tag:blogger.com,1999:blog-106892632024-03-08T19:31:00.186+01:00Obiter DictaNotas, comentarios y reflexiones sobre libros y literatura.Jorge Ordazhttp://www.blogger.com/profile/12891077666538982308noreply@blogger.comBlogger1804125tag:blogger.com,1999:blog-10689263.post-89898916973661147712024-03-08T19:30:00.001+01:002024-03-08T19:30:26.736+01:00Master mariner<p></p><p></p><p>1924 es año de destacados aniversarios literarios. De momento, el mejor posicionado, a juzgar por las menciones que ya se están publicando en la prensa, es el centenario de la muerte de Franz Kafka. Pero hay más efemérides en la lista, por ejemplo, los cincuenta años del primer <i>Manifiesto del surrealismo</i> y de la publicación de la <i>La montaña mágica</i> de Thomas Mann, el centenario de la muerte de Anatole France y, por supuesto, el de Joseph Conrad. Todo ello sin ir más lejos en el tiempo. Me temo, sin embargo, que casi todos los focos mediáticos irán a parar hacia el escritor checo, dejando a los demás en una tenue penumbra o incluso en la mera oscuridad. </p><p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDuZsqxMhyphenhyphenPiM7GjLkWE-3IUc8RM48BgoClzbZe_iR0hraz99ydFvUCQE8N6pRkElMfWLeylV0b9x8VqF8hh5KQsVTePkebR_oOhkWc6maZd54eJ0oIn7lilPO9RWOC8T6ZBE3ZT3_OtWpaaJF_qD0jfIvB40kw_Poi0T76ILqLcpzAPR2pl8X/s445/calvino.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="445" data-original-width="289" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDuZsqxMhyphenhyphenPiM7GjLkWE-3IUc8RM48BgoClzbZe_iR0hraz99ydFvUCQE8N6pRkElMfWLeylV0b9x8VqF8hh5KQsVTePkebR_oOhkWc6maZd54eJ0oIn7lilPO9RWOC8T6ZBE3ZT3_OtWpaaJF_qD0jfIvB40kw_Poi0T76ILqLcpzAPR2pl8X/w260-h400/calvino.jpg" width="260" /></a></div><br /><p></p><p></p><p>En <i>Por qué leer los clásicos</i> (1993, traducción de Aurora Bernárdez), Italo Calvino le dedica a Conrad un capítulo ("Los capitanes de Conrad"). Hay que recordar que Calvino hizo su tesis doctoral sobre el autor de <i>El corazón de las tinieblas</i>. Por tanto, lo conocía muy bien y supo entresacar de su trayectoria vital, sobre todo a la etapa marinera, las claves de su posterior obra literaria. <i>"Conrad -</i>dice<i>- fue inglés. Eligió serlo y lo consiguió, y si su figura no se sitúa en el marco social inglés, si se le considera solo como un "huésped ilustre" de su literatura, como lo definió Virginia Woolf, no se puede dar de él una exacta definición histórica". </i></p><p>La lengua materna de Conrad era el polaco y siendo un niño su padre se empeñó en que aprendiera el francés. El inglés no lo habló hasta casi los veinte años y, según él mismo confesó, no escribió una sola línea para la imprenta hasta los treinta y seis. La realidad es que Conrad escribió en inglés porque así lo quiso, y sus obras forman parte de la literatura inglesa por derecho propio, mal que le pese a la displicente señora Woolf. <br /></p><p>En otro momento del artículo, Calvino considera a Conrad un ejemplo de "capitán<i>-gentleman</i>"; "uno de nosotros", como diría su <i>alter ego</i> narrativo, el capitán Marlow, de Lord Jim: <br /></p><p></p><p><i>... Porque si nunca he creído en muchas cosas suyas, siempre he creído que era un buen capitán y que ponía en sus relatos eso que es tan difícil de escribir: el sentido de una integración en el mundo conquistada en la vida práctica, el sentido del hombre que se realiza en lo que hace, en la moral implícita en su trabajo, el ideal de saber estar a la altura de la situación, tanto en la cubierta de los veleros como en la página. </i> </p><p>En el fondo esta es la esencia de la narrativa conradiana, la que lo caracteriza y perdura. </p><br /><br />Jorge Ordazhttp://www.blogger.com/profile/12891077666538982308noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-10689263.post-89165818309153229292024-03-04T11:29:00.000+01:002024-03-04T11:29:46.066+01:00¿Exlibris?<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj61xhEWwNh5md0DIdR_0XUg1x-IdZlIEt9mssJaCAGbrjcjBN8-wzY2gJm9EbYKs6K8vVeUmjhE3VJfnCEVv9cE5oad7EP73ldhOQ3ibvyuu8S0xS7q3iagA5cOxEwpjj0Mv8Wz-d3cNth2EEWvzz6zGsuF2BZfQoUONDKJR83KQRUZGzBSHBi/s1689/sans.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1689" data-original-width="1246" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj61xhEWwNh5md0DIdR_0XUg1x-IdZlIEt9mssJaCAGbrjcjBN8-wzY2gJm9EbYKs6K8vVeUmjhE3VJfnCEVv9cE5oad7EP73ldhOQ3ibvyuu8S0xS7q3iagA5cOxEwpjj0Mv8Wz-d3cNth2EEWvzz6zGsuF2BZfQoUONDKJR83KQRUZGzBSHBi/w472-h640/sans.png" width="472" /></a></div><p></p><p><br /></p><p>Esto no es un exlibris. Es uno de los magníficos grabados, de una carpeta de diez, sobre poemas de Poe, que su autor, Josep Maria Sans Serafini, tuvo la generosidad de regalarme el verano pasado. Solo se estamparon cuatro carpetas (la mía es la 2/4) en el taller Grabarte de Barcelona, en el mes de abril de 1999.</p><p>Si tuviera que elegir un exlibris para mí, sin duda escogería este grabado. <br /></p><p> </p><p> </p><p> <br /></p>Jorge Ordazhttp://www.blogger.com/profile/12891077666538982308noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-10689263.post-46352618865885624962024-02-29T11:37:00.000+01:002024-02-29T11:37:14.743+01:00Emoción y razón<p>Es mucho más fácil manejar la emoción que la razón. Para manejar la razón hacen falta argumentos.</p><p>La emoción sin la razón se desboca. Si a la gente de das solo información y no le das contenido, no hay nada que hacer. Los medios están creando una sociedad de tintes polarizados, de forma que no vivimos en una sociedad de conocimiento, sino de economía de la atención. ¿Y cómo se capta la atención? Pues, con lo extravagante y lo llamativo.