Administraciones en red

Ya sabemos que las medidas para mejorar la Administración pública no son las promesas estrella de ningún programa electoral. Es un error, pero es así.

Es un error porque cualquier sociedad avanzada invierte buena parte de la tarta que genera (su PIB) en el sector público. Y el rendimiento de esa inversión varía mucho en función de cómo se gestione. Una buena gestión pública es un factor importante de competitividad social y económica. Pero la ciudadanía valora más otras cosas más accesorias. Por lo menos, a la hora de votar. Y los políticos están a otra cosa. «Dime qué me mides y te diré cómo actúo». A los políticos les medimos por los votos. ¿De qué queremos pues que se preocupen? Pues de sacar votos y ganar las elecciones. Desde luego, gestionar bien no les perjudica electoralmente. Pero acertar en el marketing electoral exige mucho menos esfuerzo y, seguramente, procura rendimientos mayores.

Así que, podrá ser o no un error, pero la Administración pública está condenada a figurar en la letra pequeña de los programas electorales.

A pesar de los pesares, me he tomado la molestia de recopilar y analizar muy superficialmente lo que nos prometen los partidos para la Administración pública de cara a estas elecciones vascas.

Vamos con ello.

eaj-pnv: ibarretxe, ahora más que nunca

El programa electoral del PNV (pdf) es el que tiene un diseño más sofisticado y, en una lectura en diagonal, aparenta estar técnicamente bien elaborado. En la portada anuncia «Más de 700 medidas a tu servicio». El programa pone en valor el punto fuerte del PNV en esta campaña: «Estamos preparados. Somos garantía de buena gestión».

El capítulo central, «Una estrategia integral para superar la crisis económica, aumentar el bienestar y crear empleo», pivota sobre tres ejes: la innovación, la igualdad y la identidad. Las medidas para la Administración pública están ubicadas en el primer eje, el de la innovación (subtitulado “Personas activas y creativas”). Este eje tiene nueve «objetivos y compromisos», y el noveno es «Una administración más eficaz».

Se proponen 16 compromisos e iniciativas para alcanzar el objetivo de una administración más eficaz. En general, me resultan bien conocidos, porque la mayoría se corresponden con iniciativas que ya están en marcha: puesta en marcha del Servicio Zuzenean de atención al público, formación ciudadana en la utilización de Internet y acceso a los servicios públicos, reducir los requerimientos en los trámites y el tiempo de resolución de los expedientes, avanzar en el desarrollo de la administración electrónica, mejorar el modelo de información en Internet, impulsar la interoperabilidad entre administraciones, adecuación de perfiles profesionales y formación de las personas que prestan servicios en las administraciones públicas, despliegue de instrumentos que garanticen la interacción segura de los ciudadanos y empresas con las administraciones vascas, etc.

Me parecen novedosas, con respecto a lo que ya se está haciendo, las siguientes iniciativas: fomentar las redes de participación ciudadana y de relación social a través de Internet y de servicios móviles, incentivar el desarrollo de “espacios Wifi” en todos los municipios, impulsar los servicios de e-administración móviles, el despliegue de instrumentos que garanticen la interacción segura a través de cualquier dispositivo, y lograr los máximos niveles de eficiencia en la prestación de servicios a través de canales electrónicos, con especial incidencia en las tecnologías móviles.

La redacción de la primera iniciativa es un tanto confusa, porque mezcla redes de participación ciudadana y de relación social y, tambien, mezcla estas redes con el medio de acceso a las mismas (Internet y servicios móviles). Pero, al menos, se cita la participación ciudadana en un capítulo sobre Administración pública, lo cual es bastante novedoso en nuestro ámbito, por más que la redacción no sea demasiado explícita.

Y llama la atención el énfasis que se pone en el aspecto de la movilidad y la multicanalidad. Efectivamente, la m-Administración representa un mundo de oportunidades. La mala noticia es que primero hace falta digitalizar los servicios para, después, poderlos ofrecer por todos los canales, incluidos el móvil. Y digitalizar los servicios es laborioso, tanto como imprescindible.

