se perdía la conexión de sus compañeros, que yacían como él de rodillas en la arena, mirando a su alrededor con expresión de haber despertado de un profundo sueño. Volvió a girarse hacia la luz, que no estaba en lo alto del cielo, como habían pensado, sino sobre la duna que dominaba ese lado de la playa. Estaba posada sobre un todoterreno y a su alrededor se movían varias figuras vestidas de verde. De verde guardia civil, para ser exactos.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Su mente empezó a llenar el vacío que había dejado al retirarse la presencia que le había dominado. A su lado Esteban le miraba de reojo, susurrando que se tranquilizara. De fondo escuchaba como Álvaro intentaba convencer a los agentes de que sólo estaban haciendo una fiesta en la playa, que claro que aquellas cajas no eran ningún alijo, y que se lo podía explicar todo. Todo mientras Carlos preguntaba en voz alta si alguien tenía fuego.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
La fuerza de su fracaso le golpeó: años de estudio, meses de preparación tirados a la basura, traicionado otra vez por este maldito mundo que tantas ganas tenía de destruir. Le volvieron a embargar las familiares ganas de acabar con todo, de...</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Señor Ochaíta, que digo yo que como hemos terminado, si podría firmarme ya el libro. Ponga con cariño para Beni y Susi, que le va hacer mucha ilusión.</div>
<br />
<br />
<h2 style="text-align: center;">
Epílogo</h2>
<br />
<div style="text-align: justify;">
A varias decenas de metros de la orilla, cubierto por un manto de oscuridad más allá del tiempo (al menos si era un tiempo pequeño, como unos cinco minutos), N'arjswehl observaba a las criaturas que se movían por la orilla. Todavía algo lento después de despertar de su sueño de milenios dudaba si regresar a las profundidades de la ciudad perdida de C'diz o salir a la superficie a iniciar un reinado de muerte y destrucción (aunque en su cabeza esto lo planteaba como salir a darse una vuelta y estirar un poco las... Bueno, sus apéndices inferiores).</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Lo cierto es que las figuras que se movían por la orilla parecían apetitosas, y siempre estaba el detalle de agradecerles el que se hubieran tomado el trabajo de despertarle (que normalmente se traducía en dejar sus almas para el postre). Pero había un par de pensamientos que le impedían terminar de decidirse. Por un lado estaba que realmente acababa de despertarse, y que fuera hacía bastante frío. La verdad es que no entendía la razón por sus invocadores siempre tenían que venir de sitios fríos y desapacibles como Dunwich o Mikatonic, y no de sitios más agradables y con mejor temperatura. Claro, que posiblemente los sitios más agradables y con mejor temperatura tuvieran menos tendencia a producir el tipo de persona dispuesta a destruir el mundo.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Además, estaba el espinoso detalle de N'arjswel y lo quisquilloso que se ponía cuando era N'arjswehl y no él el que acudía a sus invocaciones. No comprendía esa tendencia de los pobladores de este mundo en confundir los dos nombres, cuando la diferencia entre ambos era obvia en el agitar de los tentáculos de la cara. Todavía recordaba con espanto la última vez que se equivocó al acudir a una invocación: durante dos siglos tuvo que aguantar los lloros de N'arjswel: que si nunca me toca a mí, que si no me tenéis respeto, que si esas almas eran mías, que siempre tengo que conformarme con los restos...</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
En estas reflexiones se encontraba cuando, súbitamente, algo se desplomó desde el cielo impactando contra su... su..., bueno, contra una especie de apéndice retráctil cubierto de ventosas dentadas. ¿Pero a qué venía esto? Invocar a un inocente dios de la destrucción y el dolor eterno para luego entretenerse lanzándole cosas. ¡Pues ahí se quedaban, que los exterminara otro!</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Las personas de la orilla nunca fueron conscientes de los cerca que habían estado de la destrucción de sus almas (entre horribles sufrimientos provocados por un horror más allá del tiempo, etc, etc.). Envueltos en sus absurdos juegos de mortales, ignoraron el remolino que se formó cuando la figura que no puede ser descrita (o que, al menos, requeriría dos o tres páginas más y un uso imaginativo de los adjetivos) volvió a sumergirse en las aguas, dejando tras de sí solamente un objeto, el proyectil que había salvado a la humanidad de su destrucción.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
En su cubierta se leía <i>La plata de la reina, una nueva aventura del sargento Costalegre</i>, por Rubén Ochaíta.</div>
<br />
<div style="text-align: center;">
FIN</div>
Malapatahttp://www.blogger.com/profile/17206865855336437551noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4257736323103296546.post-67236096428336141032016-12-31T13:43:00.000+01:002017-02-11T18:05:10.119+01:00Fin de año, fin del mundo (1)<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-size: small;">(<a href="https://lacanciondemalapata.blogspot.com.es/2017/02/descarga-fin-de-ano-fin-del-mundo-un.html" target="_blank">Aquí</a> puedes descargar el relato completo para leer en tu libro electrónico). </span></i></div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLFWLczPpW7UwYyqxz-4j3jID3Lrld6LsxEZ16XcWpr830euy1eWv46DuGw2jqVxCtirP9PzNEgyDsMcG9yfGEc1bFubV0Gb90t235dQS-ocW3EmagNnLFX4z2cm5la9ALAYSLMHZo4j4Z/s1600/life-863142_640.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLFWLczPpW7UwYyqxz-4j3jID3Lrld6LsxEZ16XcWpr830euy1eWv46DuGw2jqVxCtirP9PzNEgyDsMcG9yfGEc1bFubV0Gb90t235dQS-ocW3EmagNnLFX4z2cm5la9ALAYSLMHZo4j4Z/s1600/life-863142_640.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Foto de <a href="https://pixabay.com/es/la-vida-belleza-escena-863142/" target="_blank">Unsplash</a>.</td></tr>
</tbody></table>
<h2 style="text-align: center;">
</h2>
<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-large;">I </span></h2>
<br />
<div style="text-align: justify;">
A orillas del mar una figura envuelta en una túnica marchaba con pasos firmes, salpicando arena con cada zancada.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Hace más de una hora que deberían estar aquí.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Una segunda figura, con una túnica exactamente igual a la suya, se volvió en su dirección.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Tranquilízate Rubén, vendrán. Deberías estar contento de que haya encontrado a alguien con tan poco tiempo —se giró de nuevo hacia el mar—. Disfruta del paisaje, quién sabe cuándo podrá la humanidad volver a disfrutar de una noche como ésta.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Si todo sale bien, nunca. Esta noche limpiaremos la tierra de advenedizos, pusilánimes y... —se quedó mirando a su interlocutor—. Esteban, se te ha olvidado quitarle la etiqueta a la túnica.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Esteban empezó a palpar su atuendo, mirando en mangas, cuello, hasta que finalmente Rubén se acercó y le arrancó el trozo de cartón que colgaba de su capucha. Valiente falta de cuidado. Ya no hay compromiso con lo que se hace. Se ha perdido la seriedad, el respeto... </div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Perdido en sus pensamientos volvió a sus paseos orilla arriba y abajo. Podía apreciar la belleza del mar, el reflejo de la luna y todo lo demás, pero no dejaba de considerarlo distracciones. Lo importante ahora era su objetivo. Y como el imbécil de Álvaro no apareciera pronto perderían la ventana y tendrían que esperar otro año. Y ya había aprovechado para cantarles las cuarenta a demasiadas personas como para volverse atrás.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—¿Estás seguro de que estaremos tranquilos aquí? —preguntó, intentando apartar la idea de su cabeza.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Seguro —respondió Esteban señalando hacia las luces que se atisbaban en el horizonte, tierra adentro—. En invierno por aquí sólo pasan hippies, guiris y las lanchas de los narcos, pero hoy están todos en el pueblo celebrando el fin de año.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Que celebren —dijo con una sonrisa—, que aprovechen su última noche —apostilló antes de volverse hacia la tercera figura que poblaba la, por lo demás, desierta cala.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Carlos, ¿qué hora...? —se interrumpió. Carlos parecía estar intentando hacer desaparecer su cabeza entre las mangas de su túnica— ¿Se puede saber qué cojones estás haciendo?</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Decir que Carlos llevaba una túnica podía transmitir una imagen equivocada; más bien la túnica lo llevaba a él. Rubén había comprado todas las túnicas (imprescindibles si queremos hacerlo con propiedad, no pienso discutir en esto) de la misma talla: la suya. Y todo lo que Rubén tenía de alto lo tenía Carlos de... bueno, digamos que su figura no era lo que se dice imponente. Sentado sobre la arena recordaba más a un montón de ropa esperando la colada que a un cultista a punto de desatar horrores inimaginables</div>
<br />
<a name='more'></a><br />
<div style="text-align: justify;">
En lo alto del montón de ropa se agitó una cabeza. O lo que debía ser una cabeza, porque lo único que se distinguía era una capucha de la que asomaba un cigarro apagado. </div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—¿Qué hora es? —insistió Rubén. Sin esperar a la respuesta continuó— Súbete a la duna a ver si los ves llegar.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Carlos rezongó mientras se volvía hacia la duna dejando un rastro sobre la arena. A pesar de sujetárselos con las manos los faldones de la túnica se arrastraban por la arena, haciendo más difícil la subida. Llegó a la cima resoplando, miró a su alrededor e hizo un gesto negativo con el brazo, agitando la manga como si fuera una bandera. Luego bajó la cabeza mientras tanteaba en busca del mechero.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Al menos el basto tejido de la túnica le protegía del aire del aire invernal, y las grandes mangas le servían de pantalla contra el viento. Pero el mechero parecía que había dado su último hálito encendiendo las antorchas. Empezaba a plantearse volver a usar una de las antorchas como lumbre, a pesar de que el último intento le había dejado con una ceja de menos por culpa de un súbito golpe de viento, cuando vislumbró unos faros en la distancia.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—¡Viene alguien! —gritó hacia la playa.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
El automóvil abandonó la carretera, bajando por el camino de tierra que usaban los veraneantes para acercarse a la cala. De él bajaron dos figuras cargadas con varios bultos.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—¡Ya era hora, joder! —les espetó Rubén mientras se acercaba.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Calma, que vas a asustar al nuevo —susurró a su lado Esteban.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
El nuevo era una figura delgada envuelta en lo que parecía (era) una sábana color crema que le hacía parecer más matrona romana que miembro de un oscuro culto. Claro que el borde de florecitas de la sábana no ayudaba mucho. Rubén notó la mirada de Esteban y reprimió el exabrupto que se estaba formando en su garganta, cambiándolo por un:</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Tú debes ser Benito. </div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Encantado señor Ochaíta —dijo Benito mientras dejaba una caja sobre la arena y rebuscaba algo bajo su sábana-túnica—. Puede llamarme Beni —añadió con timidez. Alentado por el asentimiento de su interlocutor, continuó—. Soy un gran admirador suyo, señor Ochaíta, me he leído toda la serie del sargento Costalegre.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Benito, Beni, sacó un bulto bajo la túnica y se lo alargó al señor Ochaíta, Rubén.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Sería un honor si pudiera dedicármelo.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
El escritor miró el libro haciendo esfuerzos por ocultar su disgusto. Era un ejemplar de bolsillo de la mediocre serie de novelas que, le dolía reconocerlo, le permitían mantener su tren de vida. Y una de las razones por la que quería invocar a un odio primigenio que destruyera de una puta vez al atajo de advenedizos y pusilánimes que formaban esta mierda de sociedad.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Componiendo a duras penas una sonrisa se dirigió a su admirador:</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Benito, verás...</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Beni.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Verás, Benito, no creo que éste sea el momento más adecuado. Mejor lo dejamos para cuando acabemos —y con un poco de suerte tu alma esté alimentando a aquel que duerme en los abismos insondables, le faltó añadir. Aunque debía haberlo pensado lo suficientemente fuerte, porque Esteban dio un paso al frente, agarrando al muchacho del hombro y llevándoselo dentro junto al círculo de antorchas mientras le preguntaba alguna trivialidad sobre el viaje.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—No empieces, Rubén —le interpeló Álvaro, el otro recién llegado—, no sé qué esperabas que consiguiera de un día para otro.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Cuando coja a Salvador lo voy a matar. ¿De dónde has sacado al lector? —la entonación de la última palabra dejaba bien claro la opinión que tenía de él. En realidad de sus lectores en general. O de la humanidad en particular.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Bueno, si todo sale como está previsto no hará falta que lo mates tú personalmente —señaló a la figura que se alejaba—. Es mi primo, y si está aquí es sólo porque le he dicho que su autor favorito era el jefe de todo esto. Así que intenta tratar bien al chaval, no veas el mosqueo que ha cogido su mujer cuando me lo he llevado de la cena familiar.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Sumo Sacerdote.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—¿Qué?</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Que no soy el "jefe de todo esto", soy el Sumo Sacerdote. Ahora que estamos tan cerca hay que hablar con propiedad.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Vale —suspiró Álvaro, señaló hacia el bulto que había soltado Benito—. Señor Sumo Sacerdote, si no es mucha molestia, ¿podría usted cargar con eso? Que el N'arjswehl no se va a invocar solo.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—En realidad se pronuncia... —pero Álvaro ya le había dado la espalda, camino del resto de cultistas. Refunfuñando agarró la caja y se apresuró a reunirse con el grupo.</div>