</p><p><b>Adela Cortina</b></p><p><br /></p><p>(Cita recopilada en "Entre comillas", <i>La última canana de Pancho Villa</i>, nº 737, 2023). <br /></p>Jorge Ordazhttp://www.blogger.com/profile/12891077666538982308noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-10689263.post-18058061342409698042024-02-25T12:29:00.001+01:002024-02-26T00:46:04.022+01:00Mallafré <p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1ZmZAuyTr1n8V0MSGGmWQn4-Xh6HCPTKhvcDeOr48OIj0FlhZKD23b2rWlfmbIZfLkV9_MKg79ljKgt6cS1nr35Y1Y7_GiDoMAvblU-hNhMV31lrAtNh6lZTwz7Mk3P4F73uVRF1rrMLT7A5BY71irhe0Gp-TB7A51QAiS3NF4E9IWzuRkSJW/s649/joaquim-mallafre-2_241-1369222_20231202153225.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="432" data-original-width="649" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1ZmZAuyTr1n8V0MSGGmWQn4-Xh6HCPTKhvcDeOr48OIj0FlhZKD23b2rWlfmbIZfLkV9_MKg79ljKgt6cS1nr35Y1Y7_GiDoMAvblU-hNhMV31lrAtNh6lZTwz7Mk3P4F73uVRF1rrMLT7A5BY71irhe0Gp-TB7A51QAiS3NF4E9IWzuRkSJW/w400-h266/joaquim-mallafre-2_241-1369222_20231202153225.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;"> Joaquim Mallafré i Gavaldà (Reus, 1941-2024)</span><br /></p><p> </p><p>El pasado día 22 de febrero falleció Reus, su ciudad natal, Joaquim Mallafré, filólogo, profesor de la Universidad Rovira i Virgili, y traductor del <i>Ulises</i> de James Joyce al catalán (<i>Ulisses</i>, Leteradura, 1981). </p><p>Cualquiera que se proponga traducir la obra maestra del escritor irlandés, y lo consiga, es digno de respeto y consideración. Si, además, la versión es de reconocida calidad, entonces merece toda nuestra admiración. </p><p>Por si fuera poco, Mallafré también vertió al catalán <i>Dublineses</i>, el teatro de Samuel Beckett y la <i>Vida y opiniones de Tristam Shandy</i> de Laurence Sterne, entre otras obras. <br /></p><p>Como él mismo confesó, fue su profesor en la Universidad de Barcelona, José María Valverde (traductor asimismo del <i>Ulises</i> de Joyce), quien le despertó el interés por la literatura más arriesgada. Y, como lectores, se lo agradecemos. <br /></p>Jorge Ordazhttp://www.blogger.com/profile/12891077666538982308noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-10689263.post-58243792636892362472024-02-20T15:11:00.000+01:002024-02-20T15:11:35.699+01:00Un poema de Siken<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2eNTfGzteKY4Jb1Z-kmCKk4afkTDW1P-Jz9uNu6E53A31CRgq8KwW4FH9_duW9L2sJgfb6eFNlWajKHh-TGcVig25GQPfP2lLCo5SYG45uZnFuDvEqm9fENFC-BTZD7qfRS5KHcZj5yQPqgBA_MgwP82fPzoAbVEaPpswGIL3bXUHPSzrZodX/s1040/siken.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1040" data-original-width="693" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2eNTfGzteKY4Jb1Z-kmCKk4afkTDW1P-Jz9uNu6E53A31CRgq8KwW4FH9_duW9L2sJgfb6eFNlWajKHh-TGcVig25GQPfP2lLCo5SYG45uZnFuDvEqm9fENFC-BTZD7qfRS5KHcZj5yQPqgBA_MgwP82fPzoAbVEaPpswGIL3bXUHPSzrZodX/w266-h400/siken.jpg" width="266" /></a></div><br /><p></p><p>TEORÍA DE LA BOTA</p><p> </p><p>Un hombre entra en un bar y dice</p><p> <i>Toma a mi mujer. Por favor</i>. </p><p> Y eso haces.</p><p> Sales con ella bajo la lluvia y te enamoras de ella</p><p> y te deja y estás desolado.</p><p>Estás bocarriba en camiseta interior, eres un hombre roto</p><p> en una colcha fea, mirando fijamente a las manchas de humedad del techo.</p><p> Y puedes oír al hombre del piso de arriba</p><p> quitarse los zapatos.</p><p>Oyes la primera bota golpear el suelo y buscas algo,</p><p> esperas</p><p> porque creías que vendría algo después, creías que existiría</p><p> alguna lógica, tal vez, algo que le diera a todo un sentido,</p><p> pero aquí estamos, de nuevo en la maleza,</p><p> aquí estamos</p><p>en el quid de la cuestión: tu mundo no tiene sentido.</p><p> Y entonces cae la segunda bota.</p><p> Y luego una tercera, una cuarta, una quinta.</p><p> </p><p>Un hombre entra en un bar y dice:</p><p> <i>Toma a mi mujer. Por favor</i>. </p><p> Pero en lugar de eso te lo llevas a él.</p><p>Te lo llevas a casa, y le haces un sándwich de queso,</p><p> e intentas quitarle los zapatos, pero te da una patada</p><p> y sigue pataleando.</p><p> Te tragas un bote de pastillas para dormir, pero no funcionan.</p><p> Las botas continúan cayendo al suelo</p><p> en el piso de arriba.</p><p>Vas al trabajo al día siguiente y finges que no ha pasado nada.</p><p> Tus compañeros te preguntan</p><p> si todo va bien y les contestas</p><p> que solo estás cansado.</p><p> E intentas sonreír. Y ellos intentan sonreír.</p><p> </p><p>Un hombre entra en un bar, eres tú esta vez, y dice:</p><p> <i>Que sea doble</i>. </p><p> Un hombre en un bar, eres tú esta vez, y dice:</p><p> <i>Anda un rato con mis zapatos</i>. </p><p>Un hombre entra en un súper, sigues siendo tú, y dice:</p><p> <i>Sólo quería algo sencillo, algo básico</i>... </p><p> Pero el cajero te dice que compres algo o te vayas.</p><p>Un hombre conduce a su tristeza hasta el río y la tira al río,</p><p> pero ahora se queda solo</p><p>y con el río. Un hombre coge a su tristeza y la lanza lejos</p><p> pero ahora se queda solo y con sus manos.</p><p> </p><p>(Richard Siken, <i>Crush</i>. Traducción del inglés de Juan Gallego Benot. Ultramarinos, 2023). <br /></p><p> </p><p> <br /></p>Jorge Ordazhttp://www.blogger.com/profile/12891077666538982308noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-10689263.post-86818363089746010022024-02-14T18:01:00.000+01:002024-02-14T18:01:05.823+01:00Matrimonio<p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6ff9nq2iCEpuzZSOy2aqlkYRdXlluzrJafgvui_L660FRdz-7nKv3T1t8aHVI16opDYBwRq-F8qJtCkUllUrmC0LRHhnB79k1QJod1mkrVmAd_HDqW_EnWZrYCT_v4n1isDA7RdJBoT2PkA8PB4TQcN4wdQK-498uxmrCrHF8A9_TlYeTJGzA/s1206/amor.