El desarrollo de espacios Wifi en todos los municipios puede ser una de las medidas de este capítulo más facilmente vendibles al gran público. Por algo es una medida que se repite en varios programas, como iremos viendo. Su relación con la mejora de la Administración pública es sólo relativa, aunque tiene que ver con ella en cuanto supone una ampliación de las infraestructuras de acceso a los servicios de la Administración electrónica.

Entre las iniciativas para «impulsar un liderzago compartido e integrador», el PNV propone la creación de un nuevo Consejo Vasco de Políticas Públicas, formado por el Lehendakari, los Diputados Generales, los alcaldes de las capitales vascas y el Presidente de Eudel. Este Consejo se reuniría al menos dos veces al año e impulsaría de forma conjunta los grandes proyectos de país previstos para la próxima legislatura. Apostillo que la coordinación de las políticas públicas me parece imprescindible, pero si todo lo que se propone en este sentido se queda al nivel de este Consejo mucho me temo que no vamos a conseguir tocar tierra en este tema.

PSE-EE: Punto de encuentro – Bilgunea

El PSE propone un documento de 260 páginas (pdf), con una estética sencilla. Hace hincapié en las ideas fuerza de su campaña: el cambio y el acuerdo para construir el futuro.

La modernización de la Administración pública se encuadra en un capítulo sobre «La modernización del País». El enfoque del PSE aborda la cuestión desde una perspectiva macro, ya que comienza aludiendo al entramado institucional, reflexionando sobre el papel de las Diputaciones y proponiendo el desarrollo del ámbito municipal. También engloba en este capítulo la modernización del Parlamento.

El PSE comienza el capítulo dedicado a la Administración pública con un apartado titulado «Una nueva manera de hacer política. Otra forma de gobernar». En este apartado se «promete» que «la transparencia presidirá todas las actuaciones y la actividad del nuevo gobierno». Y se apuntan compromisos concretos, como el plazo máximo de seis meses entre la publicación de la normativa subvencional y el abono de la ayuda al destinatario o la creación de la Dirección de Participación Ciudadana, adjunta a Lehendakaritza. También se anuncia la instauración de mecanismos efectivos de consulta social durante los procesos legislativos, utilizando las nuevas tecnologías de la información y comunicación.

También se incluye en este apartado el compromiso de aplicar inmediata y voluntariamente en la administración autonómica vasca los convenios del Consejo de Europa para luchar contra la corrupción, así como el manual de buenas prácticas sobre ética pública. Y se citan expresamente la aplicación de la ley de contratos de las administraciones públicas y los principios de mérito, capacidad y publicidad en materia de provisión de puestos de trabajo en todas las sociedades, entes, fundaciones, agencias, etc, en cuyo capital participe de forma mayoritaria la Administración de la CAV, así como la revisión de todo el sector público existente con el fin de evaluar su eficiencia y necesidad de existir.

Me temo que todo esto se dice más fácil de lo que se hace, pero no me parece mal que se diga. Lo que sobran, desde mi punto de vista, son algunas críticas del tipo «necesitamos un gobierno que no se esconda en la autocomplacencia». Se supone que el programa debería reflejar propuestas en positivo, el paquete de medidas que se comprometen con la ciudadanía a través del contrato electoral. Si hay que descalificar al adversario político, mejor dejarlo para los mítines.

A continuación se dedica un apartado a las administraciones forales, en el que se manifiesta la necesidad de revisar el entramado institucional establecido por la Ley de Territorios Históricos. En este punto se concreta poco, más allá de que cada cual ejerza las competencias que le sean más propias y que las relaciones entre las instituciones sean fluidas.

El siguiente apartado es bien elocuente: «Más recursos y más competencias para los ayuntamientos». Aquí el programa se vuelve a deslizar por la pendiente de la descalificación: «No existe un solo modelo de ciudad, ni una única manera de hacer las cosas, ni un pensamiento único tan del gusto de populares y nacionalistas». En concreto, el apartado se resume en un compromiso: «Impulsar la Ley Municipal Vasca». Esta Ley me suena ;-).