<br />
<br />
<br />
<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-large;">II</span></h2>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Siguieron unos momentos de intenso trabajo mientras se trazaba el pentagrama. Carlos y Esteban esbozaron un esquema sobre la arena, que luego se repasó con una tinta especialmente fabricada para la ocasión, con un sospechoso olor a calamar. Con el contenido de una de las cajas, y bajo las instrucciones de los dos expertos en simbología arcana, se completó el pentagrama disponiendo estratégicamente varias piedras de colores, plumas de distintas aves, unas tijeras, un compás, dos huevos duros y unos calcetines. </div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—¿Estás seguro de los calcetines, Carlos? —preguntó el Sumo Sacerdote, sin dejar de poder observar el agujero que remataba a uno de ellos.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Bueno, en realidad se refiere a cualquier prenda que haya estado en contacto con un invocador, valdrían también unos calzon...</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Suficiente, me has convencido.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Tras acabar su trabajo los invocadores se retiraron, observando orgullosos su obra.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Bueno, sólo falta una hora para la media noche, así que no nos durmamos —interrumpió la contemplación Rubén, situándose en una de las puntas— Ocupad vuestros lugares: Maestro de las Llaves —indicó a Esteban el lugar justo a su derecha, luego señaló la siguiente posición—, Señor de los Flujos Cósmicos... ¡Me cago en la puta, Carlos! ¿Ahora tienes que ponerte con eso?</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
El Señor de los Flujos Cósmicos estaba en una postura forzada, acercando un cigarro, con todo el brazo extendido, a una de las antorchas, mientras giraba la cabeza hacia otro lado, intentando que su título no se ampliara con un Aquel Que Perdió Ambas Cejas Por Un Traicionero Golpe De Viento. Avergonzado intentó guardar el cigarro, dificultado por las largas mangas que le envolvían toda la mano en cuanto bajaba los brazos. Ante la mirada impaciente del Sumo Sacerdote, acabó por tirarlo cigarro en la arena, con tan buena fortuna de que cayó fuera del pentagrama (lo que evitó que el Sumo Sacerdote hiciera que su nariz siguiera el camino de la ceja que le faltaba).</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Continuemos —prosiguió el Sumo Sacerdote señalando a la siguiente punta del pentagrama—. Condestable de la Orden —Álvaro ocupó su lugar—. Y tú, Benito, serás el Guardián de la Puerta —el recién llegado se apresuró a ocupar su sitio.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Eh, ¿Rubén?</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—¿Qué pasa ahora, Carlos? —las palabras se deslizaron en la noche como se desliza un tenedor sobre una pizarra.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Verás
—continuó Carlos tímidamente—, ya que no está aquí Salvador... ¿Podría
ser yo el Guardián de la Puerta? A mí eso de Señor de los Flujos
Cósmicos nunca ha terminado de convencerme.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Carlos,
¿de verdad crees que es el momento de salir con esto? —el resto del grupo se envolvió un poco más en sus túnicas. De pronto la temperatura parecía
haber bajado un par de grados.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—A mí no me importa —terció el Guardián de la Puerta.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
El
Sumo Sacerdote se volvió hacia él con una respuesta en los labios, que
contuvo ante la mirada del Maestre de los Filos-Esteban.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—De
acuerdo —masculló—, podéis cambiaros los títulos —y volviéndose hacia
el recién nombrado Guardián de la Puerta—. ¿Algo más, Carlos?</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—No.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—¿Seguro?</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Seguro.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Entonces continuemos —retomó el Sumo Sacerdote, sólo ser interrumpido de nuevo.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Bueno, una cosa.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Sí,
Carlos —si las palabras realmente pudieran cambiar la temperatura de un
lugar, en ese momento la orilla del mar habría empezado a congelarse.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—No, que digo yo, que si ahora soy el Guardián de la Puerta, ¿no debería cambiarme de sitio con Benito?</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Cuando
el Sumo Sacerdote iba a dar rienda suelta a la florida prosa por la que era tan conocido sintió en
su hombro la mano de Esteban.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Creo que tiene razón, el orden es mencionado expresamente en la invocación.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—De
acuerdo, de acuerdo, cambiaros de sitio —aceptó rechinando los dientes. Un rechinar que se hizo casi audible mientras contemplaba como los bajos de
la túnica del nuevo Guardián de la Puerta se acercaban peligrosamente
al dibujo del pentagrama, aunque sin llegar a alterarlo.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Contó mentalmente hasta diez antes de volver a empezar, notando la atención del grupo fija en él.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Bueno,
ahora como hemos ensayado. Benito —dijo volviéndose hacia el Señor de
los Flujos Cósmicos—, ¿te ha dado tiempo a aprenderte las líneas?</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Sí —intervino Álvaro en su lugar—, lo hemos estado practicando en el coche. La verdad es que se le da muy bien. </div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Estupendo —dijo el Sumo Sacerdote sin dejar de mirar a la nueva incorporación—. ¿Tienes alguna duda antes de que empecemos?</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—No, mi primo me lo ha explicado todo —y mirando alrededor preguntó—. ¿Dónde están las cámaras?</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—¿Cámaras? ¿Qué cámaras? —el Sumo Sacerdote le miró sin comprender.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Para grabarlo todo —dijo extrañado Benito. Y ante la falta de respuesta continuó—. Para verlo después.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Sí
—se apresuró a intervenir Álvaro—, le he contado a Benito que esto es para
documentarte para tu próximo libro, que querías hacer una prueba a
ver cómo quedaba —mientras hablaba intentó guiñar un ojo sin que se notara que guiñaba un ojo, lo que acabó siendo una mueca un tanto
extraña, pero que entendieron todos salvo Benito, que pensó que se le había metido algo de arena.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Ah, sí, el libro —improvisó Rubén—. No hacen falta cámaras, sólo quiero capturar el ambiente. Lo guardo todo en la cabeza.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Sí,
es su método —acudió en su ayuda Esteban—, no veas la de veces que nos
hemos vestido de inquisidores o soldadesca imperial para alguna escena
que no terminaba de salirle. Los artistas son así.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Benito-Guardián
de los Flujos Cósmicos asintió mirando con reverencia al Sumo
Sacerdote, palpando involuntariamente el libro que guardaba bajo su
túnica.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Genial, entonces yo estoy listo.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—¿No quieres repasar una última vez las frases? —intervino Álvaro.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—No, me las sé bien: Ph'nglui mglw'nafh N'arjswehl C'diz wgah'nagl fhtagn...</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Muy
bien —asintió apreciativamente Rubén, haciendo que los ojos de Benito
se iluminaran—, Aunque en realidad es se pronuncia N'arjswel, sin h. Y marcando más la rjs.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Tienes
talento para esto —intervino Esteban, quitando importancia al
comentario del Sumo Sacerdote— a mí me costó días conseguir pronunciarlo
en condiciones.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Bueno, mi primo me ha ayudado mucho. Y el traductor, claro.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Hubo un instante de silencio mientras el grupo asimilaba la frase.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—¿Traductor? —encontró las palabras Esteban— ¿Qué traductor?</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—El
del Google —dijo Benito con naturalidad—, le puse las frases que me
apuntó el primo para practicar la pronunciación mientras él terminaba de
recoger las cosas.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—¿Y te las tradujo? —logró articular Esteban.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—¡Qué va! Decía idioma desconocido, pero aún así la muchacha las leía y así me pude aprender la pronunciación.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Los otros cuatro se miraron entre sí, con expresiones que iban de la extrañeza al alivio.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
—Bien —dijo solemnemente Rubén—. Entonces, comencemos la invocación.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Lo bueno de las túnicas es que las grandes mangas no dejan ver cuando cruzas los dedos.</div>
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: center;">
<a href="https://lacanciondemalapata.blogspot.com.es/2017/01/fin-de-ano-fin-del-mundo-2-la-invocacion.html" target="_blank"><span style="font-size: large;">Ir a la segunda parte</span></a></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
</div>
Malapatahttp://www.blogger.com/profile/17206865855336437551noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4257736323103296546.post-84665672071609009042016-11-21T18:23:00.000+01:002016-11-21T18:23:02.838+01:00Contar mal los años, el nombre de los meses y una pequeña decepción<div style="text-align: justify;">
Cuando se enseña matemáticas en secundaria, en especial en primero, es normal que aparezcan ejercicios en los que se pide calcular cuántos años han pasado entre dos fechas, o cuántas veces se repite algo a lo largo de un cierto número de meses. Para entretener a mis alumnos (como si las matemáticas no fueran ya lo bastante apasionantes de por sí, ¿verdad?) y que, de paso, adquieran algo culturilla general, me gusta contarles algunas anécdotas históricas alrededor del calendario.</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjT8NLytBknjrQYTELLv5uUtK2FW78F16Vuzq8TnMxR3JPLIC9u9Jp-8by5Oj6Qocw85h3MAlLRL7OvKjuglz1TFwdGMtlNOGFJfhpr4ZYyWOfN-L-yCq9WadTOo6HoCSQ3-TcHvRLeTx_L/s1600/Calendario.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="328" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjT8NLytBknjrQYTELLv5uUtK2FW78F16Vuzq8TnMxR3JPLIC9u9Jp-8by5Oj6Qocw85h3MAlLRL7OvKjuglz1TFwdGMtlNOGFJfhpr4ZYyWOfN-L-yCq9WadTOo6HoCSQ3-TcHvRLeTx_L/s640/Calendario.png" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Fragmento de un calendario romano que se veía fugazmente en la <a href="https://www.youtube.com/watch?v=6BZmK3_IIZg" target="_blank">introducción</a> de la (gran) serie <a href="http://www.imdb.com/title/tt0384766/?ref_=fn_al_tt_2" target="_blank">Roma,</a> de la HBO.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<h3>
Me falta un año</h3>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Así, les digo que cuando calculamos, por ejemplo, cuántos años han pasado desde el año dos antes de Cristo hasta el cinco después de Cristo, aunque hagamos bien la operación (que es lo que a mí me importa en ese momento) el resultado no es del todo correcto. Pero antes, ¿cuántos años creéis vosotros que van desde el año 2 a.C hasta el 5 d.C?</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Posiblemente muchos hayáis contestado siete, que es la cuenta que también hacemos nosotros en el aula: dos antes de Cristo más cinco después hacen siete, ¿no? (en realidad en clase contamos el 2 a.C como -2 para así practicar con los números negativos, pero el resultado es el mismo).</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Pues no, en realidad desde el año 2 a.C hasta el 5 d.C pasaron sólo seis años. Y no hace falta que reviséis vuestra cuenta, lo que está mal (aunque sólo desde el punto de las matemáticas) es que inconscientemente hemos contado un año 0 que, en realidad, no existió. Cuando se fijó el calendario, allá por la Edad Media, se colocó el año 1 d.C justo después del 1 a.C., sin paso intermedio.</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtRARGS-DOjMXF6jTVFoxxhyFVBvwoCRCcqwGinfXMSegYd_D_rAuTHswNwEumuq8M4XwPvPKOEtsLexf-9UQHmN6g0ElyfTxE2RSLCNyAZkdqamgjeA3xpx_SpAdbB91hK6reUODozYf6/s1600/Falta+un+a%25C3%25B1o.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="75" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtRARGS-DOjMXF6jTVFoxxhyFVBvwoCRCcqwGinfXMSegYd_D_rAuTHswNwEumuq8M4XwPvPKOEtsLexf-9UQHmN6g0ElyfTxE2RSLCNyAZkdqamgjeA3xpx_SpAdbB91hK6reUODozYf6/s640/Falta+un+a%25C3%25B1o.png" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">A la izquierda vemos los años que irían desde el 2 a.C. o -2 hasta el 5 d.C: siete, que coinciden con la operación matemática de calcular la distancia desde -2 a 5. Pero si quitamos el año 0, como ocurre en realidad, sólo pasan seis años.</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
Puede que matemáticamente no sea del todo correcto, pero ¿os imagináis lo raro que sería hoy en día hablar, no ya del año 0, sino del siglo 0 o el milenio 0, como habría que hacer si nos tomamos las cosas con propiedad?</div>
<br />
<br />
<h3>