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1206" data-original-width="800" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6ff9nq2iCEpuzZSOy2aqlkYRdXlluzrJafgvui_L660FRdz-7nKv3T1t8aHVI16opDYBwRq-F8qJtCkUllUrmC0LRHhnB79k1QJod1mkrVmAd_HDqW_EnWZrYCT_v4n1isDA7RdJBoT2PkA8PB4TQcN4wdQK-498uxmrCrHF8A9_TlYeTJGzA/w265-h400/amor.jpg" width="265" /></a></div><br /> <p></p><p></p><p>Se trata de no pensar que un matrimonio es una unión absoluta, una disolución de fronteras. Son precisamente las fronteras lo que preserva los matrimonios, Y la negociación. La invención de soluciones. No es exactamente un cómputo de pérdidas y créditos, sino de algo más orgánico. Lo banal en lo sublime. Lo sublime en lo banal. Se sacrifican las inclinaciones naturales, las pulsiones, cierta idiosincrasia para que respondan a un orden superior. Lo que resulta es más amplio, más generoso y complejo que lo descartado. En cierta manera, el matrimonio es una obra de arte, la capacidad para depurar el estilo, descartar borradores y material, a veces de primera calidad. La energía para plasmar dicha obra se extrae de esos yacimientos oscuros que la pareja alberga, el vicio, la envidia, la desesperación, el remordimiento, la angustia...</p><p>(Ignacio del Valle, <i>Lo que hicimos por amor</i>. Algaida, 2023). <br /></p><p> </p><p> <br /></p>Jorge Ordazhttp://www.blogger.com/profile/12891077666538982308noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-10689263.post-7367058300970391442024-02-09T22:58:00.000+01:002024-02-09T22:58:33.995+01:00Víctima sin nombre<p> </p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgj6_1Z0krBuPbU2NNqSmH53_2Yxfg4IDZe10lJLCYteahx41HaOtevhhbjdsdhrzr22ugLUrsAIb3tfgUfTGTp2pNVyogeUXBrkNdDgI2cp3-Zq8fmxlumuBuqnkhRumNAC_VkjQi-8mRv8DV5CJ4XncbeU0UR5CJ56c0vQyQla_Ezf9KUuP9e/s1200/El_valle_de_la_venganza-266195051-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="775" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgj6_1Z0krBuPbU2NNqSmH53_2Yxfg4IDZe10lJLCYteahx41HaOtevhhbjdsdhrzr22ugLUrsAIb3tfgUfTGTp2pNVyogeUXBrkNdDgI2cp3-Zq8fmxlumuBuqnkhRumNAC_VkjQi-8mRv8DV5CJ4XncbeU0UR5CJ56c0vQyQla_Ezf9KUuP9e/w259-h400/El_valle_de_la_venganza-266195051-large.jpg" width="259" /></a></div><br /> <p></p><p>John Ireland: Vengo a matar a un hombre donde le encuentre.</p><p>Sheriff: ¿Alguien determinado o le sirvo yo?</p><p>John Ireland: Aún no sé su nombre, pero lo sabré.</p><p><br /></p><p>(<i>El valle de la venganza</i>, 1951, de Richard Thorpe. Guion de Irving Ravetch). <br /></p>Jorge Ordazhttp://www.blogger.com/profile/12891077666538982308noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-10689263.post-89746525005652268402024-02-05T12:16:00.000+01:002024-02-05T12:16:16.955+01:00Exlibris de Ossorio <p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBggvjDcCBjS2k0DTY5C7Kw3SqzlnBDHaDzEfHGLiTxWPB1Vr3Fn3yB1mIVWLjb0b4knLudyvMBRC5tJBD89tvLPDu6OY5mepiYuI4SLByfOEMxZP6oDlzruslHDeZWZMhOrhjt55JllhYHn6nyq7pk-cMmPbcTc2En3I-elYT-ioP_lTkGzuB/s539/Ossorio.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="539" data-original-width="340" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBggvjDcCBjS2k0DTY5C7Kw3SqzlnBDHaDzEfHGLiTxWPB1Vr3Fn3yB1mIVWLjb0b4knLudyvMBRC5tJBD89tvLPDu6OY5mepiYuI4SLByfOEMxZP6oDlzruslHDeZWZMhOrhjt55JllhYHn6nyq7pk-cMmPbcTc2En3I-elYT-ioP_lTkGzuB/w253-h400/Ossorio.png" width="253" /></a></div><br /> <p></p><p>Exlibris del general y escritor mexicano Adolfo León Ossorio y Agüero. En un ejemplar de <i>Almanzor, leyenda histórica árabe</i>, de Francisco Javier Simonet, Madrid, 1858. </p><p>(Sería interesante saber si este exlibris es anterior o posterior a enero de 1949, fecha en la que el entonces coronel Ossorio mató, de un disparo al estómago, al rico industrial hispano-mexicano Ramón Segués, marido de su amante. En el juicio el coronel alegó "defensa propia", y el jurado lo dejó libre). <br /></p>Jorge Ordazhttp://www.blogger.com/profile/12891077666538982308noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-10689263.post-48752577554198889232024-01-31T11:33:00.000+01:002024-01-31T11:33:47.833+01:00¡Es la bomba!<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhz1HBjyR2rviCwiGg98ShEFA00ucDNiM3mGCw9JwnGQDld2CitpebN0f_SfbXoRvkSklMXJyzLll_WS2seFJSISuLqqMqFWd8ADNoCO5S4TFNComDDUpNUDiFcWZuxGpOqFP8qMeVRZDQhR6ffkrKkA3kdHGppSJ2IvTPtDs5O4BIgyDT6IjIp/s861/rocco.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="861" data-original-width="586" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhz1HBjyR2rviCwiGg98ShEFA00ucDNiM3mGCw9JwnGQDld2CitpebN0f_SfbXoRvkSklMXJyzLll_WS2seFJSISuLqqMqFWd8ADNoCO5S4TFNComDDUpNUDiFcWZuxGpOqFP8qMeVRZDQhR6ffkrKkA3kdHGppSJ2IvTPtDs5O4BIgyDT6IjIp/w273-h400/rocco.png" width="273" /></a></div><br /> <p></p><p>Grace abrió la boca, pero la volvió a cerrar porque los ojos entrecerrados del detective indicaban que su cerebro hervía intensamente.</p><p>Para comprobar el grado de aislamiento que inundaba a Johnny, Grace se sentó sobre sus rodillas y lo besó un par de veces en los labios. Le gustaba experimentar las respuestas eróticas de los hombres.</p><p>No vio reacciones y lo palmeó en el rostro.</p><p>-Vuelve en sí, querido -susurró ella.</p><p>Y justo entonces ocurrió la explosión.</p><p>Un trueno ensordecedor conmovió el edificio hasta el sótano.</p><p>La puerta del despacho se abrió con violencia.</p><p>Entró una onda expansiva que empujó a la pareja sentada en el mullido sillón.</p><p>Como éste era de ruedas, ambos viajaron a velocidad meteórica a lo largo del despacho, uno sobre el otro.</p><p>El improvisado vehículo entró en el cuarto de dormir y Johnny y Grace saltaron al tropezar con el borde de la cama donde quedaron revueltos.</p><p>-Infiernos -exclamó Johnny-, ¿es así cómo te insinúas?</p><p>-¡Ha sido una bomba! -gritó Grace, aterrada.