Me salto los apartados dedicados a la modernización del Parlamento Vasco y al papel de Euskadi en Europa, y aterrizo directamente en «Un nuevo modelo vasco de función pública». Se anuncia la actualización de la Ley de Función Pública Vasca, lo cual viene obligado por el Estatuto Básico del Empleado Público. Se habla de modificar los procedimientos de selección, de introducir una verdadera carrera profesional, de implantar sistemas de evaluación del rendimiento, del sistema retributivo, de reducir la interinidad, de regular la movilidad de los empleados públicos entre las diferentes administraciones, de impulsar la Mesa de Negociación Conjunta de todas las Administraciones Públicas Vascas y, lo mejor, del rejuvenecimiento de los colectivos de funcionarios de carrera cuyo promedio de edad sea superior a los 52 años. Digo lo mejor por la parte que me toca de ese rejuvenecimiento.

Y se cierra el capítulo con una proclama para construir Euskadi de otra manera, que mejor cabida tendría en un mitín que en un programa electoral.

Me había llamado la atención que no se hiciera ninguna referencia a la Administración electrónica en el programa. Gracias a las utilidades de búsqueda que facilitan las herramientas informáticas he descubierto que la Administración electrónica no está bajo el paraguas de la modernización de la Administración pública, sino al calor de «la Sociedad del Conocimiento, una sociedad para todas y todos». Y es que todas las clasificaciones humanas son subjetivas.

En este capítulo dedicado a la sociedad de la información se enumeran una serie de medidas orientadas, tanto a las empresas y a la sociedad en general, como a la Administración pública. Entre estas últimas, se citan un sistema de información y participación vía móvil (M-Administración), un servicio de información juvenil a través de SMS y e-mail, el uso de certificados digitales, «especialmente el DNI electrónico y la tarjeta ONA» y la transparencia de las administraciones en Internet. Dos compromisos reseñables son la prioridad de utilizar el software libre por la Administración pública y la contratación de publicidad institucional en Internet para fomentar la industria tecnológica.

Hay una medida para desarrollar la Administración electrónica que no puedo resistirme a pegar directamente:

«Desarrollaremos la Administración electrónica (e-government) incorporando medidas complementarias que pongan al gobierno vasco como modelo de transparencia, participación, gestión y uso de las TICs por los ciudadanos. En ese sentido, trabajaremos conjuntamente con el Gobierno de España, las Diputaciones Forales y los Ayuntamientos de manera que se puedan coordinar los esfuerzos de las distintas administraciones. Dotaremos de contenidos a la Oficina de Modernización Administrativa (OMA) para que pueda liderar este reto«.

Cierro el apartado dedicado a este partido político con dos compromisos muy concretos: que desde desde los portales del Gobierno Vasco se podrá acceder a cualquier servicio de esta administración, las forales, las locales, la AGE y los servicios europeos que estén disponibles, y que se adoptarán medidas tendentes a contar con el logotipo Triple A de accesibilidad en todas las webs de las administraciones públicas vascas. Ni más, ni menos.

Por cierto, el PSE ofrece wimax, en lugar de wifi, para que todos los ciudadanos de la CAV gocen del privilegio de tener acceso de manera gratuita a Internet. No sé que opinarán de esto las operadoras de telecomunicaciones. Por si acaso, que yo sepa, esto no lo ha hecho el PSOE en ninguno de los lugares donde gobierna. No entiendo mucho de programas, pero me da la impresión de que no vale con poner «promesas» estupendas. Hace falta, además, que sean mínimamente creíbles.

PP: hay solución, tú decides.

El PP se presenta con un lema esperanzador. La realidad vasca es problemática, pero hay solución. El programa (pdf) tiene un diseño colorista y un tanto naïf. Se configura como una secuencia de párrafos numerados. El correlativo de párrafos llega a la nada despreciable cifra de 919. La numeración de los párrafos facilita reseñar cada punto concreto del programa. Los apartado del índice son clicables, con lo cual en este programa todo está a la distancia de un clic. Gran invento, el pdf.