Meses, ¿los nombras o los cuentas?</h3>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Otra cosa que me gusta contar en clase es de dónde vienen los nombres de los meses. Para los romanos el año empezaba en marzo y, mientras que los cuatro primeros meses (marzo, abril, mayo y junio) tenían nombres "propios" (junio por a diosa Juno, por ejemplo), a partir de ahí se limitaban a llamarlos el mes quinto (nuestro julio), sexto (agosto), séptimo (por septiembre)... y aquí algunos empiezan poner esa cara que tanto nos gusta a los profesores de cuando se dan cuenta de repente de algo... octavo/octubre, noveno/noviembre y décimo/diciembre. Incluso alguno pregunta, ¿pero de verdad es así? como si no pudieran creerse que los meses tienen nombres tan vulgares como un simple número (¿simple un número? ¿Quién ha dicho eso?).</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
¿Y enero y febrero? Ah, es que esos vinieron después. ¿Después? Sí, al principio los romanos sólo tenían 10 meses. El tiempo que iba desde diciembre a marzo, el invierno, no servía para mucho a una sociedad rural que durante esos meses no tenía que hacer nada en los campos ni podía marcharse a guerrear. Evidentemente esto fue muy al comienzo, en seguida se dieron cuenta de que ese espacio de tiempo también había que medirlo de alguna forma y surgieron enero y febrero.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Por si os habéis quedado con la curiosidad (a mí me pasó también), he mirado en <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Calendario_romano" target="_blank">Wikipedia</a> el significado de los nombres que no son números y, aunque de algunos no está muy claro, viene a ser así:</div>
<ul>
<li style="text-align: justify;"><b>Enero:</b> en honor del dios Jano. A primera vista parece que el nuestro nombre no tiene mucho que ver, pero el paso fue ianuarius -> januairo -> janero -> enero. </li>
<li style="text-align: justify;"><b>Febrero:</b> por el dios <i>Februus</i> (Plutón), "dios de las ceremonias de purificación que se llevaban a cabo en este
mes para expiar las culpas y faltas cometidas a lo largo del año que
acababa, y para comenzar el nuevo con buenos augurios" (<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Calendario_romano" target="_blank">Wikipedia</a>). Algo que me recuerda los propósitos de año nuevo de hoy día. </li>
<li style="text-align: justify;"><b>Marzo:</b> dedicado a Marte.</li>
<li style="text-align: justify;"><b>Abril:</b> no está muy claro, quizás por Venus (<i>Aprus</i> en etrusco) o por las flores que se abren (<i>aperire</i>) en este mes.</li>
<li style="text-align: justify;"><b>Mayo:</b> por Maya (madre de Mercurio) o, quizás, para honrar a los antepasados o <i>Maiores</i>.</li>
<li style="text-align: justify;"><b>Junio:</b> consagrado a Juno o, tal vez, a los descendientes o<i> Iuniores</i>.</li>
</ul>
<br />
<br />
<h3>
Mi pequeña decepción </h3>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Cuando les cuento a mis alumnos el por qué de los nombres de los meses también les comento la razón por la que julio y agosto dejaron de llamarse quinto y sexto. Tras la muerte de Julio César, Marco Antonio quiso honrar a su amigo, protector y aliado dándole su nombre al mes de su nacimiento. Esto indirectamente provocó que, cuando años después Octavio Augusto se coronó como primer emperador de Roma, fuera necesario hacer algo, pues no iba a tener Julio su propio mes y el gran Augusto ninguno. Y de ahí tenemos nuestro agosto.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Es más, según cuenta la leyenda, en aquel entonces el mes sexto tenía sólo 30 días frente a los 31 de recién nombrado julio. Inconcebible, ¡cómo iba a ser el gran Augusto menos que su reverenciado tío! Así que le quitaron un día al pobre febrero, que por entonces todavía contaba con 29 días, para dárselo al mes del emperador.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Esto les encanta a mis alumnos; es una explicación curiosa y sorprendente a esa anomalía en la que todos hemos pensado alguna vez al mirar el calendario. Desgraciadamente me acabo de enterar de que es falsa. Picado por la curiosidad, me puse a buscar de dónde venían los nombres del resto de meses y he descubierto que, según parece, esta apropiación de un día por parte de agosto es una invención posterior, y que se conservan testimonios de calendarios anteriores a Augusto donde febrero tiene los mismos 28 días con los que le conocemos hoy día. Para alguien tan aficionado a las leyendas y las explicaciones curiosas de nuestro mundo cotidiano ha sido una pequeña tragedia. Aunque, por el lado positivo, a cuenta de eso fue cuando me planteé escribir esta entrada.</div>
<br />
<br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Commodo,_180-192_dc,_collez._albani.JPG#/media/File:Commodo,_180-192_dc,_collez._albani.JPG" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Commodo, 180-192 dc, collez. albani.JPG" height="320" src="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/e8/Commodo%2C_180-192_dc%2C_collez._albani.JPG" width="243" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Busto del emperador Cómodo <br />
(<a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/User:Sailko" title="User:Sailko">Sailko</a> - <span class="int-own-work" lang="en">Own work</span>, <a href="http://creativecommons.org/licenses/by/3.0" title="Creative Commons Attribution 3.0">CC BY 3.0</a>, <a href="https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=30567996">Link)</a></td></tr>
</tbody></table>
<h3>
Bola extra</h3>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Aunque no todo iban a ser decepciones, buscando por ahí (santa <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Julian_calendar" target="_blank">Wikipedia</a>) encontré que Augusto no había sido el único emperador que había dado su nombre a un mes, aunque sí el único cuyo nombre perduró. Otros, como Nerón, Calígula o Domiciano también dieron a algunos meses su nombre o el de sus familiares. Aunque ninguno llegó hasta los extremos de Cómodo (sí, el malo de Gladiator), que renombró a todos los meses según sus propios nombres adoptivos, quedando (de enero a diciembre) como <i>Amazonius, Invictus, Felix, Pius, Lucius, Aelius, Aurelius, Commodus, Augustus, Herculeus, Romanus</i> y <i>Exsuperatorius</i>. Modesto que era el caballero.</div>
<br />Malapatahttp://www.blogger.com/profile/17206865855336437551noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4257736323103296546.post-62527388918910307362016-10-15T13:22:00.000+02:002016-10-17T18:17:36.055+02:00¿Problemas para formar gobierno? ¿Y si probamos con este método del papado medieval?<div style="text-align: justify;">
Cuando en España vamos camino de un año con un gobierno provisional, hay quien mira hacia otros países buscando inspiración: qué hacen ellos para evitar periodos de parálisis como el que sufrimos, en la que ningún candidato es capaz de reunir los apoyos suficientes para gobernar. Yo os propongo otro tipo de búsqueda, no sólo hacia afuera, sino también hacia atrás. En el tiempo, se entiende. Unos siete siglos y medio (semana arriba, semana abajo). </div>
<br />
<br />
<br />
<h4>
El largo cónclave</h4>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Como si fuera una novela negra, nuestra historia empieza con una muerte: la del papa Clemente IV a finales de 1268. Pero no se trata de un asesinato (o no lo parece, que en esta época tampoco es como para estar muy seguro cuando se trata de muertes de personajes poderosos), y el problema no es encontrar al asesino, sino al sucesor.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Como la muerte tiene lugar en Viterbo, ciudad de Italia central, la tradición marca que se dirijan hacia allí los diecinueve cardenales electores (en realidad eran veinte, pero uno de ellos se quedó en la corte del rey de Francia y murió antes de que ser resolviera la sucesión). Y allí empezaron los problemas.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Porque los cardenales estaban, digamos, algo divididos. Simplificando diríamos que se trataba de un partido Francia - Resto del mundo. Los franceses eran mayoría, pero insuficiente como para imponer un candidato. Aunque lo que sí podían era impedir que se nombrara a cualquier otro. Os va sonando, ¿no?</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Yo casi puedo imaginarme las discusiones en la catedral de Vitervo, unos diciendo "Hay que elegir ya al Papa por responsabilidad", otros con "No estamos dispuestos a dar nuestro apoyo a un representante de la vieja Iglesia" y seguro que alguno saldría con un "¿Y si buscamos a un candidato independiente?". El caso es que los días pasaban y el asunto no se resolvía. Los cardenales habían cogido ya la rutina de votar, comprobar que seguía el bloqueo y luego volverse a sus residencias a seguir con sus cosas.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
En aquella época no había medios de comunicación que hicieran llamamientos ni editoriales pidiendo responsabilidad a unos u otros, pero eso no quita para que la gente empezara a mosquearse con la situación. Así hasta que, después de un año sin resultados, el <i>podestá</i> (gobernante) de Vitervo decidiera tomar cartas en el asunto y encerrara a los cardenales en el palacio papal de la ciudad impidiéndoles salir hasta que terminaran su trabajo.</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8LoXN6ln377BF8bx5rgHoWBgg_1z0oS_WIfpJ0UPAHFNcpiWP3qaBqrVu8ONlUJXQzbglQ4q2819jNVSagsH80vUV1nmGurWUyfzan5ZkPGGXGFqkEQ5sqhLT-QRRwppXFAlAzfVXgSHW/s1600/640px-PalPapiViterbo.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8LoXN6ln377BF8bx5rgHoWBgg_1z0oS_WIfpJ0UPAHFNcpiWP3qaBqrVu8ONlUJXQzbglQ4q2819jNVSagsH80vUV1nmGurWUyfzan5ZkPGGXGFqkEQ5sqhLT-QRRwppXFAlAzfVXgSHW/s1600/640px-PalPapiViterbo.JPG" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Palacio papal de Viterbo. No da la impresión de que los cardenales fueran a estar muy a disgusto aquí. (Imagen de <a href="https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=6946881" target="_blank">K.Weise</a>)</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Pero se ve que el palacio debía ser cómodo, porque pasó un año y parte del otro y los cardenales seguían erre que erre. Se decidió entonces por atacar la situación por otro ángulo. Concretamente, por el estómago, reduciendo las raciones de los cardenales.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Ni por esas.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
No fue hasta que no se amenazó a los electores con quitar el techo del palacio que al fin se desbloqueó la situación, nombrando a una comisión de seis cardenales que acabarían eligiendo, tres años después de la muerte de su antecesor, al Papa Gregorio X.</div>
<br />
<br />
<br />
<h4>
Ubi periculum, o más vale que elijáis pronto por la cuenta que os trae</h4>
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQG5W5j-LF-Mvg_j9sqAeovQr5COSXrQwO-SZpRaJHdItJXj2iRrnp3ifvGYEkRme_PMgZaFcYUwqw4d4uVMI1b2RuQOf7kAvM7XvfWhTXl_STWM1uoIH8PI1oFNEtZzZNxeUHQPw8fUyA/s1600/B_Gregor_X.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQG5W5j-LF-Mvg_j9sqAeovQr5COSXrQwO-SZpRaJHdItJXj2iRrnp3ifvGYEkRme_PMgZaFcYUwqw4d4uVMI1b2RuQOf7kAvM7XvfWhTXl_STWM1uoIH8PI1oFNEtZzZNxeUHQPw8fUyA/s320/B_Gregor_X.jpg" width="224" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Gregorio X, creador de <br />
las <i>Ubi periculum.</i>(<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Gregorio_X#/media/File:B_Gregor_X.jpg" target="_blank">Wikipedia</a>)</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
Fue precisamente en el papado de Gregorio X cuando se aprobaron las normas <i>Ubi periculum</i>, pensadas para evitar que se repitiera el bloqueo. Y debieron ser efectivas, porque los dos siguientes cónclaves duraron sólo uno y nueve días, respectivamente. De ahí a preguntarse si servirían para romper el bloqueo en España sólo va un paso.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
La cosa sería más o menos así: se empezaría encerrando a los diputados en el Congreso (con uno o dos asistentes para ayudarles en su labor) y tirando la llave. Allí tendrían que vivir hasta que se llevase a cabo la elección, sin poder salir salvo en caso de enfermedad. Para evitar presiones externas (o, más bien, para meterles más presión) les quitaríamos los móviles, tabletas junto con cualquier otra cosa que les permitiera tener contacto con el exterior (con esto alguno seguro que ya está dispuesto a votar a quién hiciera falta). Y que nadie piense que se reformaría el edificio para crear dormitorios. Allí estarían todos arrebujados, con todo lo más unos lienzos de tela colgados para darles algo de intimidad.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Además durante las discusiones estarían prohibidas las promesas o sobornos, ni se le podría forzar a ningún candidato a comprometerse a hacer algo una vez elegido presidente.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Ciertamente estas últimas condiciones no parece que facilitaran llegar a un acuerdo, pero para eso tenemos los <i>incentivos</i>: si al tercer día no se ha llegado a ningún acuerdo las comidas se reducirían a sólo una al día. Y si al noveno siguen si decidirse se les dejaría a pan y agua hasta llegar a un acuerdo.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
No sé vosotros, pero para mí que después de un par de semanas a pan y agua, sin móvil, sin poder salir y teniendo que aguantar los ronquidos del diputado de al lado todas las noches, me da a mí que a alguna decisión llegarían.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Otra cosa será que luego no nos arrepintiéramos del resultado, claro.</div><br />
<br />
<br />
<h3>
Fuentes</h3>
<br />
<div style="text-align: justify;">
La verdad es que estuve bicheando bastante por la web y hay alguna página que no recuerdo. Concretamente hay una que explicaba la <i>Ubi periculum</i> con más detalle, pero no he sido capaz de volver a encontrarla (nota mental: la próxima vez que vea algo interesante añadirla a favoritos). Quitando esto la información ha salido básicamente de las páginas de Wikipedia<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Elecci%C3%B3n_Papal_de_1268-71" target="_blank"> Elección Papal de 1268-71</a> y <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Ubi_periculum" target="_blank"><i>Ubi periculum</i></a> (esta última en inglés).</div>
Malapatahttp://www.blogger.com/profile/17206865855336437551noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4257736323103296546.post-24197854283006665522016-08-31T18:14:00.001+02:002016-08-31T18:14:29.218+02:00Lucio Domicio Enobarbo o cuando es mejor pensarlo dos veces antes de actuar<div style="text-align: justify;">