</p><p> </p><p>(Rocco Laser, <i>Cuatro damas y un sabueso</i>, Bruguera, 1983). <br /></p><p> <br /></p><p><br /></p>Jorge Ordazhttp://www.blogger.com/profile/12891077666538982308noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-10689263.post-46145846619449900782024-01-26T13:45:00.000+01:002024-01-26T13:45:48.675+01:00Loros ingleses<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihizky-g6SwFNuQCUoBbZBuWPzwBD9H9XOgFGcr0cxcGeTA7hK0zSoRaS_tO1xGTJWwqc3jnYIKFH_QdgNqyQTTxuLIkhoKV6gaTeVRpGpQrOmtZ8DGMv4dFXNzMOdAGLkjYpRmmzfgUefUvxU3O_rMadt4wi2ki49Gi3DhckuamVxxGtpRM_e/s552/regnier.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="552" data-original-width="342" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihizky-g6SwFNuQCUoBbZBuWPzwBD9H9XOgFGcr0cxcGeTA7hK0zSoRaS_tO1xGTJWwqc3jnYIKFH_QdgNqyQTTxuLIkhoKV6gaTeVRpGpQrOmtZ8DGMv4dFXNzMOdAGLkjYpRmmzfgUefUvxU3O_rMadt4wi2ki49Gi3DhckuamVxxGtpRM_e/w248-h400/regnier.jpg" width="248" /></a></div><br />Me viene a la cabeza una historia que me contó M. de F.. Hay en Londres muchos aficionados a los loros, sin duda en recuerdo de Robinson Crusoe, lectura infantil de todo inglesito e inglesita. En ciertos días, esos aficionados se reúnen en cenas donde llevan a sus favoritos que toman parte en la comida. Les sirven sus viandas preferidas. Acabada la cena, guardan silencio y <i>entonces dejan a los loros hablar entre ellos</i>. (*)<p></p><p>(Henri de Regnier, <i>Escalas en el Mediterráneo</i>. Traducción de J. Delgado Gelabert. Confluencia Editorial, 2023).</p><p></p><p>(*) <span style="font-size: x-small;">Subrayado del autor</span>. <br /></p>Jorge Ordazhttp://www.blogger.com/profile/12891077666538982308noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-10689263.post-17105307027703750662024-01-19T19:14:00.005+01:002024-01-19T19:14:53.983+01:00El lugar de Joyce (según Dexter)<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8fJV26epdjYS5GYKzlUBXD_wOOwTc7WTNeY4kLudStrUZ-GGzFsoABI69z-XftWxbIwa-YICirWf26CBLb7YnLqy7ZO99RAKR_4SwzVEzZo4u67LZdteSSaP2TFOCbzBVqY0fLv3ZkFsnfCb8GN1fr-kUJeBWNwScMsk7sEGxwhiOA3H_Bkd6/s437/tercer%20hombre.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="437" data-original-width="300" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8fJV26epdjYS5GYKzlUBXD_wOOwTc7WTNeY4kLudStrUZ-GGzFsoABI69z-XftWxbIwa-YICirWf26CBLb7YnLqy7ZO99RAKR_4SwzVEzZo4u67LZdteSSaP2TFOCbzBVqY0fLv3ZkFsnfCb8GN1fr-kUJeBWNwScMsk7sEGxwhiOA3H_Bkd6/w275-h400/tercer%20hombre.jpg" width="275" /></a></div><br /> <p></p><p>En la película <i>El tercer hombre</i> (Carol Reed, 1949), con guion de Graham Greene, Joseph Cotten interpreta a Holly Martins, un escritor de novelas baratas del oeste bajo el pseudónimo de Buck Dexter. Martins, en horas bajas, ha sido invitado a ir a Viena por Harry Lime, un amigo de la infancia. A la llegada a la capital austríaca Martins es confundido por un tal Crabbin, animador cultural, con el célebre escritor Benjamin Dexter, autor de renombrada novela <i>La proa curvada</i>. Para su sorpresa, Martins es invitado a dar una conferencia sobre la novela contemporánea. Durante la charla, Martins es asediado a preguntas por el público. En un momento determinado uno de los asistentes le pregunta: </p><p>-Dentro del panorama literario actual, ¿en qué lugar situaría usted a James Joyce? <br /></p><p>Martins palidece, no sabe qué contestar.</p><p>-Por favor, repita la pregunta -dice.</p><p>-Las novelas de James Joyce, ¿en qué lugar las situaría actualmente?</p><p>Por suerte para Martins antes de dar una respuesta es interrumpido abruptamente con otra pregunta. </p><p>En la novela breve que publicó Greene al año siguiente en base a su guion de <i>El tercer hombre, </i>el escritor Benjamin Dexter es descrito por el narrador como un remedo de E. M. Forster: "Un estilista de la categoría de Henry James, pero tiene una veta femenina más marcada que su maestro, hasta el punto de que sus enemigos han comparado su estilo sutil, complejo y fluctuante con el de una vieja solterona".</p><p>En cuanto a la escena concreta de la conferencia, Greene escribe (traducción de Barbara McShane y Javier Alfaya en Alianza Editorial, 1986):</p><p>-¿Y James Joyce, dónde colocaría a James Joyce, señor Dexter?</p><p>-¿Qué quiere decir con eso?, no quiero colocar a nadie en ningún sitio -dijo Martins.</p><p>(...)</p><p>-Lo que quiero decir es, ¿le situaría usted entre los verdaderamente grandes?</p><p>-Si quiere que le diga la verdad en mi vida he oído hablar de él. ¿Qué ha escrito?</p><p>Así que Rollo Martins (así se llama en la novela), que escribe con el nombre de Buck Dexter, y cuyo principal referente literario es Zane Grey, no solo no sabe quién el autor de <i>Ulises</i>, sino que también desconoce al autor con el que le confunden.<i> </i>Sin embargo, esto no es óbice para que al final acabe firmando ejemplares de este último con un ambivalente "B. Dexter". </p><p>Lo que no queda claro, sobre todo en la novela, es si Martins es sincero en sus respuestas. ¿De verdad no había oído hablar de James Joyce? ¿Era solo una <i>boutade</i>? ¿Una manera de esquivar el debate? ¿De huir de aquella charla-trampa? Es posible. Lo que sí parece claro es que el propio Greene, con no poca ironía, describe dos maneras de escribir, situándose más cerca del estilo sencillo y directo del autor de <i>El jinete solitario de Santa Fe</i> que del complejo y fluctuante de <i>La proa curvada</i>. O sea, "recto" frente a "curvado". <br /></p>Jorge Ordazhttp://www.blogger.com/profile/12891077666538982308noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-10689263.post-54958937032587645312024-01-14T13:50:00.001+01:002024-01-14T17:29:36.964+01:00Un poema de Wolfe<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcjPJ_AbpCIkP-wZMEkY4T5LL0GMN67AfSJESbiAyncUnGPzQoDXc-VnPIYI_7gGUeGuij0l1PYrZ-uYN0YmXmniu0JDF40NGTin8n8ucFFqne4MgOi1R3gGYpz3Wcv3IuCeuoqhT3ANUZsDTjBmlMnU-2Smlci_InoKp6FEwxgTDTebV_QJ1Q/s1180/Wolfe%202.