A nivel macro administrativo, el PP defiende «un modelo equilibrado de País», frente al que denomina modelo neocentralista del Gobierno Vasco. Por tanto, el PP impulsará también una revisisión de la LTH, pero en este caso para reforzar la autonomía y las competencias forales. También se marca como objetivo la aprobación de la Ley Municipal.

El capítulo del programa dedicado específicamente a la Administración pública se titula «Nuevos aires en la Administración: Reforma y eficacia al servicio de todos». El PP asume compromisos concretos y a plazo fijo: «pondrá en marcha, en los primeros seis meses, un Plan Integral de Reforma y Racionalización de la Administración Pública Vasca«. Pero no se aportan muchos datos sobre el contenido del Plan, aparte de superar la atomización y la confusión de estructuras, y homogeneizar la denominación de servicios, programas y puestos de trabajo. A renglón seguido, el PP denuncia la proliferación de organismos y sociedades públicas, y aprovecha para sacar a la palestra los casos Guggenheim y Balenciaga. Tampoco en este programa podían faltar los ineludibles toques mitineros. Es el tono del debate entre partidos.

Los siguientes párrafos, a partir del 171, no tienen desperdicio: poner coto a las actuales estructuras sobredimensionadas y burocratizadas, desterrar las prácticas arbitrarias basadas en el clientelismo, el único carné que se exigirá será el de identidad, y así.

Pero pronto se recupera la senda de las propuestas, anunciando un Mapa de Competencias y un Catálogo de Servicios. Y también la ley del Estatuto de la Empresa Pública Vasca, con el objetivo de redefinir el Sector Público Empresarial de la Comunidad Autónoma.

El capítulo dedicado a la Administración se cierra con el apartado de «Reformas y profesionalización en la función pública». Las ideas clave son profesionalización, racionalización de unidades administrativas y de plantillas, reducción de altos cargos y cargos de libre designación, limitación de la contratación temporal, interina o provisional, revisión de la exigencia de perfiles lingüísticos (se dedican varios párrafos del programa a «suavizar» la exigencia del euskera) y, finalmente, aparecen los directivos públicos profesionales:

«189. Se promoverá la existencia de directivos públicos profesionales, lo que contribuirá a reforzar la imagen de objetividad, eficacia y seriedad de la administración, facilitando su ascenso y el desarrollo de una verdadera carrera administrativa al margen de adhesiones políticas«.

En principio, esta medida no sería ninguna cosa de otro mundo, teniendo en cuenta que la figura de los directivos públicos profesionales está regulada en el estatuto Básico del Empleado Público. Sin embargo, o se me ha pasado, o los programas anteriores no mencionaban el tema para nada. La figura de los directivos públicos profesionales no está exenta de riesgos, pero puede ser un instrumento muy potente de recionalización y modernización de la Administración pública si se hace bien. Y esto no viene en el programa del PP, sino que lo digo yo.

La bomba de este programa, por lo que a la Administración pública respecta, es que se les ha pasado mencionar la Administración electrónica. Precisamente este año que vencen los plazos de la Ley 11/2007 de acceso electrónico de los ciudadanos a los servcios públicos. Para más abundamiento, la palabra «electrónica» aparece una sola vez en el programa, en el párrafo 810, para decir que van a poner en marcha la receta electrónica. Y la palabra telemática no aparece ni una sola vez, igual que la firma electrónica. En fin, no se si lamentarme del fallo o cogerle simpatía al programa, porque hay que reconocer que la cosa tiene su punto.

EA: Por Euskal Herria y el Estado de bienestar

EA ha escrito 95 páginas de programa (pdf), con un diseño sencillo y profusión de colores (rojo y verde sobre fondo blanco). El lema de este programa anticipa las ideas fuerza de este partido de cara a las elecciones. Alguien decía alguna vez aquello de «construir Euskadi desde la izquierda». Pues algo así.

El programa tiene un apartado sobre «Administración eficiente» que se enmarca en el capítulo «Derechos de ciudadanía y Estado del bienestar». Este apartado comienza explicando lo que llaman «derecho al buen gobierno», concepto que basan en lo siguiente: una administración ágil y eficaz que de un servicio de calidad a los ciudadanos y ciudadanas.