Leyendo una biografía de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Julio_C%C3%A9sar" target="_blank">Julio César</a> me he encontrado con una curiosa anécdota. Su protagonista es <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Lucio_Domicio_Enobarbo_(c%C3%B3nsul_54_a._C.)" target="_blank">Lucio Domicio Enobarbo</a>, un aristócrata romano que hubiera deseado haberse parado a pensar un poco antes de actuar. En particular en cosas como, por ejemplo, su propio suicidio.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Estamos en el año 49 a.C. Julio César acaba de cruzar el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/R%C3%ADo_Rubic%C3%B3n" target="_blank">Rubicón</a>, iniciando una guerra civil y, de paso, creando una expresión que sigue usándose 2.000 años después. Para detenerle el Senado confía en su antiguo aliado <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Pompeyo" target="_blank">Cneo Pompeyo Magno</a>. Pompeyo es consciente de que César tiene ventaja en Italia, mientras que las fuerzas del Senado son mayoría fuera de la península. Así que ordena una retirada hacia Grecia, donde espera reclutar un ejército con el que aplastar la insurrección. Le acompañan numerosos senadores, que abandonan la península a regañadientes.</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File%3ACaesar-ueberschreitet-den-rubikon_1-640x447.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="By The original uploader was Wolpertinger at German Wikipedia [Public domain], via Wikimedia Commons"><img alt="Caesar-ueberschreitet-den-rubikon 1-640x447" src="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/7/7f/Caesar-ueberschreitet-den-rubikon_1-640x447.jpg" width="512" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Julio César frente al río Rubicón. El derecho romano fijaba que ningún general podía cruzarlo al frente de sus tropas. Al franquearlo César se declaraba en rebeldía e iniciaba la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Segunda_Guerra_Civil_de_la_Rep%C3%BAblica_de_Roma" target="_blank">Segunda Guerra Civil de la República Romana</a>. </td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
No está entre ellos Lucio Domicio Enobarbo. Miembro de una importante familia aristocrática, Domicio tiene una inquina personal hacia César. Sus últimos años han sido una continua lucha política contra él y sus aliados. Una lucha bastante poco afortunada, además. Por si fuera poco acababa de ser nombrado gobernador de la Galia, sustituyendo al propio César, y por culpa de la rebelión no iba a poder disponer de su cargo. Ser gobernador significaba todo un honor, una posición de poder y confianza por parte del Senado. Eso sin tener en cuenta la posibilidad de llenarte los bolsillos hasta arriba estrujando todo lo posible a tus gobernados. Pero por culpa de ese traidor va a quedarse compuesto y sin provincia.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
La cólera le domina. No va a retirarse con el rabo entre las piernas; se enfrentará a César y le parará los pies, demostrando de lo que está hecho un auténtico romano. </div>
<br />
<a name='more'></a><br />
<div style="text-align: justify;">
Desobedeciendo las instrucciones de Pompeyo reúne un ejército y marcha hacia Corfinium, situada estrategicamente en el camino hacia Roma... sólo para darse cuenta de que Pompeyo tenía razón y sus fuerzas no tienen nada que hacer frente a los veteranos de César. A Domicio no le quedan más opciones que atrincherarse en la ciudad y prepararse para la inevitable derrota.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<table cellpadding="10" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File%3AHw-pompey.jpg" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;" title="See page for author [Public domain or Public domain], via Wikimedia Commons"><img alt="Hw-pompey" src="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/c/c1/Hw-pompey.jpg" width="256" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Cneo Pompeyo Magno ("el Grande"), sucesivamente<br />
el mayor aliado y peor enemigo de César.</td></tr>
</tbody></table>
Aunque anima a sus tropas prometiendo la llegada de refuerzos, lo cierto es que lo único que Pompeyo le envía es una carta diciendo algo así como "Te lo dije" y recomendándole que huya a la menor oportunidad. Aislado, rodeado y deshonrado, Domicio se plantea su futuro.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Y, al igual que al marchar hacia Corfinium, se decide por la opción más teatral: antes muerto que sencill..., digo, que rendirse. Pide a su médico que le prepare un veneno: así mostrará al mundo, otra vez, de qué están hechos los auténticos romanos. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Su decisión no le dura mucho. Apenas ha ingerido el veneno empieza a pensar si no se habrá precipitado. César es famoso por su magnanimidad. Quizás rendirse no hubiera sido tan mala idea, al menos no tan mala como suicidarse. Quizás.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Mientras se desliza hacia la inconsciencia Domicio se queja amargamente de su suerte ante su médico, que es también su esclavo. No sabemos el tiempo que llevaría a su servicio, pero es posible que a esas alturas lo conociera bastante bien. Lo bastante bien como para haber sido testigo de sus arrebatos y posteriores arrepentimientos. O, al menos, lo bastante bien como para cambiar el veneno por un narcótico.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Así que Domico vive, aunque sigue sitiado por César. Lo que supone un problema, porque una cosa es seguir vivo y otra dejarse capturar por su gran enemigo. Ante esta disyuntiva Domicio decide que eso del honor está bien, pero que tampoco hay que obsesionarse. Al fin y al cabo soldado que huye sirve para la próxima guerra (dicho italiano, por cierto). Así que junto a un puñado de oficiales intenta escabullirse durante la noche. Pero los soldados descubren la jugada; los capturan y se los ofrecen a César como muestra de buena voluntad.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
En aquel momento Domicio debió de hacer memoria de las desafortunadas decisiones que le habían llevado a caer en las manos de su mayor enemigo. Posiblemente repase todos los posibles castigos que pueden caer sobre él o, al menos, los que él le reservaría a César si las tornas estuvieran cambiadas. Pero César le tiene reservado algo más allá de todo lo que había imaginado: el perdón y la posibilidad de marcharse libremente. Una decisión sorprendente, pero lógica dentro de la campaña que estaba llevando a cabo César de presentarse como un protector de la República antes que como un rebelde en plena conquista.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Uno podría pensar que tras este gesto de benevolencia Domicio abandonaría la lucha contra César. Pero este tipo de arrepentimientos no iba con él (al menos no hasta que era demasiado tarde). Volverá a unirse a las fuerzas conservadoras para luchar contra César, hasta que muera liderando el ala izquierda de Pompeyo en la decisiva <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Farsalia" target="_blank">batalla de Farsalia</a>.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Acaba así la historia de Domicio, de sus arrebatos y arrepentimientos. Aunque después de leerla a mí me quedó una duda: ¿qué habría hecho su médico si no se hubiera arrepentido antes de quedarse dormido?<br />
<br />
<br />
<h3>
Fuentes</h3>
<ul>
<li> Biografía de <a href="https://www.goodreads.com/book/show/7177627-julio-cesar" target="_blank"><i>Julio César</i></a>, de Philip Freeman.</li>
<li>Página web de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Lucio_Domicio_Enobarbo_(c%C3%B3nsul_54_a._C.)" target="_blank">Luicio Domicio Enobarbo</a> en Wikipedia.</li>
<li>Las imágenes son de <a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/Main_Page" target="_blank">Wikimedia Commons</a>.</li>
</ul>
</div>
Malapatahttp://www.blogger.com/profile/17206865855336437551noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4257736323103296546.post-9810633806652826372016-07-14T12:54:00.000+02:002017-02-19T08:56:40.942+01:00Corsarios, comerciantes y contrabandistas, una separación bastante porosa<div style="text-align: justify;">
Recientemente he terminado de leer <a href="https://www.goodreads.com/book/show/29557726-piratas" target="_blank"><i>Piratas: filibusterismo y piratería en el Caribe y en los Mares del Sur (1522-1725)</i></a>, de Jean-Pierre Moureau. Y aunque no me ha terminado de convencer sí he descubierto algunos datos que me han resultado bastante curiosos, de esos que según leía iba pensando <i>esto tengo que contarlo en el blog</i>. Por cierto, que aunque de Moureau se vende como un análisis de la piratería en general, en realidad se centra en los corsarios franceses, así todo lo que voy a contar se refiere a este país y al periodo que abarca los siglos XVI y XVII.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Para empezar hay que distinguir entre corsarios y piratas. Por si alguien no lo tiene claro, un pirata sólo busca su propio provecho, asaltando, robando y matando para conseguirlo, mientras que el corsario... bueno, el corsario sólo busca su propio provecho, asaltando, robando y matando para conseguirlo. La diferencia es que el corsario tiene <i>permiso</i>: una patente de corso por la que el rey, a través de un almirante o gobernador, le autoriza a atacar barcos, ciudades o haciendas de sus enemigos. Mientras que el pirata es la escoria de los mares, perseguido por todos, el corsario es (o se supone) un honrado emprendedor que ha visto una oportunidad de negocio al tiempo que cumple con un servicio hacia su país. País que, de camino, cobra impuestos sobre el botín conseguido.</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File%3AMarooned_(close_up).jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="Howard Pyle [Public domain], via Wikimedia Commons"><img alt="Marooned (close up)" src="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/d/d2/Marooned_%28close_up%29.jpg/512px-Marooned_%28close_up%29.jpg" width="512" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Pirata abandonado en una costa perdida, un castigo reservado a aquellos que se rebelaban o cometían alguna falta grave. Debía ser bastante habitual, pues lo ingleses llegaron a acuñar un término para designar la acción: <i>marooning</i> (dibujo de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Howard_Pyle" target="_blank">Howard Pyle</a>).</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<h3>
Corsarios y comerciantes</h3>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Una cosa que he descubierto con la lectura es que, aparte de los corsarios <i>de guerra</i>, había otro grupo bastante más minoritario que acababan en el corso casi sin haberlo buscado. Lo formaban comerciantes cuyo barco había sido asaltado por fuerzas extranjeras. El agraviado podía presentar su caso ante las autoridades y, tras un proceso que podía alargarse meses, si estas juzgaban que, en efecto, el ataque había sido injusto le entregaban una carta de represalia que le autorizada a recuperar lo perdido tomándolo por la fuerza del país agresor. Pero no así a lo loco, que aquí somos gente honrada (que autorizamos a asaltar a cualquier barco o ciudad sin provocación previa, pero honrada): sólo podría ejercer el corso hasta saquear, perdón, hasta resarcirse de una cantidad igual a la que se había juzgado como perdida. Además a la vuelta debía presentar sus capturas para que la autoridad le diera el visto bueno (y cobrar su parte, que aquí no se daba nunca puntada sin hilo).</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Estos patentes de corso a modo de represalia podían darse incluso durante periodos de paz. Aquí uno puede preguntarse (al menos yo lo hice): si habían acabado las hostilidades, ¿cómo se había producido el agravio original? Y no menos importante, ¿no echarían a perder este tipo de acciones la paz tan duramente conseguida?<br />
<br />
<a name='more'></a><br />
El asunto tiene algo de truco: en un par de tratados entre España y Francia se fijaron (por escrito o verbalmente) que ésta sólo imperaba hasta las llamadas <i>líneas de amistad</i>, fijadas al oeste de las Azores y al sur del trópico de Cáncer. A partir de ahí la única ley era la ley del más fuerte y, del mismo modo que los franceses practicaban el corso, los españoles consideraban las aguas como propias por derecho de descubrimiento, por lo que cualquier barco navegando sin permiso (lo que venían a ser todos los que no fueran españoles) era una presa legítima.</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHG4cLUD7ExlER0hVh5cV5NQWdP1DpAuvNE3bIZNh0gBITqB0z0ke6cWgPEd-ZoSYYOoV-VWSK8GHAGlG9eYxEMD-vgiu6F7_yKZOHaDRlrxHekKBlmK04al9YIbipqRxblA-WKcTK9ck0/s1600/Lettre-de-marque2.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHG4cLUD7ExlER0hVh5cV5NQWdP1DpAuvNE3bIZNh0gBITqB0z0ke6cWgPEd-ZoSYYOoV-VWSK8GHAGlG9eYxEMD-vgiu6F7_yKZOHaDRlrxHekKBlmK04al9YIbipqRxblA-WKcTK9ck0/s1600/Lettre-de-marque2.png" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Patente de corso concedida durante las guerras napoleónicas (<a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Lettre-de-marque2.png" target="_blank">fuente</a>). <br />