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1180" data-original-width="789" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcjPJ_AbpCIkP-wZMEkY4T5LL0GMN67AfSJESbiAyncUnGPzQoDXc-VnPIYI_7gGUeGuij0l1PYrZ-uYN0YmXmniu0JDF40NGTin8n8ucFFqne4MgOi1R3gGYpz3Wcv3IuCeuoqhT3ANUZsDTjBmlMnU-2Smlci_InoKp6FEwxgTDTebV_QJ1Q/w268-h400/Wolfe%202.png" width="268" /></a></div><br /> <p></p><p>ENCENDER SUAVEMENTE UNA CERILLA...</p><p><br /></p><p>Encender suavemente una cerilla</p><p>muy de mañana, y darle fuego</p><p>a un cigarrillo de liar, mientras clarea</p><p>el alba y va incendiando las persianas</p><p>con la luz no usada de otro amanecer.</p><p> </p><p>(Roger Wolfe, <i>La poesía es un revólver apuntando al corazón</i>. Aguilar, 2019). <br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Jorge Ordazhttp://www.blogger.com/profile/12891077666538982308noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-10689263.post-76873200488973249152024-01-09T21:19:00.000+01:002024-01-09T21:19:01.959+01:00Exlibris: López-Picó<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXiDJTkFrQ6KYbIIzRnILfva1mplkzrawkDdAetr3iM_LXBeTCFuD3OglrRgGkXb11sPYTaWFk1_S7kkoQqMrHUrnZmVcI4UU53vO9F6lvkL_AKslesarC3Jrsci6M0WTzTYoLexif0BfwJM885PHXqEtOmhnXJL0MjWFFBsQ9QUOPbgI-ig/s630/Lopez-Pic%C3%B3.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="439" data-original-width="630" height="279" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXiDJTkFrQ6KYbIIzRnILfva1mplkzrawkDdAetr3iM_LXBeTCFuD3OglrRgGkXb11sPYTaWFk1_S7kkoQqMrHUrnZmVcI4UU53vO9F6lvkL_AKslesarC3Jrsci6M0WTzTYoLexif0BfwJM885PHXqEtOmhnXJL0MjWFFBsQ9QUOPbgI-ig/w400-h279/Lopez-Pic%C3%B3.png" width="400" /></a></div><p> </p><p></p><p>Exlibris del poeta J. Mª López-Picó, en un ejemplar de <i>Entre la vida i els llibres</i>, de Joan Estelrich. Llibreria Catalònia, Barcelona, 1926. <br /></p>Jorge Ordazhttp://www.blogger.com/profile/12891077666538982308noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-10689263.post-83988616370667963282024-01-04T13:45:00.000+01:002024-01-04T13:45:43.395+01:00Estratos<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGc6DcoPjh-KAMVkvHsTu0HvEEZE0dayMo8QysXjh_va9FXuYIMXc9yXIkYS3UZiamjRFlPFYWySq4ciH9VtcF3DeM_YjGjjeF-kCAI3Yx9XWCMgYT_6DC3dOLy0iFR9TngOBXTnxsUq0OjJxvtcnyTW5eDb5v-dOh6WjAnqEpzBMMAALxzwUL/s871/McEwan.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="871" data-original-width="552" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGc6DcoPjh-KAMVkvHsTu0HvEEZE0dayMo8QysXjh_va9FXuYIMXc9yXIkYS3UZiamjRFlPFYWySq4ciH9VtcF3DeM_YjGjjeF-kCAI3Yx9XWCMgYT_6DC3dOLy0iFR9TngOBXTnxsUq0OjJxvtcnyTW5eDb5v-dOh6WjAnqEpzBMMAALxzwUL/w254-h400/McEwan.jpg" width="254" /></a></div><br /> <p></p><p>En la novela de Ian McEwan <i>La ley del menor</i> (Anagrama, 2015, traducción de Jaime Zulaika), el marido de la protagonista es aficionado a la geología. En un momento de una conversación entre ambos, McEwan escribe:</p><p>"Con un tono forzado, él empezó a hablarle de una conferencia sobre geología a la que había asistido la noche anterior. Versó sobre el hecho de que la secuencia de estratos de roca sedimentaria podía leerse como un libro de la historia de la tierra. Como conclusión, el conferenciante se permitió algunas especulaciones. Dentro de cien millones de años, cuando gran parte de los océanos se hubiesen hundido en el manto de la tierra y no hubiera en la atmósfera dióxido de carbono suficiente para sustentar las plantas y la superficie del planeta fuese un desierto rocoso sin vida, ¿qué pruebas de la existencia de nuestra civilización encontraría un geólogo extraterrestre que nos visitara? A unos pocos centímetros por debajo del suelo, una gruesa línea oscura en la roca nos separaría de todo lo que había habido previamente. Condensados en esa capa fuliginosa de unos quince centímetros, estarían nuestras ciudades, vehículos, carreteras, puentes, armas. Además, toda clase de compuestos químicos que no existían en el anterior registro geológico. El cemento y el ladrillo se erosionarían con tanta facilidad como la piedra caliza. Nuestro mejor acero se convertiría en una mancha ferrosa que se desmenuzaba. Un examen microscópico más detallado quizá revelase una preponderancia de polen procedente de las monótonas praderas que habíamos creado para alimentar a una gigantesca población de ganado. Con suerte, el geólogo podría encontrar huesos fosilizados, incluso nuestros. Pero los animales, incluidos todos los peces, apenas representarían una décima parte del peso de todas las ovejas y vacas. Se veía obligado a concluir que estaba contemplando el comienzo de una extinción masiva en la que la variedad de la vida había empezado a disminuir." <br /></p><p><br /></p>Jorge Ordazhttp://www.blogger.com/profile/12891077666538982308noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-10689263.post-65414532244238983612023-12-29T10:17:00.001+01:002023-12-29T10:17:00.240+01:002024 <p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpXwkxjgVbz1Kv0_GYsNzimtyBpnhx_HDEbqf0PcNPTOaem1GQGAwqPeM1Gj0zJLTJ7E9bYVQXVuCZKJ4gTrtlvzFrr58chqNFQmcpBxUwk9XiwS9gP61JMIT5rCIfd87nWVopFDsR1Ib4ddoHh3n3r1T0DQw28MpMHnyCe1-q5toUwMaSxDWQ/s1246/Fray%20ramon%201.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1246" data-original-width="851" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpXwkxjgVbz1Kv0_GYsNzimtyBpnhx_HDEbqf0PcNPTOaem1GQGAwqPeM1Gj0zJLTJ7E9bYVQXVuCZKJ4gTrtlvzFrr58chqNFQmcpBxUwk9XiwS9gP61JMIT5rCIfd87nWVopFDsR1Ib4ddoHh3n3r1T0DQw28MpMHnyCe1-q5toUwMaSxDWQ/w438-h640/Fray%20ramon%201.png" width="438" /></a></div><br /> <p></p><p>Fíjense cómo estará de caliente la cosa del cambio climático que hasta Fray Ramón de los Pirineos, experto hombre del tiempo, no recuerda nada igual desde que hace 149 años comenzó a publicar su famoso <i>Calendario del Ermitaño</i>. En efecto, en sus páginas preliminares para el año que viene, se ha visto en la necesidad de insertar unas "Recomendaciones de estar por casa para luchar contra el calentamiento y el cambio climático".