¿Fue la Gran Depresión un fenómeno «intrínseco» del Capitalismo?

Leyendo a Mark Skousen en «Vienna & Chicago: Friends or Foes?» me encuentro con que los pensadores de Chicago se oponen sólo tangencialmente al patrón oro (pues quieren poder fijar una regla monetaria), dado que la producción del oro, incluso en el famoso Gold Rush californiano, no incrementó la oferta global de oro nunca en más de un 5%. El promedio fluctuó de hecho entre 1 y 5%, casualmente dentro de los parámetros de Friedman para su monetary rule.

«Si el patrón oro hubiera seguido predominando, los influjos de oro que tuvieron lugar, más aún antes de 1929 y durante los 4 años críticos que le siguieron, hubiesen incrementado la oferta dinero en la cantidad «correcta». No hubiese existido una recesión-devenida-depresión» – Richard Timberlake, en «Monetary Policy in the United States, An Intellectual and Institutional History», University of Chicago Press, 2003.

«Un patrón oro integral en que todo el dinero consistiese de oro o recibos de almacenaje del mismo, exceptuando quizás una emisión fiduciaria prefijada hubiese tenido los grandes méritos de ser automático y de ser libre del control gubernamental» – Milton Friedman, 1960

Los flujos de dinero por comercio, inversiones y balanza de pagos internacional, sirven para compensar también cualquier desequilibrio temporal.

En suma, si la Fed no generaba -en ausencia ya de un patrón oro judicialmente garantizado- el riesgo moral necesario para la expansión crediticia de los 1920’s, y la Gran Depresión que llevó a la preeminencia keynesiana y al refuerzo de las sospechas sobre las «contradicciones inherentes del Capitalismo en los marxistas, no hubiera sido tal. La historia monetaria basada totalmente en investigación empírica de Milton Friedman y Anna Schwartz publicada en los 1970’s da la razón a los pensadores de la Escuela Austriaca: La Gran Depresión es la resaca de una borrachera de inversiones sin sustento real de ahorro previo, causada por la ilusión monetaria de los 1920’s. (Véase «America’s Great Depression», Murray Rothbard ó «La Gran Depresión», Hans Sennholz)

Recordemos que en 1913 se establece la Fed, el cartel privado de los Rockefeller y Morgan, que ni siquiera es un banco central (cosa bastante mala ya en sí misma donde se crea) y los 1920’s fueron una era de expansión crediticia alentada por gobernantes para generar una impresión de boom permanente. El resultado inevitable serían quiebras masivas. Sin embargo, y al igual que con el pánico de 1819, las liquidaciones de inversiones insostenibles serían a) localizadas en vez de generales y b) durarían 1 o 2 años como era usual. Franklin Delano Roosevelt no permitió el saneamiento (las recesiones son la etapa de curación, la resaca o fiebre curativa) al crear una miriada de agencias gubernamentales y crear empleo artificial, regular precios e intervenir la economía en multiples sentidos. ¿El resultado? En vez de una dolorosa pero breve cura, se prolongó la enfermedad durante toda una década, afectando material, moral e intelectualmente al mundo de forma dramática. Los EEUU no llegan a salir de su depresión realmente hasta la Segunda Guerra Mundial en parte porque los desempleados se vuelven soldados en frentes extranjeros, o bien porque la intervención económica fue mayormente relajada luego de la guerra. Son los 1950’s la verdadera década de recuperación, cuando pudo haber sido mucho antes si Roosevelt no asumía ese rol paternal y destructivo.

En suma, la Gran Depresión tuvo causa y agravantes de origen político, no «de mercado». El mercado es la suma imperfecta de acciones humanas imperfectas, como cualquiera analista no-despistado lo sabe. Sin embargo es autocorrectivo. A pesar de ello muchos aprovecharon para culparle precisamente a la cooperación social voluntaria, o mercado, por los errores del intervencionismo monetario y luego fiscal.

Cuántos dolores nos hubiesemos ahorrado como humanidad en anteriores generaciones y hasta ahora, sin el neomercantilismo rampante de los keynesianos y la tozudez triunfalista de los socialistas en base a ese evento histórico…