Con este papelito podías asaltar, matar, quemar y robar de manera <i>legal</i> y por el bien de tu país.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Pero (sigo con mis dudas), si los españoles prohibían el comercio con extranjeros en sus territorios, ¿qué hacían allí estos comerciantes? Porque digo yo que si se molestaban en fletar un barco y llenarlo de mercancía algo pensarían sacar a cambio. Claro, que donde unos leen comercio otros entienden contrabando; no era difícil encontrar quien estuviera dispuesto a hacer negocio con bienes difíciles de encontrar o demasiado caros de conseguir legalmente en las colonias. Además hay que tener en cuenta que había comerciantes franceses con unos métodos de venta que podríamos clasificar, digamos, como algo agresivos.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Todo empezaba con un desembarco bien ruidoso, donde no faltaran gritos y disparos al aire, y que terminaba con la toma de unos cuantos rehenes. Tras esto los comerciantes sacaban su mercancía y empezaba el negocio de verdad. Aquí la población local tenía dos opciones: podía prestarse a comerciar con la coartada, caso de que más adelante aparecieran por allí las autoridades, de que no habían tenido otra opción para no poder en peligro a los cautivos; o podía permanecer leal a la corona y negarse a entrar en el juego. Claro, que en ese caso se arriesgaban a que los comerciantes se dedicaran a tomar todo lo que les interesara antes de marchar. Eso sí, dejando tras de sí lo que considerasen oportuno como pago, que no somos piratas.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Este comercio resultaba bastante arriesgado. Para los españoles cualquier barco que entrara en lo que consideraban sus posesiones era considerado como una presa. Si lograban capturarlo debían juzgar sobre la marcha si habían prendido a un pirata o un contrabandista. En caso de contrabando (y para ellos contrabando significaba cualquier tipo de comercio) se confiscaba barco y mercancías, pero se respetaba la vida de los marinos (habitualmente). Por eso no era de extrañar que si les preguntaban qué les había traído por allí todos los capturados dijeran al tiempo: "¡Comercio! ¡Comercio!". </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2oWGrxjUuxpEfZF54uPv5ejJlpL8WxzO2n-yjW0Zz-f6F2rMMPSwtxBzQRKvx06zOW4q4SyWXOKvOFZh4Csy1oogwmXr54zUsz_u2ZnPLBHpdDU0J7ICb8bhMcMgsADtHU1cG-r8U9SYb/s1600/galavant-s2-premiere-pirates.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="424" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2oWGrxjUuxpEfZF54uPv5ejJlpL8WxzO2n-yjW0Zz-f6F2rMMPSwtxBzQRKvx06zOW4q4SyWXOKvOFZh4Csy1oogwmXr54zUsz_u2ZnPLBHpdDU0J7ICb8bhMcMgsADtHU1cG-r8U9SYb/s640/galavant-s2-premiere-pirates.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">¡Se lo juro, señor capitán, somos honrados comerciantes! (En realidad son los <a href="https://www.youtube.com/watch?v=l8k5YFFeOkw" target="_blank">piratas de secano</a> de la serie <a href="http://www.imdb.com/title/tt3305096/" target="_blank">Galavant</a>).</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Había algunas pistas que podían ayudar al capitán que se enfrentaba a una decisión tan peliaguda (y muchas veces irreversible). Por ejemplo, la existencia de soldados entre la tripulación solía ser un indicio bastante definitivo. O de trompetistas. No porque los marineros españoles tuvieran ninguna animadversión especial hacia la música francesa, sino porque la costumbre de la época era que se llevaran para insuflar ardor guerrero a los asaltantes. Aunque con el paso del tiempo se recurriría a otro método, un poco más de andar por casa, para decidir cómo tratar a los capturados: se les pedía que recitaran una oración. Si no eran capaces estaba todo claro: eran protestantes, y por tanto piratas, y no había que mostrar compasión hacia ellos. La explicación es que, conflictos religiosos aparte, eran precisamente los puertos franceses de mayoría protestante los que con más interés se dedicaban a armar barcos para el corso.</div>
<br />
<br />
<h3>
Por amor al comercio </h3>
<div style="text-align: justify;">
<br />
La separación entre comercio y corso era bastante porosa. Para empezar esa imagen de piratas dueños de su barco y sin rendir cuentas ante nadie que nos ha dejado el cine y la literatura era bastante poco habitual. Armar un barco para el corso resultaba bastante caro. Era, por tanto, una inversión importante que sólo podía afrontar burgueses bien situados, ya fueran solos o formando una sociedad. Estos inversores eran los encargados de contratar al capitán que era, a todos los efectos, empleado suyo, lo que podía llevarle a enfrentamientos serios con su tripulación, que solía enrolarse a cambio de una parte del botín. Después de retirar la parte de los inversores, claro.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Y eso teniendo en cuenta que lo habitual era que las presas fueran escasas o de poco valor. Si las había. Lo normal era que después de estar varios meses en el mar se volviera con apenas lo justo para pasar unos cuantos días de juego y borracheras y vuelta a embarcar. Sin embargo a veces la suerte sonreía (visto desde el punto de vista francés) y se conseguía una presa con la bodega bien cargada o se asaltaba una ciudad medianamente acaudalada. Eso podía ser el pasaporte para salir de ese mundo: los marineros podían abrir algún taller o pequeño negocio, mientras que había capitanes afortunados que invertían sus ganancias en una plantación o compraban propiedades en la metrópoli desde donde, eventualmente, seguía participando en el corso, directamente o como inversor.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Eran muchos los beneficiados por el corso (después del rey, claro, que conseguía no sólo distraer fuerzas españolas, sino que además cobraba impuestos por ellos). Los gobernadores de las colonias del Caribe solían armar ellos mismos expediciones o tomar parte como inversores (por no hablar de los impuestos sobre las capturas que se perdían por el camino). Los comerciantes locales se aprovechaban de mercancías a bajo precio. Y finalmente estaban los dueños de las tabernas u otros negocios donde los marineros se lanzaban a gastar su botín.<br />
<br />
Pero esta vida de robos y excesos estaba bien en los comienzos, cuando el levantar una colonia en un entorno hostil necesitaba de hombres faltos de remilgos (y escrúpulos, se podría añadir). Cuando las cosas empezaron a ir mejor y subir el nivel de vida fueron los herederos de los comerciantes que se habían beneficiado del corso los que contribuyeron a acabar con él.
</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File%3APyle_pirates_burying2.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="Howard Pyle [Public domain], via Wikimedia Commons"><img alt="Pyle pirates burying2" src="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/e/e9/Pyle_pirates_burying2.jpg/256px-Pyle_pirates_burying2.jpg" width="256" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Cine y literatura nos han acostumbrado a la imagen del pirata enterrando un abundante tesoro. Esto, al menos en el caso del corso, era algo poco común. Lo habitual era que una expedición diera lo justo como para ir tirando hasta la siguiente, y a veces ni eso. Aunque siempre podía sonreírte la suerte (<a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Pyle_pirates_burying2.jpg" target="_blank">dibujo</a> de Howard Pyle).</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div style="text-align: justify;">
A finales del siglo XVII los intereses franceses estaban ya bien asentados en el Caribe, y este tipo de empresas habían pasado de ser aplaudidas a convertirse en un estorbo. Para los honrados comerciantes o dueños de plantaciones franceses, el que hubiera agentes libres asaltando los barcos o ciudades del país con el querías hacer negocios no dejaba de dar un poco de mal rollo. Y eso sin hablar de que una represalia española indiscriminada podía dejarte sin un cargamento o con una plantación incendiada. Por ello fueron los comerciantes los que, tras haber disfrutado durante años de sus beneficios, presionaron ante Luis XIV para lograr el final del corso.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Final que también se dio por el lado inglés y llevó a que muchas tripulaciones se quedaran ante la disyuntiva de volver a los oficios de los que habían escapado en busca de fortuna, o dejar de lado la ley para continuar con su oficio. Este fue el inicio de la edad de oro de la piratería que abarcaría el comienzo del siglo XVIII. Pero eso ya es material para otra historia.</div>
Malapatahttp://www.blogger.com/profile/17206865855336437551noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4257736323103296546.post-9990773428265160542016-06-23T17:16:00.000+02:002017-06-26T18:43:14.198+02:00Ragnarök, el ocaso de los dioses<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">(Puedes bajarte esta entrada en <a href="https://app.box.com/s/0592qu7a67krs3g5prnzobzhoujft5fc" target="_blank">PDF</a>, <a href="https://app.box.com/s/76as0u9wabekqszz3f6oocnu6443mwdx" target="_blank">EPUB</a> o <a href="https://app.box.com/s/2iuzlom9bd85dt4dko2j4k5el7kr3vdh" target="_blank">MOBI</a>) </span></div>
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<br /></div>
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Llega la hora de cerrar esta larga serie dedicada a los dioses vikingos. Y como no hay mejor forma de acabar que por el final, vamos precisamente a esto, al final. Pero no a un final cualquiera, sino a EL FINAL. El final de todo; el Ragnarök o destino de los dioses. Los acontecimientos que llevarán no sólo a la desaparición de los habitantes de Asgard, sino de nuestro propio mundo.</div>
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Una de las curiosidades de la mitología nórdica es que los dioses son perfectamente conscientes de que este momento llegará. Las profecías indican incluso cómo morirá cada uno de ellos. Esto le da un toque fatalista que resulta un contrapunto muy llamativo con los toques de humor que también aparecen en sus leyendas.
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Me he dedicado a contar la historia adornando un poco la narración, pero sin cambiar los hechos. Podéis encontrar la versión original en los <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Edda" target="_blank">Eddas</a>, aunque en la <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Ragnar%C3%B6k" target="_blank">Wikipedia</a> en inglés hacen un resumen bastante bueno. Ah, y todas las imágenes son de Wikimedia Commons.
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Pero bueno, ya me estoy enrollando demasiado. Empecemos.
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<br /></div>
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En todas las épocas hay siempre voces que alertan del fin del mundo: lleva lloviendo cuarenta días ¡es el fin del mundo!; la peste negra ¡es el fin del mundo!; hay armas nucleares ¡es el fin del mundo!; el programa que controla el arsenal de EEUU se ha vuelto inteligente y está creando robots con la cara de Schwarzenegger... Espera, esa última creo que se ha colado.
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<div style="text-align: justify;">
Nuestra historia está plagada de épocas oscuras que no han impedido que la humanidad continuara su camino. Quizás por eso nosotros, ingenuos habitantes de Midgard, no seremos conscientes de nuestro destino hasta que sea demasiado tarde. Porque está escrito que llegará una época de odios y enfrentamientos que superará a todas las anteriores. Serán días de espadas y hachas, de tormentas y lobos. Las guerras se generalizarán, degeneraran las costumbres y los hermanos yacerán unos con otros.
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Y justo cuando el último optimista se asome a la ventana y diga (poco antes de que su vecino le invite a ver de cerca cómo de afilada está su hacha): "Bueno, al menos ya no puede ir a peor", justo en ese preciso momento se desatará el Fimbulvetr, el terrible invierno. Tres años de hielo, frío y nieve que acabarán las últimas esperanzas de la humanidad.
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<div style="text-align: justify;">
En su travesía diaria Sol contemplará el sufrimiento de los hombres y llorará por ellos. Su caminar se volverá menos firme y, como está profetizado, tanto ella como su hermano Mani (Luna) serán alcanzados por los lobos que los persiguen desde el inicio de los tiempos. Serán devorados y su sangre caerá sobre la tierra helada. </div>
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXjchu9ri2PX7mxj7WQkbQ_1zeLNP7vfWxivO7l6QNOvOYiMxkBCZa6ZJqhcKuzk8thtofw0noQo05jE8oWiHo5rP5687Id7qGpLpzOOZLWAbrbrvFu78XN3B-5RREX7EgDJURT7dl6Ltb/s1600/1024px-The_Wolves_Pursuing_Sol_and_Mani.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="432" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXjchu9ri2PX7mxj7WQkbQ_1zeLNP7vfWxivO7l6QNOvOYiMxkBCZa6ZJqhcKuzk8thtofw0noQo05jE8oWiHo5rP5687Id7qGpLpzOOZLWAbrbrvFu78XN3B-5RREX7EgDJURT7dl6Ltb/s640/1024px-The_Wolves_Pursuing_Sol_and_Mani.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Los lobos a punto de alcanzar a Sol y Mani (<a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:The_Wolves_Pursuing_Sol_and_Mani.jpg" target="_blank">fuente</a>).</td></tr>
</tbody></table>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Desaparecerán las estrellas, temblará la tierra, se derrumbarán las moradas de los hombres, se romperán todos los sellos y lo que ha estado atado volverá a ser libre. Libres quedarán el gran lobo Fenrir y el terrible perro Gram, que guarda la entrada del inframundo. Libre será la gran serpiente Jörmundgander, que se agitará en su prisión del fondo del océano levantando olas que anegarán la tierra. Y libre quedará Loki, padre de Fenrir y Jörmundgander, clamando por su venganza.
<br />
<a name='more'></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Las olas que provoque Jörmundgander llegarán a la tierra de muertos y liberarán al Naglfar, el barco creado a partir de las uñas de los cadáveres (razón por la que los vikingos se las cortaban). En él subirá Hel, señora del inframundo, y con ella su hueste de guerreros muertos, traidores y asesinos que no fueron dignos del Valhalla. Se reunirá con sus hermanos, el lobo y la serpiente, y juntos seguirán a Loki hacia Asgard.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Podría parecer que un barco hecho de uñas de muertos, en el que viaja una mujer mitad cadáver y abarrotado de asesinos (también muertos) sería de por sí una amenaza bastante impresionante, sobre todo si le añadimos una serpiente y un lobo gigantes y al mismísimo dios del engaño. Pero no está tan claro que esta sea la peor de las amenazas contra los Æesir: del frío Jotum llegarán también los gigantes de hielo, y de Mullspein, el mundo de fuego, llegarán los gigantes de... pues eso, de fuego. Hielo y fuego marchando hacia Asgard (suponemos que por caminos separados).
</div>
<div style="text-align: justify;">
De los tres ejércitos serán los habitantes de Mullspein los que tomarán la iniciativa abalanzándose sobre el Bifrost, el puente arcoíris que une Midgard y Asgard. Guiándolos estará Surt, el brillo de su espada de fuego suplantando al fallecido Sol. Afortunadamente para los desprevenidos Æesir el puente será incapaz de soportar el peso de los gigantes y se desplomará.