</p><p>Son estas:</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJYkIV2XxbxFx5CSueihcAoz2b1X_q1sHIvVdtxDKmpnTBO6VWvPzCrJvAvhVClWBu6sNQ_gxkzvlPbuF2MHRyq0qJ1KvcU5XIM01tTM9FWWZTwHPqh1xJgqWabaDgAulloSWz6lKAy1NO3JgdfY2ksTT1eCU5M4-zNsQDlZDwOBKpYjmsfUKa/s814/Fray%20ramon%202.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="722" data-original-width="814" height="568" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJYkIV2XxbxFx5CSueihcAoz2b1X_q1sHIvVdtxDKmpnTBO6VWvPzCrJvAvhVClWBu6sNQ_gxkzvlPbuF2MHRyq0qJ1KvcU5XIM01tTM9FWWZTwHPqh1xJgqWabaDgAulloSWz6lKAy1NO3JgdfY2ksTT1eCU5M4-zNsQDlZDwOBKpYjmsfUKa/w640-h568/Fray%20ramon%202.png" width="640" /></a></div><br /> Síganlas o no, y pase lo que pase, les deseo un <p></p><p style="text-align: center;"><b>PRÓSPERO AÑO 2024</b><br /></p><p> </p><p> </p><p> <br /></p>Jorge Ordazhttp://www.blogger.com/profile/12891077666538982308noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-10689263.post-50463456469011059832023-12-23T11:47:00.000+01:002023-12-23T11:47:43.913+01:00El repartidor del triciclo <p> </p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSl6-DLuqLbJyqymEaALqfa4OWM1avc3oOoSkS1qChAfMZoJ3l6ImaYef1B8cGdogmotv9GHGcL6aMP_HmeZHWEo5o8IDWNxw4ZJTiWRyoM0yghAWgqZrFc5Sj5hzzaxMGiVoLYCcXtv3hPQSKoKcGgxDb_oxZqr4kxRCjWhVe-5iMrk8EvVSJ/s400/triciclo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="300" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSl6-DLuqLbJyqymEaALqfa4OWM1avc3oOoSkS1qChAfMZoJ3l6ImaYef1B8cGdogmotv9GHGcL6aMP_HmeZHWEo5o8IDWNxw4ZJTiWRyoM0yghAWgqZrFc5Sj5hzzaxMGiVoLYCcXtv3hPQSKoKcGgxDb_oxZqr4kxRCjWhVe-5iMrk8EvVSJ/w300-h400/triciclo.jpg" width="300" /></a></div><br /><p></p><p style="text-align: center;"><b>¡FELICES FIESTAS! </b><br /></p>Jorge Ordazhttp://www.blogger.com/profile/12891077666538982308noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-10689263.post-50625911619896996212023-12-18T11:25:00.000+01:002023-12-18T11:25:14.700+01:00Paz y siembra<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvLGe6e3CDjIMByUZExYSeXN8QwQ0t9B0I4EK-UjQpb8VedhontSKH0nle_ay8dkBYTmcUcun08cijWcJkK0a8TnFE15dd3JECmIO9fnJZVrYJTMyW87kI70-oEePSClXdQtSofdGRpXl-aX7YF8V74_j-2Ss6SX-GvfltFrzHq4ubbar5WVqn/s679/Vida%20con%20libros.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="679" data-original-width="450" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvLGe6e3CDjIMByUZExYSeXN8QwQ0t9B0I4EK-UjQpb8VedhontSKH0nle_ay8dkBYTmcUcun08cijWcJkK0a8TnFE15dd3JECmIO9fnJZVrYJTMyW87kI70-oEePSClXdQtSofdGRpXl-aX7YF8V74_j-2Ss6SX-GvfltFrzHq4ubbar5WVqn/w265-h400/Vida%20con%20libros.jpg" width="265" /></a></div><br /> <p></p><p>¿Por qué es bueno leer? ¿Por qué el hábito de lectura debe ser inculcado a los niños lo más pronto posible? Fundamentalmente, porque leer es muy entretenido. Y es además un entretenimiento silencioso y solitario, que no perturba a quienes están más cerca, como le puede suceder a quien quiere aprender a tocar el violín. El buen lector pide paz y la siembra. Dadas por buenas estas razones, sobrarían todas las demás. Con todo vamos a reflexionar un poco más sobre este asunto. A quien habitualmente lleva un libro en el bolsillo nunca se le hará largo un viaje en tren, ni unas horas sin compañía. El día del aficionado a la lectura nunca tiene tiempos muertos, El libro es el arma para luchar contra la sociedad, la rutina y lo prosaico. Los libros nos alimentan porque gracias a ellos somos lo que somos.</p><p>(Ricardo Moreno, <i>La vida con libros. Invitación a la lectura</i>. Fórcola, 2023). <br /></p><p> <br /></p>Jorge Ordazhttp://www.blogger.com/profile/12891077666538982308noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-10689263.post-3685424667535878882023-12-13T11:38:00.000+01:002023-12-13T11:38:56.108+01:00Exlibris: Calzado<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtv1AsVR8pu0zfeZ-xjRajXfsG2YFHcoAJOX8GGH4WoDv9qdDf6CVXl1s4PFqFANPeemP54wfdu7GSIfLQwniyjntHwYKDQbLB68gCX6LvnBlZ3B07v-QqVr9C546mfby5FCl7rSwNMtxGvJHtUBZGlg81w04qiN6R5y0EHJYJaPEMhtaEOOaC/s668/Pirelli.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="668" data-original-width="579" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtv1AsVR8pu0zfeZ-xjRajXfsG2YFHcoAJOX8GGH4WoDv9qdDf6CVXl1s4PFqFANPeemP54wfdu7GSIfLQwniyjntHwYKDQbLB68gCX6LvnBlZ3B07v-QqVr9C546mfby5FCl7rSwNMtxGvJHtUBZGlg81w04qiN6R5y0EHJYJaPEMhtaEOOaC/w346-h400/Pirelli.png" width="346" /></a></div><br /> <p></p><p>Exlibris de Melquíades Calzado, en un ejemplar de <i>Concerning the Eccentricities of Cardinal Pirelli</i>, de Ronald Firbank. Grant Richards Ltd., Londres, 1926). <br /></p>Jorge Ordazhttp://www.blogger.com/profile/12891077666538982308noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-10689263.post-72534475703218290742023-12-08T01:12:00.000+01:002023-12-08T01:12:52.948+01:00Material explosivo<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgL-LdkOHxYrGzwsr6MPeK-qSlnSazC6hNyfBBncdEeWpN5zD_hf8qmjAUcssVbEdsYVOJyAi9jpDbm-PXqwYAnaen7fycxMN7GEaEuB8xccqEsxOzHOE2aVJy7zIQ4-jp_KJwNgRbXuqaPf7ub9gFkierBM7B4GriVS7BKnPdjcvwygdFhkphE/s2362/harwicz.