Para ello, EA se compromete a impulsar los principios de transparencia, control, sometimiento a la Ley y algunas otras cosas que a mi no me parecen principios, sino más bien intenciones, como la simplificación de los procedimientos, la eficiencia de los servicios públicos y, en general, la calidad de la Administración. Hacen hincapié en la responsabilidad política, civil, penal y disciplinaria en caso de mal funcionamiento de la administración. E incluyen, también, otros «principios» que a mí me parece que no van más allá del mero cumplimiento de la Ley, como el derecho a recurrir ante los juzgados frente a cualquier ilegalidad o abuso, la presunción de buena fe en la actuación de los «administrados» o garantizar la cooficialidad lingüística.

En base a las consideraciones anteriores, que adoptan como principios, proponen actuaciones como las siguientes: estandarizar y simplificar los procedimientos, informar a la ciudadanía en un lenguaje inteligible, garantizar el derecho de la ciudadanía a conocer el nombre y categoría de los empleados públicos con los que se relaciona, la permanente evaluación de la calidad de los servicios, generalizar la implantación de sistemas de recogida de quejas y sugerencias de mejora, gestión del sistema de empleo público vasco basado en la interlocución, la negociación colectiva y la profesionalidad, reflexión estratégica sobre el dimensionamiento de las plantillas, y establecer una política de austeridad en el gasto de los cargos públicos y en el funcionamiento ordinario de la Administración.

EA muestra, también, su preocupación por el control de los entes públicos, proponiendo aprobar un nuevo Estatuto de los Organismos Públicos para garantizar el control del Tribunal Vasco de Cuentas de los fondos públicos en todas las sociedades y fundaciones donde participen el Gobierno vasco, las diputaciones forales y el resto de administraciones públicas.

A continuación, se incluye en el programa un apartado sobre «La utilización de las nuevas tecnologías para profundizar en la democracia: el e-gobierno», pero que en realidad trata sobre aspectos propios de la Administración electrónica pura y dura. Bajo los principios de utilizar las nuevas tecnologías de Información y Comunicación para lograr una Administración más próxima al ciudadano y facilitar el acceso a la información y la tramitación y la transparencia en la gestión, EA propone desarrollar nuevos servicios y aplicaciones electrónicas (supongo que orientadas a la tramitación telemática), consolidar la presencia de la administración pública en Internet y garantizar el bilingüismo en la administración ‘on line’.

EA también dedica un apartado en su programa a la transparencia en la vida pública, en el que se remite a un Código Ético adjunto al programa, y proponen elaborar un código de conducta de cargos públicos y partidos políticos. El Código Ético del anexo es un decálogo que tiene por objeto dignificar la actividad política.

En un capítulo dedicado a la «Sociedad de la información y el conocimiento» EA formula varias propuestas relacionadas también con la Administración pública, como las siguientes: promover la utilización de software libre en la Administración Pública, implantación de una Administración Electrónica al servicio del ciudadano y unificar competencias en coordinación de temas de nuevas tecnologías. Como curiosidad, una de las propuestas de EA en este capítulo es: «Promover la formación en aplicaciones colectivas y redes sociales como sitios web Wikis y blogs».

Ah! Y también proponen, al igual que hacen otros partidos, promover la tecnología red pública WiFi para el acceso a Internet.

Ezker Batua-Berdeak: el orgullo de ser la izquierda

No puedo comentar los aspectos generales del programa en cuanto a estilo y diseño porque no he encontrado una versión pdf en su web, sino que el programa aparece distribuido en varias páginas html. A mi me da lo mismo, porque este análisis lo he realizado consultando directamente los programas en pantalla, sin imprimir ninguno de ellos. Así que no puedo comentar esos aspectos generales, que, por otra parte, son bastante accesorios.