No será hasta el colapso del Bifrost que Heimdall, el vigilante, se dé cuenta de que algo raro pasa (porque claro, los terremotos, las inundaciones o la desaparición del Sol no debieron parecerle nada digno de atención). El sonido de su cuerno llenará Asgard, convocando a los Æesir. Reunidos al fin, serán conscientes de la cercanía de su final. Correrán a armarse, convocando a su lado a los 435.000 guerreros del Valhalla (guerrero arriba, guerrero abajo) que han pasado su segunda vida preparándose para este momento. Juntos marcharán hacia los campos de Vigrid donde esperan los enemigos de Asgard. </div>
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<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGu3JajFCfKbxa2EiBzuwxtabzOPzTTQuex-8rszaqQdmLwVupxQuPyPRCPyLHQIjyC-pTAvcCYBJuGeKDFv-O1zVGmTvkR_JsT1ZSAdhURwaf4z2J169DmvA1wtOiP_QcgkTnBnqu6NVK/s1600/Johannes_gehrts_ragnarok_mindre.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="460" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGu3JajFCfKbxa2EiBzuwxtabzOPzTTQuex-8rszaqQdmLwVupxQuPyPRCPyLHQIjyC-pTAvcCYBJuGeKDFv-O1zVGmTvkR_JsT1ZSAdhURwaf4z2J169DmvA1wtOiP_QcgkTnBnqu6NVK/s640/Johannes_gehrts_ragnarok_mindre.JPG" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La batalla comienza (<a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Johannes_gehrts_ragnarok_mindre.JPG" target="_blank">fuente</a>).</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Odín encabezará la carga de los Æesir, lanzando a Sleipnir, su caballo de ocho patas, contra Fenrir. Hundirá su lanza en el coloso, pero el lobo esquivará el golpe mortal y la herida sólo servirá para enfurecerlo aún más. Se girará hacia Odín, el fuego asomando por sus ojos y orejas, sus fauces abiertas hasta alcanzar el cielo. Se apresurará Thor en su ayuda, pero antes de que pueda arrojar su martillo Jörmundgander se interpondrá en su camino, impidiendo que llegue junto a su padre.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Porque está escrito que el gran lobo atrapará al dios entre sus fauces, rompiendo sus huesos, bebiendo su sangre, cumplida su venganza.
</div>
<div style="text-align: justify;">
No podrá hacer nada Thor, concentrado en esquivar los ataques de la serpiente Jörmundgander. La lucha será terrible, la sangre de los dos se mezclará sobre la llanura, hasta que al fin el dios rompa el cráneo de la bestia. Después Thor apenas será capaz de dar nueve pasos antes de caer, consumido por el veneno.
</div>
<div style="text-align: justify;">
¿No quedará nadie para vengar la muerte de Odín? De entre las filas de los Æesir surgirá otro de sus hijos, Vani. Se enfrentará al lobo, y cuando éste abra sus fauces para devorarlo clavará su pie en la mandíbula inferior de Fenrir, usando toda su fuerza para abrir la boca de la bestia y clavar a través de ella su lanza, atravesándole la cabeza.
</div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxIOh46TzqafwDeC0kMHPXemEu199QmXHJSygraqxP_p8vWTp-dlzCCWGnBABwofmzoTBhit_oi5rZVQsg6P-5EqMleIbRZrBlriO15Z-0jxyOzesLtT95EEzGSpHyoplWF3mQKe7KQFfR/s1600/326px-The_giant_with_the_flaming_sword_by_Dollman.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxIOh46TzqafwDeC0kMHPXemEu199QmXHJSygraqxP_p8vWTp-dlzCCWGnBABwofmzoTBhit_oi5rZVQsg6P-5EqMleIbRZrBlriO15Z-0jxyOzesLtT95EEzGSpHyoplWF3mQKe7KQFfR/s320/326px-The_giant_with_the_flaming_sword_by_Dollman.jpg" width="217" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Surt con su ardiente espada (<a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:The_giant_with_the_flaming_sword_by_Dollman.jpg" target="_blank">fuente</a>)</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
La sangre de Odín y su asesino serán sólo gotas en la inmensidad de la matanza. Guerreros, dioses, gigantes y bestias morirán y matarán hasta cubrir la llanura con sus cuerpos rotos. Surt acabará con Freyr, que podría haberle derrotado de no haber prestado en mala hora a su espada, la única que podría haber competido con la espada de fuego del rey de los gigantes. Tyr y Gram lucharán entre sí, cubriéndose de heridas, unidos en la muerte. La misma suerte correrán Heindal y Loki, que yacerán juntos, su sangre mezclada. </div>
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</div>
<div style="text-align: justify;">
Cada vez quedarán menos en pie, sosteniendo a duras penas sus espadas, hachas, lanzas... apenas capaces de hundirlas una vez más, de añadir un cuerpo más a la matanza, una fuente más al río de sangre. Y entre ellos destacará el terrible Surt, derribando enemigos por decenas a cada golpe de su ígnea espada, hasta que el éxtasis de la batalla le llene de tal manera que no podrá contener su fuego, que se esparcirá consumiendo a los guerreros sin importar su bando, creciendo con cada cuerpo consumido, convirtiendo la llanura en una inmensa pira funeraria que arrasará con todos hasta devorar al mundo mismo.
</div>
<div style="text-align: justify;">
Todo será ceniza, todo muerte. ¿Quién quedará para llorar a los Æesir? ¿Quién para echar de menos a los hombres de Midgard?
No será el fin, sino un nuevo nacimiento. Aunque pocos quedarán supervivientes. Vanir, el vengador de su padre; Vili y Vini, los hijos de Thor; Balr y Hodur, que volverán de entre los muertos. La hija de Sol tomará el lugar de su madre para volver a iluminar un mundo donde la hierba brotará más fuerte entre la ceniza, donde los ríos volverán a correr llenos de agua cristalina. Y a este mundo llegarán Líf y Lífphrasir, el último hombre y la última mujer, que escaparon al destino de Midgar escondidos entre la corteza de Yggrasil, el árbol que sostiene los nueve mundos. Serán ellos los encargados de volver a poblar un mundo donde el fuego habrá consumido toda la maldad, y de donde la oscuridad y el odio habrán desaparecido para siempre.<br />
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<li><a href="http://lacanciondemalapata.blogspot.com.es/2014/03/el-sol-la-luna-y-los-lobos-del-cielo.html" target="_blank">El sol, la luna y los lobos del cielo</a>.</li>
<li><a href="http://lacanciondemalapata.blogspot.com.es/2014/03/tyr-el-dios-manco-de-la-guerra.html" target="_blank">Tyr, el dios manco de la guerra</a>.</li>
<li><a href="http://lacanciondemalapata.blogspot.com.es/2014/05/odin-el-gran-padre.html" target="_blank">Odín, padre de todos, y la leyenda de Grímnismál</a>.</li>
<li><a href="http://lacanciondemalapata.blogspot.com.es/2014/06/thor-el-protector-de-la-humanidad-de.html" target="_blank">Thor, el protector de la humanidad: de cómo obtuvo su martillo.</a></li>
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<li><a href="http://lacanciondemalapata.blogspot.com.es/2016/06/ragnarok-el-ocaso-de-los-dioses.html" target="_blank">Ragnarök, el ocaso de los dioses</a>. </li>
<li>Descarga <a href="http://lacanciondemalapata.blogspot.com.es/2012/10/descarga-el-ultimo-truco-de-loki.html" target="_blank">El último truco de Loki</a>. </li>
</ul>
</div>
Malapatahttp://www.blogger.com/profile/17206865855336437551noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4257736323103296546.post-56579263459920678942016-02-08T16:58:00.000+01:002017-06-26T18:43:14.172+02:00Frigg (y las mujeres de largas barbas)<div style="text-align: justify;">
Con Frigg acabo el repaso a los dioses que dieron lugar a los <a href="http://lacanciondemalapata.blogspot.com.es/2014/02/los-dioses-de-la-semana-inglesa.html" target="_blank">nombres ingleses de los días de la semana</a>. A esta diosa está dedicado el día de Frigg, Frige's Day o <i>Frīġedæġ</i> en inglés antiguo. Frigg es la diosa de la fertilidad, el amor conyugal, la maternidad y las artes domésticas y reina de los Aesir. Única con derecho a sentarse en el <span class="st">Hlidskjalf</span> junto a su esposo Odín, desde donde contemplan los nueve mundos. Reside en su propio palacio, el Fensalir, la más espléndida de la moradas de Asgard, donde reúne a los esposos que han tenido vidas virtuosas en la Tierra para que disfruten de su compañía después de la muerte. En sus ratos libres teje con su rueca las nubes que adornan el cielo, rueca que los vikingos situaron en el cielo en lo que nosotros consideramos el cinturón de Orión.</div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File%3AFriggSpinning.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="John Charles Dollman [Public domain], via Wikimedia Commons"><img alt="FriggSpinning" src="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/b/b6/FriggSpinning.jpg/512px-FriggSpinning.jpg" width="512" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Frigg hilando las nubes, por <span class="fn" id="creator"><bdi><a class="extiw" href="https://en.wikipedia.org/wiki/John_Charles_Dollman" title="en:John Charles Dollman">John Charles Dollman</a></bdi></span> (<a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:FriggSpinning.jpg" target="_blank">Wikipedia</a>).</td></tr>
</tbody></table>
</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Con todo este currículo uno esperaría que Frigg tuviera un papel más importante en las sagas, pero su rol en ellas se define a partir de su papel como madre (es Frigg quien desvela a Loki el secreto que lleva a <a href="http://lacanciondemalapata.blogspot.com.es/2012/06/el-ultimo-truco-de-loki-i-el-destino-de.html" target="_blank">la muerte a su hijo Baldr</a>) o esposa. Su relación con Odín es buena, pero dista de ser perfecta. En el Lokasenna <a href="http://lacanciondemalapata.blogspot.com.es/2012/10/el-ultimo-truco-de-loki-iv-el-destino.html" target="_blank">Loki le echa en cara</a> que compartiera cama con los dos hermanos de su esposo. Aunque cuando sucedió Odín llevaba tanto tiempo ausente de Asgard que le habían dado por muerto; sus hermanos Vili y Ve se dividieron sus pertenencias, compartiendo los favores de la diosa hasta el retorno de Odín.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En otra ocasión Frigg profanó una estatua de Odín arrancándole parte de su oro para construirse un collar. Cuando Odín descubrió el robo colocó a la estatua a la puerta del templo donde estaba, hechizándola de forma que fuera capaz de hablar para acusar al culpable en el momento en que éste pasara ante ella. Temiendo verse descubierta Frigg buscó a quién estuviera dispuesto a destrozar la estatua a cambio de concederle sus favores. Cuando Odín descubrió la doble traición montó en cólera y abandonó Asgard durante un tiempo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Aun cuando su convivencia era buena Frigg y Odín eran demasiado orgullosos como para no aprovechar cualquier oportunidad de intentar quedar por encima del otro. Un ejemplo es el <a href="http://lacanciondemalapata.blogspot.com.es/2014/05/odin-el-gran-padre.html" target="_blank"><span class="st"><i>Grímnismál</i> </span> que ya os traje por aquí</a>, en el que los esposos se encaprichan cada uno de un hijo del rey Hrauthung, desatándose una competición que en seguida se vuelve sucia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Otra de estas ocasiones, con la que aprovecho para despedir a la diosa y al ciclo de los días de la semana, es la que acabó dando el nombre a una de las tribus bárbaras de las que se repartieron el antiguo Imperio Romano.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<a name='more'></a><br /></div>
<h3 style="text-align: justify;">
Mujeres de largas barbas</h3>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cuenta la leyenda había una gran enemistad entre las tribus de los vándalos y los vinnili, que acabó llevándolas a la guerra. Odín favorecía a los vándalos, quizás porque el nombre de los vinnili no le parecía lo bastante, pues eso, bárbaro, o quizás porque esta tribu había procurado ponerse ostentosamente bajo su protección. Evidentemente, esto era razón más que suficiente como para que Frigg acabara apoyando a los <strike>mili</strike> vinnili, que habían pedido la protección de la diosa por consejo de una de las ancianas de la tribu.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Así que un día en que los esposos estaban contemplando el mundo desde el trono <span class="st">Hlidskjalf</span> Frigga se lanzó al ataque.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="st">—</span>Hace buen día, ¿verdad?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="st">—</span>Sí <span class="st">—</span>contestó lacónico Odín.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="st">—</span>No suele hacer tanto calor en esta época del año.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="st">—</span>No <span class="st">—</span>el dios empezó a inquietarse, ya sabía a donde solían llevar estas introducciones y no le apetecía recorrer ese camino.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="st">—Uy, </span>mira, ¿no es ese el ejército de los vinnili? Buena gente los vinnili, ¿no te parece? Muy respetuosos con las tradiciones y temerosos de sus dioses. De nosotros, quiero decir. ¿Verdad?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Odín soltó un gruñido que podía significar cualquier cosa.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="st">—</span>He oído que están en guerra con los vándalos. Vándalos, hasta el nombre suena mal. ¿Sabes quién era un vándalo? Pues...</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="st">—</span>No pienso entrometerme en su guerra <span class="st">—</span>le interrumpió Odín. Mintiendo descaradamente, todo sea dicho.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="st">—</span>No sé por qué me dices eso, como si yo te hubiera pedido algo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Silencio.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="st">—</span>Claro, que si los comparamos, estarás de acuerdo conmigo en que los vinnili son una tribu bastante más noble.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Más silencio.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="st">—</span>¿Te he mencionado ya lo respetuosos que son con sus dioses? ¿Contigo y conmigo? Y digo yo, que ya que eres tú quien decide quién queda victorioso en las batallas...</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="st">—</span>No pienso intervenir <span class="st">—</span>volvió a mentir Odín.