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2362" data-original-width="1488" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgL-LdkOHxYrGzwsr6MPeK-qSlnSazC6hNyfBBncdEeWpN5zD_hf8qmjAUcssVbEdsYVOJyAi9jpDbm-PXqwYAnaen7fycxMN7GEaEuB8xccqEsxOzHOE2aVJy7zIQ4-jp_KJwNgRbXuqaPf7ub9gFkierBM7B4GriVS7BKnPdjcvwygdFhkphE/w253-h400/harwicz.jpg" width="253" /></a></div><br /> <p></p><p>La gran diferencia entre un escritor y un trabajador de la escritura (o un escritor profesional) es que el escritor profesional controla su obra. Se pone al servicio de la demanda. Que la novela no sea muy breve, pero tampoco muy larga, que se adecúe a un género, que no haya demasiados diálogos, que sea latinoamericana, pero no del todo. Ese escritor inspecciona su escritura subido a una torre de control y con el agente literario al teléfono. En cambio, el escritor no profesional no puede controlar su corazón, tiene que hacer el libro que tiene que hacer, hasta las últimas consecuencias. Tiene que escribir lo que tiene que escribir. Aunque uno sea el libro que le conviene, aunque destruya su figura de autor, aunque no sea lo que se espera de él, aunque le adviertan que así no tendrá muchas traducciones ni premios. Y, sobre todo, aunque lo puedan cancelar. la misión de la literatura no es separar al verdugo de la víctima o juzgar quién debe ser condenado a muerte, sino transgredir. Un poco como los que trabajan con material explosivo: nunca saben cuándo finalmente va a fallar y a explotarles la granada despedazándoles una mano.</p><p>(Ariana Harwicz, <i>El ruido de una época</i>. Gatopardo Ediciones, 2023). <br /></p>Jorge Ordazhttp://www.blogger.com/profile/12891077666538982308noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-10689263.post-56506961955337427552023-12-01T18:57:00.001+01:002023-12-01T18:57:48.311+01:00El siglo de todos<p> </p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9JKo-394hTHfhTyHlWw6CZTuDCBNQvRG-UUdm12XTTqv9C3c7IfXcFWFfxl2iE2g23l_mxTZfUeTeEvXS3t1pf-PMI-h-GW0HDP0dmm7Wh_hqMnaulXpKxjNTk0nFqq8sLjNJkf0TaVOUONyXcWcAnbidiBT-LIS98bZoCixhW7GAIkkhznTf/s1046/La_barrera_invisible-905685573-large.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1046" data-original-width="682" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9JKo-394hTHfhTyHlWw6CZTuDCBNQvRG-UUdm12XTTqv9C3c7IfXcFWFfxl2iE2g23l_mxTZfUeTeEvXS3t1pf-PMI-h-GW0HDP0dmm7Wh_hqMnaulXpKxjNTk0nFqq8sLjNJkf0TaVOUONyXcWcAnbidiBT-LIS98bZoCixhW7GAIkkhznTf/w261-h400/La_barrera_invisible-905685573-large.jpg" width="261" /></a></div><br /><p></p><p>"Puede que, después de todo, no sea el siglo de Estados Unidos, ni el de Rusia, ni el de la bomba atómica. ¿No sería maravilloso que fuera el siglo de todos, que libres de todo en el mundo encontraran la forma de convivir?"<br /></p><p>(Anne Revere en <i>La barrera invisible</i>, 1947, de Elia Kazan. Guion de Moss Hart). <br /></p>Jorge Ordazhttp://www.blogger.com/profile/12891077666538982308noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-10689263.post-87150808860472579022023-11-26T13:14:00.000+01:002023-11-26T13:14:37.869+01:00Palabras<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSoRfsaciuFrHXaTCpmMdcUQ8pvqA5nea2woIiCdy0gZHd3o-4UtdmMOEHDw5fMZlhMW2yMAbOuZLbtdW6JtHYKFkvEKxIUj_D3gK4hzPfyXy3BZ9Y_7QpDT0MGAROVA0DswQdDsHVLrGLM_EsUntNxB-h0UtEDzG4k7VO-Ffbj206cIi5_XxT/s492/dime-que-me-quieres-aunque-sea-mentira.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="492" data-original-width="381" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSoRfsaciuFrHXaTCpmMdcUQ8pvqA5nea2woIiCdy0gZHd3o-4UtdmMOEHDw5fMZlhMW2yMAbOuZLbtdW6JtHYKFkvEKxIUj_D3gK4hzPfyXy3BZ9Y_7QpDT0MGAROVA0DswQdDsHVLrGLM_EsUntNxB-h0UtEDzG4k7VO-Ffbj206cIi5_XxT/w310-h400/dime-que-me-quieres-aunque-sea-mentira.jpg" width="310" /></a></div><br /> <p></p><p>Una novela son palabras, decía Mercè Rodoreda. Y confirmaba la teoría stendhaliana de la selección de los detalles. La novelista observa, recuerda e imagina. Desearía que las tres fuerzas se equilibraran, y borra, en su mente los recuerdos que sobran, por muy bonitas que sean las palabras. Los recuerdos traen las palabras, son anteriores a estas, y estas se convierten en las grandes enemigas. ¡Cuántas veces te enamoraste de una palabra cazada al vuelo en un diccionario! La novelista debe contener la poesía... cuando esta se vuelve demasiado fácil. La novelista imagina que es capaz de crear una nueva vida porque es inmodesta. Han pasado los años y ha descubierto que la literatura <i>nunca</i> es un calco de la vida: ni los realistas, ni los naturalistas extremos lo consiguieron. Y en ello se deja los dientes.</p><p>(Montserrat Roig, <i>Dime que me quieres aunque sea mentira. Sobre el placer solitario de escribir y el vicio compartido de leer</i>. Traducción de Antonia Picazo Serna. Plankton Press, 2023). <br /></p><p> <br /></p>Jorge Ordazhttp://www.blogger.com/profile/12891077666538982308noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-10689263.post-15760154060750912652023-11-22T13:29:00.000+01:002023-11-22T13:29:43.373+01:00Lecturas tardías<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgA20S5jYySzWIyHy4DWGbJptZMf-SKC_hhlzQvcOGkoamYXnZYdOksyCBeL_sIL4H5NRYgU5QtBfL4RlC4bWPE6nrQjuCpMgslK85QnBgy2uKNBfECwAI-b1hB-Nxc9YHrJvQSedC0QKg9AXJ6rQ1vXRxsNHO7qaV_F263TQklS9-STSwGWbFw/s930/Federer.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="930" data-original-width="552" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgA20S5jYySzWIyHy4DWGbJptZMf-SKC_hhlzQvcOGkoamYXnZYdOksyCBeL_sIL4H5NRYgU5QtBfL4RlC4bWPE6nrQjuCpMgslK85QnBgy2uKNBfECwAI-b1hB-Nxc9YHrJvQSedC0QKg9AXJ6rQ1vXRxsNHO7qaV_F263TQklS9-STSwGWbFw/w238-h400/Federer.jpg" width="238" /></a></div><p> </p><p>Podríamos pensar que las obras que un artista realiza en la última etapa de su vida deberían significar más para nosotros a medida que envejecemos. No parece nada malo que comenzara a escuchar en serio los últimos cuartetos de Beethoven cuando tenía más o menos la edad que él cuando los compuso. Aunque están y estarán siempre más allá de mi comprensión musical, estaba preparado para oírlos de otra manera. A los veinticinco años ni siquiera intenté leer <i>Las alas de la paloma</i> o <i>Los embajadores</i>; deliberadamente dejé al James tardío -por no hablar de lo que un erudito llama "el <i>tardío </i>tardío James"- para más tarde, y ahora es demasiado tarde (...).