El programa web de Ezker Batua tiene un apartado dedicado a la «Mejora de las administraciones vascas y de la función pública». En este apartado, tras unas consideraciones generales en las que Ezker Batua reitera su apuesta por un sector público dinámico, eficaz y eficiente y se compromete a combatir las privatizaciones en todos los ámbitos de las Administraciones vascas, se detallan varias propuestas de caracter general (a modo de declaración de intenciones): sector público fuerte al servicio del Estado Social, un sector público dinámico, eficaz y eficiente, rentabilidad social frente a la mera rentabilidad económica, incorporar el concepto de ciudadanía social. Y dos propuestas más concretas: limitación de la figura del funcionario/a interino/a salvo para casos excepcionales entre Ofertas Pública de Empleo, eliminando la eventualidad laboral en la administración, y Ofertas Públicas de Empleo para la cobertura de vacantes cada 18 meses.

Ezker Batua también aprovecha el programa para criticar lo que considera malas prácticas actuales, denunciando la instrumentalización de las Administraciones públicas vascas por parte del poder político (cita el clientelismo político y sindical). Suena rara esta crítica, teniendo en cuenta que Ezker Batua forma parte del actual Gobierno Vasco. ¿Lo dirá por sus socios de Gobierno?

Entre las propuestas de Ezker Batua para la Administración pública se incluyen las siguientes: separación nítida entre el ámbito administrativo y el estrictamente político, potenciar la simplificación y agilización administrativa, utilizar de manera adecuada los nuevos sistemas y técnicas de comunicación y transmisión de información, profesionalización, formación  e incentivación del personal a través de la planificación de carreras profesionales dentro de la administración, y garantizar de forma efectiva y plena el derecho a la negociación colectiva.

Medidas orientadas a lo que denominan «democratización»: mejora de los servicios de Información, Orientación y Reclamaciones (Ventanilla única), medidas de participación ciudadana (presupuestos participativos), mecanismos que favorezcan la participación de la ciudadanía en las fases de formación de la voluntad política, administrativa y de su ejecución (citan expresamente las consultas sobre las grandes infraestructuras), y obligatoriedad de publicitar las subvenciones otorgadas por las Administraciones públicas vascas.

Una propuesta curiosa: Ezker Batua encargará al Ararteko la creación de un observatorio que haga un seguimiento independiente del grado de cumplimiento de las promesas electorales de los diferentes partidos políticos. ¿Qué pensaría Tierno Galván de esto? NOTA para los más jóvenes: se hizo famosa la frase de Tierno Galván reconociendo que las promesas electorales se hacían para no ser cumplidas.

Ezker Batua propone una reforma administrativa basada en reforzamiento de los poderes de las instituciones comunes e incrementando el papel de los Ayuntamientos (también propone la famosa Ley Municipal). E incluye, también, en este apartado la reforma de la Ley de Función Pública Vasca, obligada por la aprobación del Estatuto Básico del Empleado Público.

En otro punto, dedicado a la austeridad y la racionalización, Ezker Batua propone la reducción de estructuras de gestión, así como del número de altos cargos y puestos de libre designación, la supresión de beneficios que integren situaciones de privilegios (cita retribuciones extraordinarias, cesantías, dietas, limitación de coches oficiales, etc.), cumplimiento escrupuloso de la normativa legal vigente en materia de incompatibilidades, y la fijación de mecanismos de control parlamentario eficaces para evitar gastos suntuarios e insolidarios promovidos desde el ámbito institucional.

Al igual que EA, Ezker Batua propone reformar el modelo de gestión de las sociedades públicas, de forma que estén sometidas al control anual del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas y del Parlamento, añadiendo un aspecto interesante: que los gestores de estas sociedades no sean cargos políticos, sino personal laboral seleccionado con criterios de igualdad, objetividad y mérito.

Y, finalmente, también Ezker Batua dedica un capítulo a la ética y la honestidad en el ejercicio de los cargos públicos. Entre las propuestas de este capítulo figurala limitación del número de mandatos en cargos públicos (ocho años, excepcionalmente ampliables a otros cuatro más).

NOTA: No he encontrado el programa de Aralar en su web. Incluso, lo he solicitado en su buzón de contacto. Si lo consigo, incluiré una actualización en este post.