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="st">—</span>Yo sólo te digo que ya que tienes que elegir a uno, no te cuesta nada quedarte con los vinnili.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="st">—</span>Mira, estoy cansado y no quiero hablar más del tema. Me voy a la cama y cuando me despierte mañana el primero que vea será al que conceda la victoria.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="st">—</span>Bueno hijo, tampoco era para ponerse así. Descansa y no le des mucho al hidromiel antes de acostarte, que ya sabes que no te sienta bien.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Odín se marchó camino de su lecho ocultando una sonrisa. Bien sabía él que, tal y como estaba orientada su cama, lo primero que vería al despertar no sería otra cosa que las filas de vándalos dispuestos para la batalla.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Claro, que a estas alturas ya debía conocer algo mejor a su esposa. Apenas se hubo marchado Frigg convocó a las mujeres vinnili (¿las vinnilas?) y les mandó que esperasen el amanecer sobre las colinas, vestidas con las armaduras de sus maridos y con su larga cabellera peinada de manera que cubriera sus mejillas y barbilla. De vuelta a Asgard comprobó que Odín dormía a pierna suelta y, cuidadosamente, giró su cama de manera que ahora su rostro apuntara al lugar adecuado.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A la mañana siguiente Odín, nada más abrir los ojos, buscó con la mirada a los vándalos a los que esperaba favorecer. Al ver a las mujeres vinnili disfrazadas exclamó "¿Pero quiénes son estos guerreros de largas barbas?", justo antes de darse cuenta de la sonriente Frigg que esperaba a su lado para hacerle cumplir su promesa.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Gracias a esta estratagema los vinnili lograron vencer a sus vecinos vándalos al tiempo que cambiaban su nombre por el de los Largasbarbas, en latín Longus-bart, que acabó transformándose en Lombardos, denominación con la que irrumpieron en el Imperio Romano y acabaron creando su propio reino en Italia, dando nombre a la región de Lombardía.</div>
<br />
<br />
<h3>
Fuentes</h3>
<div style="text-align: justify;">
Aparte
de las habituales visitas a las páginas correspondientes de Wikipedia
(la inglesa, principalmente), mi fuente principal sobre los mitos
nórdicos proviene de dos libros que están en dominio público (en
inglés):</div>
<ul>
<li><a href="https://archive.org/details/cu31924098820842" target="_blank"><i>Asgard and the gods; tales and traditions of our northern ancestor</i></a>, de Wilhelm Wägner. </li>
<li><a href="https://archive.org/details/mythsofnorthernl01guer" target="_blank"><i>Myths of northern lands, narrated with special reference to literature and art</i></a>, de Hélène Adeline Guerber.</li>
</ul>
<br />
<h3>
<b>Entradas relacionadas</b></h3>
<ul>
<li><a href="http://lacanciondemalapata.blogspot.com.es/2014/02/los-dioses-de-la-semana-inglesa.html" target="_blank">Los dioses de la semana inglesa</a>.</li>
<li><a href="http://lacanciondemalapata.blogspot.com.es/2014/03/el-sol-la-luna-y-los-lobos-del-cielo.html" target="_blank">El sol, la luna y los lobos del cielo</a>.</li>
<li><a href="http://lacanciondemalapata.blogspot.com.es/2014/03/tyr-el-dios-manco-de-la-guerra.html" target="_blank">Tyr, el dios manco de la guerra</a>.</li>
<li><a href="http://lacanciondemalapata.blogspot.com.es/2014/05/odin-el-gran-padre.html" target="_blank">Odín, padre de todos, y la leyenda de Grímnismál</a>.</li>
<li><a href="http://lacanciondemalapata.blogspot.com.es/2014/06/thor-el-protector-de-la-humanidad-de.html" target="_blank">Thor, el protector de la humanidad: de cómo obtuvo su martillo.</a></li>
<li><a href="http://lacanciondemalapata.blogspot.com.es/2016/01/el-thrymskvida-de-como-thor-perdio-su.html" target="_blank">El Thrymskvida: de cómo Thor perdió su martillo y las andanzas que afrontó para recuperarlo. </a></li>
<li><a href="http://lacanciondemalapata.blogspot.com.es/2016/06/ragnarok-el-ocaso-de-los-dioses.html" target="_blank">Ragnarök, el ocaso de los dioses</a>. </li>
<li>Descarga <a href="http://lacanciondemalapata.blogspot.com.es/2012/10/descarga-el-ultimo-truco-de-loki.html" target="_blank">El último truco de Loki</a>. </li>
</ul>
Malapatahttp://www.blogger.com/profile/17206865855336437551noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4257736323103296546.post-74313265529686231732016-01-04T13:34:00.000+01:002017-06-26T18:43:14.183+02:00El Thrymskvida: de cómo Thor perdió su martillo y las andanzas que afrontó para recuperarlo<div style="text-align: justify;">
El <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%9Erymskvi%C3%B0a" target="_blank"><i>Thrymskvida</i></a> es un estupendo ejemplo de que adorar a un dios no significa que no puedas reírte a su costa. Este mito nórdico cuenta la difícil situación en que quedó Thor tras perder su martillo Mjolnir, y los sacrificios que tuvo que hacer para recuperarlo. También es una de las leyendas en las que Thor y Loki comparten aventuras, una muestra de que las películas de policías opuestos trabajando juntos es una idea que no es algo de nuestros días.</div>
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<br /></div>
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Lo que os voy a contar es mi versión personal del Thrymskvida. En lo fundamental sigue los hechos que aparecen en la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Edda_prosaica" target="_blank">Edda prosaica</a>, pero me he permitido adornar un poco las situaciones incluyendo algo más de humor. No considero que esto altere el mito original; más bien continúa una tradición en la que las historias se transmitían oralmente, y donde cada narrador incorporaba su toque personal. </div>
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<br /></div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLQz31vuGvopht9TbZhrmked6EwD9CBOK-lwMF2Lea9CR1_Xpj9VhO6cedyAdaiwyCdwRlXsxm33RrBUQNmQ-f9OyNrIqYEABp1wtB26dyUsYyuZk4EpgKQ4KOeP8ie-HmMYnftLhz8X2R/s1600/324px-Thor%2527s_Battle_Against_the_J%25C3%25B6tnar_%25281872%2529_by_M%25C3%25A5rten_Eskil_Winge.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLQz31vuGvopht9TbZhrmked6EwD9CBOK-lwMF2Lea9CR1_Xpj9VhO6cedyAdaiwyCdwRlXsxm33RrBUQNmQ-f9OyNrIqYEABp1wtB26dyUsYyuZk4EpgKQ4KOeP8ie-HmMYnftLhz8X2R/s400/324px-Thor%2527s_Battle_Against_the_J%25C3%25B6tnar_%25281872%2529_by_M%25C3%25A5rten_Eskil_Winge.jpg" width="270" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Thor en medio de un duro día de trabajo.<br />
Via <a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Thor's_Battle_Against_the_J%C3%B6tnar_%281872%29_by_M%C3%A5rten_Eskil_Winge.jpg#/media/File:Thor%27s_Battle_Against_the_J%C3%B6tnar_%281872%29_by_M%C3%A5rten_Eskil_Winge.jpg">Wikimedia Commons</a>.</td></tr>
</tbody></table>
Nuestra historia comienza con Thor volviendo a casa tras un duro día de labor arrasando aldeas y aplastando cráneos en Jotun, el mundo de los gigantes de hielo. Hoy en día podría parecernos algo salvaje, pero en aquella época eso de ir por ahí aplastando cráneos era una ocupación de la que un dios podía sentirse orgulloso. Ese había sido un día especialmente bueno (o malo, si eras un gigante de hielo), uno de esos días en que a Thor llegaba a dudar de que incluso su impresionante fuerza alcanzara para aplastar un cráneo más. Agotado, el dios decidió echarse a descansar. No había nada que temer; habría que recorrer muchos kilómetros para encontrar un gigante que conservara su cráneo intacto.</div>
<div style="text-align: justify;">
Asó una de las cabras que tiraban de su carro, con la tranquilidad de saber que a la mañana siguiente habría vuelto a la vida a partir de sus huesos. Esto resulta muy útil cuando sales de correrías, pero tiene el riesgo de que al cabo de un tiempo la carne de cabra se te empiece a repetir. Extendió su capa en el suelo y soñó con aldeas llenas de gigantes desprevenidos.</div>
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<br /></div>
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Al despuntar la mañana un descansado Thor enjaezaba de nuevo a sus cabras, una de las cuales le miraba con una expresión de mudo resentimiento (la otra también). No fue hasta que terminó de recoger sus cosas cuando se dio cuenta de que su martillo no estaba donde creía haberlo dejado al acostarse. El cansancio debía haber confundido su recuerdo, pensó mientras buscaba alrededor. Una hora, varios gritos y un par de docenas de árboles arrancados después a Thor no le quedó más remedio que aceptar la realidad: había perdido a Mjolnir.</div>
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<br /></div>
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Cuando logró apartar las imágenes de un ejército de gigantes avanzando hacia un indefenso Asgard, Thor se esforzó en decidir cuál debía ser su siguiente paso. La vergüenza le impedía avisar al resto de los dioses, pero había que hacer algo. Y rápido. Pero, ¿el qué? Lo cierto es en cuanto le sacaban de aplastar cráneos se bloqueaba, y esta era una situación en las que una mente ágil era más útil que un fuerte brazo.</div>
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<br /></div>
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Una mente ágil. </div>
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<br /></div>
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Claro.</div>
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<a name='more'></a><br /></div>
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<br /></div>
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Cuando Loki vio a Thor dirigirse hacia él a grandes zancadas tras casi desencajar la puerta de un empellón recurrió a su respuesta habitual para estas ocasiones: "No sé qué te han contado, pero yo no he tenido nada que ver".</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y hasta donde sabía era cierto; por mucho que se esforzaba no era capaz de recordaba haber hecho nada que pudiera haber ofendido a Thor. Al menos no recientemente. Lo que no esperaba era que el dios se plantara ante él y, tras comprobar que estaban solos, le espetara un "Necesito tu ayuda".</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Una vez que el avergonzado Thor le hubo puesto al día Loki puso su mente a trabajar. No parecía que el objetivo del ladrón fuera invadir Agard; en ese caso lo primero que hubiera hecho una vez conseguido el martillo hubiera sido ajusticiar a su portador (aplastarte el cráneo, aclaró). Así que, o bien el ladrón no sabía de qué se trataba, cosa difícil de creer, o bien tenía algún plan para Mjolnir. Pero eso no podrían averiguarlo desde Asgard, alguien debería viajar al mismo Jotun. Alguien cuya idea de investigar no fuera agarrar del cuello a todo el que se cruzaran y preguntarle por el martillo mientras apretaba cada vez más fuerte. Eso no dejaba muchas posibilidades. Realmente sólo una, pensó Loki.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
-Ven, vamos a hablar con Freyja.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
-¿Crees que está implicada? -se extrañó Thor.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
-No, pero tiene algo que necesito -y se giró sin añadir nada más. Le encantaba dar un toque de misterio a sus actos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
-Por cierto -dijo Thor interrumpiendo su salida-, ¿qué era eso que decías con lo que no tenías nada que ver?</div>
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<br /></div>
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-No podemos distraernos, estamos perdiendo un tiempo precioso -y aceleró el paso.</div>
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<br /></div>
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</div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUH09I55OfGjfZLZIiWbYNDz56Rhyphenhyphen1_-MWOaGtOCGN1bbheos9Tb1YNz889D-P0vH5vI9nhpbW2-z2YKtx81eP4HImufnRAP3W1PjKxiuvqctRfddYbx4HkiH5KG88C8cGskUmGdTeD-Gd/s1600/256px-Freya_by_Penrose.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUH09I55OfGjfZLZIiWbYNDz56Rhyphenhyphen1_-MWOaGtOCGN1bbheos9Tb1YNz889D-P0vH5vI9nhpbW2-z2YKtx81eP4HImufnRAP3W1PjKxiuvqctRfddYbx4HkiH5KG88C8cGskUmGdTeD-Gd/s1600/256px-Freya_by_Penrose.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Freyja, por Penrose. Vía <a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Freya_by_Penrose.jpg">Wikimedia Commons</a>.</td></tr>
</tbody></table>
</div>
<div style="text-align: justify;">
Freyja era la diosa del amor. En realidad no era una Aesir, como los habitantes de Asgard, sino otro tipo de divinidad, una Vanir. Había acabado en Asgard como rehén después de que su pueblo perdiera una guerra contra los Aesir. Pero a una no la nombran diosa del amor por nada, y pronto se había hecho un hueco en el corazón de los Aesir (sobre todo de los varones). Pero no era su belleza por la que quería verla Loki (aunque siempre era algo que se agradeciera), sino uno de los objetos mágicos que atesoraba: una capa que permitía a su poseedor convertirse en pájaro. Con ella podría viajar rápida e inadvertidamente a Jotun al tiempo que vigilaba movimientos extraños desde el cielo. Porque aunque Loki estaba convencido de que no habría ningún ejército de gigantes reuniéndose para asaltar Asgard, también era consciente de que este era el tipo de error de los que uno no tiene muchas oportunidades de arrepentirse.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Costó un poco convencer a Freyja, pero Loki sabía que era difícil que mantuviera su negativa ante la triste estampa que formaba el habitualmente orgulloso Thor. Cuando abandonaron el palacio de Freyja Loki se echó la capa sobre los hombros y con un teatral "Espérame aquí" ascendió buscando una corriente favorable.</div>
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<br /></div>
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Así que Thor esperó.</div>
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<br /></div>