</p><p>¿Cual es la proporción de libros que parecían inexpugnables cuando eras joven pero que se vuelven imposibles más tarde? De uno a cinco, sospecho. ¿Qué hay de los libros en los que un retraso de muchos años mejoró mi capacidad de reacción? Recuerdo una espera de cuatro años entre intentar leer a Joseph Brodsky por primera vez y enamorarme por completo de él, pero eso fue entre los veinticuatro y veintiocho años, un período de tiempo que ahora parece insignificante, parte de la misma fase lectora.</p><p>(Geoff Dyer, <i>Los últimos días de Roger Federer y otros finales</i>. Traducción de Damià Alou. Random House, 2023)<br /></p>Jorge Ordazhttp://www.blogger.com/profile/12891077666538982308noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-10689263.post-4030694533754885902023-11-16T12:07:00.000+01:002023-11-16T12:07:14.307+01:00Auroras boreales<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkoJHHLiDCe2fp_VUHU2I2zU6aOzoRGwpVieCY48To0eCKL0J8uiWRmxZrl7dHxc-vqbTp1BHzWIq12GlNPnoJBG8OlnJKkHqNmMIV0gRp9yeoiCiwBM5a3lCKlswXbDy9cSCbOnGzpoP6g2ttcQU4CQwLOIwMDzr6khnd1SVKltWZlZ_JlDCZ/s449/aurora%20boreal.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="220" data-original-width="449" height="196" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkoJHHLiDCe2fp_VUHU2I2zU6aOzoRGwpVieCY48To0eCKL0J8uiWRmxZrl7dHxc-vqbTp1BHzWIq12GlNPnoJBG8OlnJKkHqNmMIV0gRp9yeoiCiwBM5a3lCKlswXbDy9cSCbOnGzpoP6g2ttcQU4CQwLOIwMDzr6khnd1SVKltWZlZ_JlDCZ/w400-h196/aurora%20boreal.jpeg" width="400" /></a></div><br /> <p></p><p>Desde hace semanas vienen observándose en distintos puntos de la península vistosas y coloridas auroras boreales, fenómeno natural que se asocia generalmente, en nuestro hemisferio, con latitudes cercanas al círculo polar ártico. No he tenido la suerte de observar ninguna (ya me gustaría, pero en las ciudades se hace muy difícil), de modo que me tengo que contentar con verlas en las fotos que otros afortunados sí han podido captar. </p><p>El avistamiento de estas "luces del norte" en nuestras latitudes no es algo raro, pues registros existen desde hace siglos. Sin embargo, hacía décadas que no se producían con tanta frecuencia y espectacularidad. Para los curiosos que deseen profundizar un poco más en ellas en épocas pasadas pueden leer el siguiente <a href="https://www.divulgameteo.es/uploads/Auroras-boreales-S-XVIII-inventario.pdf">artículo</a> que cataloga las registradas en el siglo XVIII en la península Ibérica, Baleares y Canarias. </p><p> </p><p> </p><p> <br /></p>Jorge Ordazhttp://www.blogger.com/profile/12891077666538982308noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-10689263.post-5748048249804114262023-11-11T20:39:00.000+01:002023-11-11T20:39:55.608+01:00El comedor de libros<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3x87yEr8mjCWt_7YIbjo9b4SFPz3m3esHZov8Zl_ZO9xRnpClzIXqGCLh42MnCrrW5PTO9ntvJHyYoKYwPsdXX_hEJMKLKwUrhMU1ANbUKPy86bN3YrFq91-c1-IiyJ0dfD5yoVxiw3LMevqNarI6gCjpEuKMgOFYd0M7y7o878b2RgWEdpmy/s1023/Mangeur.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1023" data-original-width="631" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3x87yEr8mjCWt_7YIbjo9b4SFPz3m3esHZov8Zl_ZO9xRnpClzIXqGCLh42MnCrrW5PTO9ntvJHyYoKYwPsdXX_hEJMKLKwUrhMU1ANbUKPy86bN3YrFq91-c1-IiyJ0dfD5yoVxiw3LMevqNarI6gCjpEuKMgOFYd0M7y7o878b2RgWEdpmy/w246-h400/Mangeur.png" width="246" /></a></div><p> </p><p>- No podemos liberarte pues no te hemos juzgado, pero responde a mi pregunta, Comedor de libros, dices que conoces lo que dice el libro de Haberlus, pero, ¿es que sabes leer? Acaso lees ciertos libros antes de comerlos? ¿Y esto por qué? ¿Dónde lo has encontrado?</p><p>- No, yo no lo he leído y no os contaré su historia, pues vos no la merecéis.</p><p>- ¿No lo has leído? ¿Entonces por qué finges conocerlo?, preguntó el patriarca que, visiblemente, se impacientaba.</p><p>- Lo conozco porque me lo he comido. <br /></p><p>- ¿Qué dices? </p><p>- Digo que conozco el libro porque me lo he comido. <br /></p><p>- ¿Lo conoces? ¿Tú te lo has comido y lo has conocido?</p><p>- Eso es: yo como los libros por tanto los conozco; no tengo necesidad de leerlos, yo los digiero y ellos están en mi espíritu.</p><p> </p><p>(Stéphane Malandrin,<i> Le Mangeur de livres</i>. Éditions du Seuil, 2019). </p><p><br /></p>Jorge Ordazhttp://www.blogger.com/profile/12891077666538982308noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-10689263.post-91560036409945345752023-11-04T20:26:00.002+01:002023-11-04T20:26:54.272+01:00Exlibris: Churruca<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiMdyO42weD4tJbsJeKDVW5DjTMdlGCTiP-NRoTfmWhJ_AriBDcK0SKuL-XWgT4eZC5vGqnKIra39rwbKiLvf3W5mLh6GjoywRoEDHbw8dktC2jCHHc63fdLl07ws4xMh32QoeRhiM9XITMCIas2_Aa3P4fpfRjFgt790q-vIjgLO-YWzOp2v0/s665/exlibris%20filipinas.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="665" data-original-width="558" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiMdyO42weD4tJbsJeKDVW5DjTMdlGCTiP-NRoTfmWhJ_AriBDcK0SKuL-XWgT4eZC5vGqnKIra39rwbKiLvf3W5mLh6GjoywRoEDHbw8dktC2jCHHc63fdLl07ws4xMh32QoeRhiM9XITMCIas2_Aa3P4fpfRjFgt790q-vIjgLO-YWzOp2v0/w336-h400/exlibris%20filipinas.png" width="336" /></a></div><br />Exlibris de Ricardo de Churruca y Dotres, arquitecto y bibliófilo hispanofilipino, en: <i>Filipinas, orgullo</i> <i>de España. Un viaje por las islas de la Malasia</i>, de Julio Palacios, Madrid, 1935. <br /><p></p>Jorge Ordazhttp://www.blogger.com/profile/12891077666538982308noreply@blogger.com0