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Y esperó.</div>
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<br /></div>
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Luego esperó un poco más.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
También arrancó unos árboles y arrojó un par de rocas enormes.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Después siguió esperando.</div>
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<br /></div>
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Estaba empezando a contemplar la posibilidad de desquitarse derribando alguna montaña cuando vio una mota en el cielo se dirigía hacia él. Loki había planeado su llegada con un "Tengo una noticia buena y otra mala". Pero la expresión de Thor (y el panorama de árboles arrancados y grandes hoyos a su alrededor) hizo que, por una vez, se decidiera por ir directamente al grano.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
-El martillo lo tiene Thrym, el rey de los gigantes. Pero no planea usarlo contra Asgard, en su lugar me ha planteado un intercambio.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
-¿Y qué es lo que quiere? -preguntó un impaciente Thor.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
-A Freyja. Dice que te devolverá a Mjolnir si se casa con él.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Los dos dioses se quedaron un momento mirándose fijamente, pensando lo mismo. Al menos eso creía Loki, hasta que Thor dijo:</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
-Vamos a hablar con Freyja, necesitará tiempo para prepararse.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
-¿Estás seguro? No creo que le haga nada de gracia -afirmó Loki. Definitivamente no habían estado pensando lo mismo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
-La seguridad de Asgard está por encima de los deseos de cada uno. Estoy seguro de que Freyja lo entenderá.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
-Te dije que no lo iba a entender.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hablaban escondidos tras unas rocas, mientras sentían los cardenales que iban formándose en los lugares donde los proyectiles de Freyja les había acertado. Loki se preguntó cómo, teniendo a Freyja en frente, los Aesir habían sido capaces de derrotar a los Vanir.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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Thor asomó ligeramente la cabeza:</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
-Parece que la hemos despistado.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Loki se relajó, lo hizo que apoyara contra la roca el hombro donde había impactado una de las tallas que adornaban el salón de Freyja. El dolor no le impidió agradecer que la diosa no hubiera decorado su pared con otras cosas más afiladas. Ahogando un quejido dijo:</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
-No te preocupes, tengo un plan. Si me disfrazo de...</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero Thor no le estaba escuchando. Por su expresión era evidente que el dios estaba pensando profundamente. También era evidente que hacía mucho que no lo hacía. Y era aún más evidente que la conclusión a la que estaba llegando no le gustaba nada.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
-Hay que avisar a los demás.</div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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Tras varias horas de discusión en el salón del palacio de Odín los Aesir seguían sin encontrar una forma de resolver el problema. Los planes se formulaban y eran rechazados, reformulados y vueltos a rechazar. Había quien defendía un ataque directo, otros respondían que eso era precisamente lo que querían los gigantes, llevar a los Aesir a una emboscada en medio de Jotun, y no faltaba el que, bajo la mirada furiosa de Freyja, hablaba de negociar con Thrym.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Fue un propuesta de Heimdal, el vigilante de Asgard, la que desbloqueó la situación: si Thrym quería una esposa, se le daría. Pero no Freyja, se apresuró a añadir mientras esquivaba el vaso que la diosa acababa de arrojarle, sino a alguien que se hiciera pasar por ella. Y no podía ser cualquiera: haría falta un gran guerrero, alguien lo bastante fuerte como para blandir a Mjolnir si lograba poner las manos sobre él. </div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Siguió un incómodo silencio mientras Thor se preguntaba por qué todos le miraban. Silencio que rompió él mismo gritando que estaban locos si pensaban que se iba a vestir de mujer. No faltó algún Aesir que agradeciera que, por el bien del palacio de Odín y de ellos mismos, el dios del trueno no tuviera en ese momento a Mjolnir.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Parecía que nadie iba a ser capaz de convencer al dios hasta que finalmente Odín le llamó para tener una conversación padre-hijo, que alguno de los dioses más cercanos resumió como un "Pues no haberlo perdido". También ayudó que Loki se ofreciera voluntario para acompañarle.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sobre los motivos de Loki para sumarse a la empresa las sagas no dan ninguna pista. Quizás se trataba de un sentimiento de amistad hacia uno de los pocos Aesir que le mostraba públicamente su aprecio. O tal vez fuera que no quería que todo el mérito del plan, si llegaba a salir bien, fuera para Heimdal, con el que tenía alguna cuenta pendiente. Aunque si le preguntáis a este humilde narrador, yo estoy casi seguro de que fue porque no quería perderse el espectáculo de ver a Thor haciendo de novia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIpVh11BeEV8qzFU40b3v-lwGbw-qn_ellaCjHzKG87i56oAlNXjchmobnaYQJFMPeSLzJN2WggZaVpWgUv8PinReUMuk8fmeQLwVan1ombCnkroBZiDF6DMbfEHLQnaF2BzD9DwVMA6vA/s1600/368px-Ah%252C_what_a_lovely_maid_it_is%2521_by_Elmer_Boyd_Smith.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIpVh11BeEV8qzFU40b3v-lwGbw-qn_ellaCjHzKG87i56oAlNXjchmobnaYQJFMPeSLzJN2WggZaVpWgUv8PinReUMuk8fmeQLwVan1ombCnkroBZiDF6DMbfEHLQnaF2BzD9DwVMA6vA/s1600/368px-Ah%252C_what_a_lovely_maid_it_is%2521_by_Elmer_Boyd_Smith.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>¡Ah, qué hermosa novia!</i> por Elmer Boyd Smith. Nótese la cara <br />
de cachondeo de Loki, al fondo. Vía<a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Ah,_what_a_lovely_maid_it_is!_by_Elmer_Boyd_Smith.jpg" target="_blank"> Wikimedia Commons</a>.</td></tr>
</tbody></table>
Una semana después un carro profusamente engalanado hacía su entrada en Jotun. Sobre él dos doncellas: una con el rostro sombrío cubierto por su velo nupcial, la otra con una abierta sonrisa, que acompañaba con comentarios como "No sé, ¿tú qué crees que me queda mejor, la guirnalda de flores o la diadema" o "Te dije que tenías que haber elegido la otra falda, esta te hace demasiadas caderas", comentario este último que le costó hacer parte del camino a pie.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Una vez reconciliados los dioses se dedicaron a fijar su estrategia. Tras una cierta discusión Loki logró cambiar la inicial "En cuanto abran la puerta me lanzo a aplastar cráneos hasta que encuentre el martillo" a la más prudente "No atacar a nadie hasta que averigüemos donde está el martillo", para terminar en la definitiva "Mejor deja que sea yo quien hable".</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El engaño pareció funcionar. Thrym los recibió con la más amable de las sonrisas y, sin apartar los ojos de su futura esposa, les condujo hacia el gran banquete que había preparado en su honor. Para alivio de Loki, Thor hizo honor a su promesa de mantener la boca cerrada "Está impresionada ante la presencia de su futuro esposo", dejando margen a sus dotes de charlatán.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Thor logró no abrir la boca hasta el banquete organizado en su honor, y entonces lo hizo para devorar un buey entero sin inmutarse, lanzándose a continuación sobre las bandejas de pescado. Cuando ya iba por el sexto salmón Thrym no pudo contener más su sorpresa y se dirigó a Loki:</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
-No deja de resultar llamativo un apetito tan descomunal en una doncella tan delicada.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
-Debéis comprenderla, mi señor -improvisó el dios mientras lanzaba una furiosa mirada a un Thor que había decidido que, puestos a hacer el ridículo, por lo menos iba a aprovechar para llenar la barriga-, fue tal la emoción que sintió al saber que sería vuestra esposa que en ocho días no ha sido capaz de probar un bocado.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Afortunadamente para los Aesir el gigante recibió el comentario con una gran sonrisa y, sintiéndose adulado por los sentimientos que había logrado despertar en su prometida, se inclinó sobre ella para besarla. Loki estaba evaluando las vías de escape cuando Thrym quedó paralizado a mitad del gesto:</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
-¡Por todos los...! -miró a Loki- ¡Cómo puedes hablar de emoción cuando tiene los ojos rojos de rabia!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
-¡No os confundáis mi señor! -improvisó mientras le daba una patada a Thor bajo la mesa, quizás la vigésima de esa noche; lo cierto es que había perdido la cuenta (junto con la sensibilidad en los dedos del pie)-. Además de hacerle perder el apetito, la feliz perspectiva de convertirse en vuestra esposa también le hizo perder el sueño. Lo que veis es el resultado de ocho noches suspirando por vos.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh40NVOZcn4qgCnT_wyuyWX4FRWPXazU8mMWfhWcEQsBqDgc1FKFY-LMFf4SjplUVkcsYnpp6rb5jr8SObI27N1qOAGGvgYQbv7ML2BqJwC_-2gDlXTQND2xLweCsR7qJPVVD45X4e_X0o1/s1600/Thrym%2527s_Wedding-feast.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh40NVOZcn4qgCnT_wyuyWX4FRWPXazU8mMWfhWcEQsBqDgc1FKFY-LMFf4SjplUVkcsYnpp6rb5jr8SObI27N1qOAGGvgYQbv7ML2BqJwC_-2gDlXTQND2xLweCsR7qJPVVD45X4e_X0o1/s1600/Thrym%2527s_Wedding-feast.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El festín de bodas de Thrym, por W.G. Collingwood. Vía <a href="https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Thrym's_Wedding-feast.jpg">Wikimedia Commons</a>.</td></tr>
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</div>
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Afortunadamente ése fue el momento que eligió la hermana de Thyrm para preguntar por la dote de la novia. Un tema siempre peliagudo en el que el gigante no quiso entrar por temor a molestar a su recién llegada prometida. Para apartar la atención del tema se levantó y, ostentosamente, mandó traer su regalo de boda.</div>
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Mala idea. Apenas entraron en el salón los criados que portaban a Mjolnir, un fuerte rugido sobresaltó a los invitados, que quedaron atónitos al ver ver a la novia levantarse de un salto e iniciar una accidentada carrera hacia el martillo, acompañada de una cascada de maldiciones hacia ese maldito vestido que no dejaba de enredarse entre sus pies.</div>
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Poco después un Loki, que había vuelto a su aspecto habitual, se abría paso entre los cuerpos desparramados por el salón para llegar junto a Thor, que sujetaba un ensangrentado Mjolnir en una mano, mientras la otra aún agarraba el dobladillo del vestido. Loki echó un vistazo apreciativo a la cantidad de víctimas antes de posar su mano sobre el hombro de su amigo.</div>
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-Lo conseguimos.</div>
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Thor se volvió hacia él, la cara desencajada por el cansancio pero sonriendo como un niño con martillo nuevo.</div>
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-Espera que me quite estas malditas ropas y nos vamos de vuelta a Asgard.</div>
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<br /></div>
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-Sí, aquí la fiesta está algo muerta. Aunque hay algo que me gustaría hacer antes de que sea demasiado tarde -añadió mientras bajaba la mano por la espalda del dios-. ¿Te había comentado antes lo bien que te queda este vestido?</div>
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Al día siguiente los Aesir recibían entre vítores a su campeón, de vuelta con su preciada arma. Pocos fueron los que se percataron del moratón en el ojo que lucía Loki. Y cuando alguno le preguntó si había sido peleando con los gigantes, él se limitaba a repetir con una sonrisa: "Valió la pena".<br />
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<h3>
Fuentes</h3>
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Aparte
de las habituales visitas a las páginas correspondientes de Wikipedia
(la inglesa, principalmente), mi fuente principal sobre los mitos
nórdicos proviene de dos libros que están en dominio público (en
inglés):</div>
<ul>
<li><a href="https://archive.org/details/cu31924098820842" target="_blank"><i>Asgard and the gods; tales and traditions of our northern ancestor</i></a>, de Wilhelm Wägner. </li>
<li><a href="https://archive.org/details/mythsofnorthernl01guer" target="_blank"><i>Myths of northern lands, narrated with special reference to literature and art</i></a>, de Hélène Adeline Guerber.</li>
</ul>
<div style="text-align: justify;">
Además para el <i>Thrymskvida</i> he consultado la traducción de la Edda poética que aparece en la web de la <a href="http://wotan.es/?page_id=607" target="_blank">Comunidad Odínica de España</a>.</div>
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<ul>
<li><a href="http://lacanciondemalapata.blogspot.com.es/2014/02/los-dioses-de-la-semana-inglesa.html" target="_blank">Los dioses de la semana inglesa</a>.</li>
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<li>Descarga <a href="http://lacanciondemalapata.blogspot.com.es/2012/10/descarga-el-ultimo-truco-de-loki.html" target="_blank">El último truco de Loki</a>. </li>
</ul>
</div>
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